Salamanca 69

Con poco tiempo de apertura en la zona de la Roma, el Salamanca 69 es un local discreto ubicado en el Eje 3 del mismo nombre que ofrece a los comensales de la zona ricas comidas que el cocinero prepara en un ambiente jazzero, entretenido y
con diferentes opciones para el desayuno, la comida del medio día y cocinas como italiana, mexicana y vegetariana.
Algo que además atrae es que el lugar además de reducido, es coqueto, colorido y no tan ruidoso a pesar de estar sobre un eje vial, con sus paredes de ladrillo que te recuerdan un poco a la decoración italiana, el menú del día que varía y que puedes disfrutar una rica cerveza bajo las tenues luces que iluminan este local.
Algo que también se le aplaude a este espacio de la Roma es el olor y sabor de las empanadas argentinas que son de carne, chistorra, jamón, pollo o espinacas,
y cuestan únicamente 22 pesos.
A lo que quiero llegar es que con dos empanadas y un refresco que cuesta 18, un total menor a 70 pesos, puedes quedar satisfecho o con menos hambre para seguir con tu camino a dos piernas o en bicicleta y si eres de aquellos que no se bajan de ella, el 69 cuenta con estacionamiento para ese medio de transporte donde puedes vigilarla mientras comes algo sabroso.

Salamanca 69 es un pequeño local en la colonia Roma con apenas cuatro mesas y unos bancos en la barra, con una decoración simple compuesta por unas lámparas, manteles de cuadros, una pared de ladrillo y cuadros que cuelgan en la pared te traen comida argentina a un precio muy bajo. Lo recomiendo para todas las personas que buscan comer barato pero quieren evitarse puestos de la calle, tiendas como oxxo y 7eleven y comidas corridas.
Un paquete de tres empanadas y un refresco por $ 50 pesos. También puedes pedir a la carta: quiche de esponacas, costillitas jalapa, ensaladas, choripán y de postre no dudes en pedir una empanada dulce o dulce de leche.
Otra de las bondades de Salamanca 69 es la música que te trae una especia de jazz y otras canciones buenas; eso sí hay que mencionar que es difícil tolerar el ruido que proviene de la calle.

De esas veces que vas caminando por la Roma un viernes por la noche para pasar por tú novia a un bar por Álvaro Obregón. Pasas por las calles y te llama la atención un lugar pequeño colorido y dónde el precio de la cerveza te amarra.
De regreso, pasas de nuevo por el lugar y no te quedas con las ganas de entrar, te sientas en una de las mesas decorada con un mantel cuadrado blanco y rojo, como de picnic. El encargado dueño te atiende como si te sintieras en casa ofreciendote una cerveza y alguno de los alimentos que sirven.
Su atención es muy buena que nos alienta a pedir un «kish» y una empanada de berenjena. El «kish» es algo asi como una empanada en forma de pay relleno de ingredientes, el de esta ocasión con espinacas y queso, adornado con un jitomate cherry, riquísimo, no puedes dejar de pedir uno y no se diga de los portobellos, en palabras del dueño es su platillo más vendido.
Si quieres degustar algo diferente y pasar un rato tranquilo para platicar con los amigos o tú pareja, este local es para ti, ambiente relajado donde la pasarás muy bien.

Ubicado a unas pocas cuadras de la Glorieta de la Cibeles, este pequeño restaurante ofrece distintos paquetes de comida. Para empezar, el servicio es excelente, los meseros y el cheff son muy amables. Los combos incluyen refresco, ensalada o empanada, y plato fuerte. Mi favorito es el combo de empanada con portobello relleno de espinaca. Cabe mencionar que no es cualquier portobello, te sirven unas sombrillas grandes y carnosas sobre una cama de fettuccine.
Si no te gusta tomar refresco, a veces puedes cambiarlo por el agua del día. Hay un total de dos mesas afuera y cinco por dentro, por lo que se llena con facilidad. Recomiendo ir alrededor de las 2:30pm, para que encuentren lugar. El café es bastante bueno también, así que no dudes en hacer sobremesa en este establecimiento.