Princess Estética

Aquí (de seguro en muchas otras partes) manejan las tijeras como si fueran polleros. TA TA TA por ahí, TA TA TA por allá, TA TA TA por acullá. El cabello vuela, se suspende en el aire al estilo Matrix, y luego cae como si fuera el fruto de un cerezo, de forma poética, justo antes de ser barrido por la escoba que lo mandará o a un lugar donde hacen pelucas o directamente al basurero.
Más que nada se disfruta el ritual previo al corte de cabello. De una manera retorcida se parecen a los actos simbólicos del sumo antes de lanzarse a la batalla. El lavado, el agua corriendo por tu melena, las manos que se deslizan suaves por ella, el masaje, la relajación, a veces las ampolletas esas que te «cuidan», el secado y las mil y un formas de posiciones y gestos frente al espejo. Las uñas son muy importantes, por lo que la manicura es otro servicio necesario. Los precios no son elevados y piden que los llames para hacer una cita.