Museo Universitario del Chopo

I love this museum so much. The structure is complex and it is easy to miss on certain parts of the building. I still think there were two exhibitions that I couldn’t find for the life of me. But the interior is vast, which allows for bigger installations and, obviously, instragrammable pictures.

solo he asistido un par de veces, en lo personal, no es lo que esperaba, pero como comente, es muy personal el comentario.

A pesar de que es de los lugares con más reseñas en este sitio no podía dejar la oportunidad de escribir de esto. Aunque existe el tianguis del Chopo, aunque ubicado en otra calle, donde empezó todo fue en este lugar, en el Museo delChopo, con sus excentricidades, con sus historias y sus muchos relatos, dicen los que saben que vino de muy lejos, del extranjero, de otro país.
No importa de donde venga o de que esté hecho, ahora es mexicano, siempre lo fue, tal vez por eso su destino era aquí, un monstruo dentro de otro monstruo, en el sentido de lo que ha ocasionado en la ciudad, no sólo es un museo para decorar la calle, ha sido parte importante de la música de este país, tanto por sus concierto como por su impulso a manera de epicentro para el intercambio cultural. Así es el Museo del Chopo: raro.

Literalmente traido pieza por pieza desde Alemaina, el Museo Universitario del Chopo es un recinto particular ubicado en la Santa Maríà la Ribera, hecho de hierro, tabique prensado y cristal, albergó en 1902 la Exposición de Arte e Industria Textil, en Düsseldorf, Alemania y fue transprtado por la Compañia Mexicana de Exposición Permanente.
Se trata de una estructura prefabricada y desarmable, diseñada por Bruno Möhring para ser cuarto de máquinas de la metalúrgica Gutehoffnungshütte (Mina de la Buena Esperanza), confirmado por una inscripción en sus viguetas.
Perteneciente a la UNAM desde 1929, se conformó como Museo de Historia Natural por años, antes de sufrir daños en su estructura y cambiar su sede en 1973. Para 1975 la Universidad, tras su restauración, lo convierte en el actual Museo Universitario del Chopo y tras una nueva reinauguración en 2010, el recinto se ha confirmado como uno de los grandes muestrarios de arte en la Capital.
En sus interiores cuenta con un cinematógrafo, Auditorio, el Centro de Documentación, Café del Chopo/​tienda de recuerdos, Foro del Dinosaurio Juan José Gurrola, y en sus murales se exhiben diversas muestras temporales de arte, performances, danzas, de fotografía y conciertos. Seas un conocedor o simple curioso, seguro quedarás con ganas de volver al Chopo y conocer más de lo que ofrece para fechas posteriores.

Su fachada dice demasiado. Este museo, sin duda, proyecta la emergencia que le hace falta al arte dentro de la Ciudad de México. El espacio es bastante amplio, capaz de albergar una cantidad de expresiones enorme; sólo hace falta discutir los términos. El Chopo es, sin duda, un espacio que aspira a mejorar la perspectiva del arte contemporáneo.
Las zonas que lo rodean siempre han considerado las dificultades de un proyecto cultural, por lo que el mérito de organizarse aquí es todo un fruto jugoso.

Expuse ahí hace unos meses. Presenté la pieza de una tehuana hecha a partir de distintas fotografías que bajé de internet. La onda era recrear mi idea de belleza a partir de fragmentos que consideraba atractivos en rasgos de retratos de personas de facebook. Los uní en distintos planos para generar una imagen en relieve de 2.5m de altura.
La exposición giraba en torno a la sexualidad y la idea del cuerpo, la onda gay más allá de la idea de sexo y genitalidad que tenía que ver con identidad más bien. Esta clase de proyectos se pueden presentar sólo en un lugar como el Chopo. Desde sus inicios las inciativas en el ámbito de las artes visuales, performance, grafitti y otras expresiones culturales tienen cabida y espacio dentro de las paredes recién remodeladas por Enrique Norten.
Daniel Garza, curador, es un chavo abierto a ideas locas propuestas novedosas y coherentes, valiosas dentro del ámbito del arte. Mi exposición y las que vinieron y están actualmente tienen esa onda transgresora y desafiante que pocas veces se puede apreciar en museos de importancia en México.
Sus espacios y arquitectura (El mismo arquitecto que hizo la torre Eiffel) por sí mismos son un atractivo, al igual que los talleres, el cinematógrafo y cada vez más charlas sobre arte contemporáneo, literatura o arte. Es un museo Dinámico, vivo y libre.

Este edificio tiene mucha historia ya que por ahí del siglo XX sirvió como un lugar para hacer una feria industrial en Alemania, cada una de sus piezas se trajeron a México y se creo este lugar increíble, antes fue el Museo de Historia Natural y después dio un giro para cambiar y ser lo que ahora es. Este lugar aparte de ser fantástico tiene el gran orgullo de apoyar a artistas independientes que quieren mostrar lo que crean. También podrás encontrar performance, instalaciones y videos que salen de lo normal. Y si te gusta la música este lugar también te sorprenderá con sus conciertos desde el jazz, blues hasta electrónica. Un excelente lugar definitivamente.

El Museo del Chopo me provoca sentimientos encontrados, por un lado no comprendo su arquitectura, ¿una iglesia post moderna por fuera y por adentro un edificio futurista?
No sé, lo importante –supongo– está adentro.
Acudí por primera vez para ver la exposición Snowman Monkey BBQ de David Choe, que convivía fraternalmente con los anuncios de «Hotel garage», del artista Daniel Alcalá.
MIentras arriba la atención se iba entre zines punks y una mirada hacia la homosexualidad con «Confetti Make up», que a la entrada advertía discreción por el contenido sexual explícito.
Así es el chopo, acogedor del más trangresor arte actual, del incomprendido que muchos pensarían no se merece un lugar en un museo, sin embargo, éste se los da.
Quizá entonces su extraña arquitectura no desentona tanto con su extraña curaduría.

Exposiciones, teatro, danza, cine, literatura, la estructura del edificio es lo máximo, me recuerda a un castillito de época medieval o, siendo más cursi, a un castillo de cuento de princesas.
Lo que más me gusta de los lugares multiculturales, además de todo lo que nos ofrecen, es que dan espacio a los estudiantes, a los niños, adultos, jóvenes, en fin, a todos.
Al entrar puedes observar parte de la exposición que tenga y comenzar el recorrido, en la parte superior puede o no continuar y mostrar una más, en la parte inferior esta una salita que ocupan para proyectar pelís, esto por formar parte de la Universidad y la programación de las salas que están en el Centro Cultural Universitario.
Plus: El patio cuenta con unas banquitas en las cuales puedes sentarte a leer o simplemente admirar el paisaje.

Algo por lo que me gusta visitar el Museo del Chopo, es que se trata de una alternativa en la que he podido encontrar gran variedad y atrevimiento en cuanto a exposiciones, conferencias y eventos que apuestan por llegar a los jóvenes con una cultura cargada de personalidad y esencia del DF. A este recinto he acudido a visitar exposiciones y conciertos en el Foro Dinosaurio, también a conferencias en el marco del Festival de México.
Lo que me gusta es que precisamente cuando funge como una sede alterna de un evento externo, la entrada es gratuita y validada como independiente; sin embargo tampoco hay mucha queja en cuanto al cobro de la entrada del Museo, pues el costo es muy accesible al bolsillo.
Algo que siempre me ha parecido especial en este lugar, es la increíble bienvenida visual, que aún sin entrar a conocer el interior la vista ya es encantada por la obra arquitectónica en que está transformada. Incluso antes de llegar, cuando voy aún por las calle aledañas, es inevitable que pasen por desapercibida la elegancia de sus dos torres que escoltan la cultura del Museo del Chopo. ¡Martes entrada libre!

Parece que depende de la ubicación es el desarrollo de las cosas, tal es el caso del Museo Universitario del Chopo, varias subculturas se mezclan en sus calles y en sus instalaciones, desde una exposición fotográfica hasta un performance.
Cuenta con una gran cartelera de actividades entre exposiciones, obras de teatro, conferencias, entre otras.
Sus costos son muy variados, hay actividades de entrada libre hasta de $ 50.00; sin embargo, si la cartera no tiene ni para un boleto del metro espera el martes ya que la entrada al museo es gratis.
Cuenta con servicio de cafetería en el primer piso, sus costos son moderados y recomiendo ampliamente el frappé de capuchino, simplemente delicioso.
Es un museo muy actual que no está de más consultar sus eventos.

Tener ojo para el arte, sobre todo el contemporáneo, es difícil. Las diferentes subculturas y pensamientos de diferentes artistas van desde lo abstracto hasta lo subliminal pero no siempre podemos distinguir a primera vista lo que nos plasman en sus obras.
Bueno, pues el Museo Universitario del Chopo es uno de esos lugares en los cuales exponen y proyectan todo tipo de movimientos culturales: desde la onda punk y su movimiento en los años setentas y ochentas, hasta interpretaciones del lenguaje de comunidades del valle de México.
El Chopo, lugar cultural de amplia gama, se caracteriza precisamente por ello: tiene una apertura inmensa hacia las culturas y proyecta lo que de ellas debe conocerse. Además, el recinto como tal, su arquitectura es simplemente deslumbrante.
Aunado a servir como espacio de exposición, también funge como proyector con su cinematógrafo, el cual es una de las sedes alternas de la Cineteca Nacional.
Los precios son accesibles, $ 30 la entrada general para exposiciones y solo la mitad si cuentas con credencial de estudiante o INAMPAM vigente.
Para el cinematógrafo, la entrada está en $ 40, y la mitad a estudiantes y personas de la tercera edad.

Después de haber sido el Museo de Historia Natural, a principios del siglo pasado, y haber pasado por un periodo de abandono, este edificio fue rescatado en 1973.
Desde entonces, está dedicado a dar espacio a al arte experimental y alternativo. Es común ver exposiciones sobre nuevas técnicas en el arte, o sobre maquillaje y modos de reproducción de música. Tienen un mural gigante donde un grafitero pinta. La obra está expuesta cierto periodo de tiempo, después cede su espacio a la obra de otro artista del spray.
Este museo se preocupa no sólo por exhibir, sino también por documentar este tipo de expresiones artísticas. En su biblioteca puedes encontrar fanzines hechos en la ciudad de México, de hecho se llama Fanzinoteca.
También puedes asistir al Cinematógrafo, organizan ciclos de cine de arte, pero también puedes ver películas de animación japonesa, por ejemplo.