Para todos aquellos que estén cansados de lo estandarizado de las bebidas de cafetería de cadena o de las limitadas opciones de las pequeñas cafeterías locales, Don Porfirio Café es un combo ideal. Cuenta con una amplia e inusual oferta de bebidas calientes, frías y frappé, tanto a base de café como sin él para los insomnes. En honor a Porfirio Diaz, ofrecen una interesante variedad de bebidas a base de chocolate oaxaqueño. Dentro de las bebidas prehispánicas, la mejor para quitarse el frío es la impronunciable Nisiaaba’ Bupu y para el calor el Tejate(hay que beberla tranquilamente pues su textura les dará un ataque de tos que bien vale la pena). Si se sienten aventureros prueben el Xocoátl con su toque picante, muy rico pero no para todos los paladares. El clásico champurrado es el menos sobresaliente de todos. Si van en un día soleado no se queden con las ganas de un frappé de mazapán. Para los baristas, hay gran variedad de cafés de cafetera, así como sifón japonés, torre de extracción en frío, prensa francesa, entre otros. Muy recomendado, el espresso cubano. También ofrecen una amplia carta de alimentos como wraps, molletes, ensaladas, sandwiches, tortas y baggettes. Están bien, pero no cambiarán su vida. El lugar tiene muebles recuperados por lo que pueden esperar mucha personalidad pero no la máxima comodidad en los asientos. Excelente para un café o un sandwich con amigos, pero no para ir a trabajar largas horas.(aunque el wifi es bastante veloz) El servicio es amable y rápido, por la disposición del lugar hay rincones dónde no los verán y tendrán que hacer la Starbucks de pararse a pedir. En general, cinco estrellas para las bebidas, tres y media para los alimentos, cuatro por el ambiente.