Casa Rojas

Cerca del Senado hay muchos restaurantes y la mayoría tienen precios altos. La Casa Rojas no es la excepción, pues su menú de comida corrida rebasa los 60 pesos.
Lo que hace muy interesante este lugar es el edificio donde se encuentra.
A la entrada puedes ver un antiguo elevador con verja entre dos escalinatas que te llevan al salón principal del restaurante.
Adentro, quedarás cautivado por los candelabros que cuelgan del techo y le dan un toque elegantísimo.
La comida es bastante sabrosa pero no hay nada especial.
Los viernes son de pozo le por si se te antoja.

La fachada a nivel de nuestros ojos oculta el interior con candiles y salones de altos techos. El menú es como en cualquier fonda, pero con una vieja usanza que no existe en los mercados o restaurantes, sino que se sincroniza con el ambiente de espejos grandes y su iluminación de salón, como si fuera a entrar en algún momento el general Porfirío Díaz. Y es que este edificio fue construido para el gobernador Guillermo Landa y Escandón, que en su momento fue una novedad de edificio y que todavía deja boquiabiertos a quienes pueden apreciar el edificio detrás de el mundo de anuncios que saturan nuestro ambiente cotidiano. No se culpe a nadie si no han podido entrar a comer bueno, bonito y barato, pero será agradable y una visita al mejor pasado de la Ciudad de México.