Café de la Gran Ciudad

Sin duda lo mejor de este lugar es la vista, este café de nombre Café Don Porfirio esta en el octavo piso de sears y el requisito para poder estar ahí es que si necesitas consumir algo de la carta desde antes de pasar encontrarás una tipo cadenera que te dará la carta y te hará pedir algo antes de poder pasar.
El lugar no es muy grande es como un gran pasillo con muchas sillas en la barra que dan la vista hacia el palacio de bellas artes que por cierto son los lugares más codiciados, del otro lado hay mesas para mi gusto mas cómodas pero sin buena vista.
El servicio es rápido y son muy amables siempre y cuando hayas pedido algo si no lo más seguro es que cada 2 minutos te estén diciendo que tienes que pedir si no dile adiós a la vista. Ya que terminas tu café del cual hay de muchas variedades pasas directo a caja y con tu nombre pagas tu cuenta como dije aquí lo que tiene este lugar es la gran vista eso si lleva algo para taparse ya que el aire esta cañon sobre todo en la tarde noche.

Hermosa vista de Bellas artes, el centro y la ciudad! Precios razonables. El servicio fue extremadamente lento! Perdieron mi orden y hasta que se los recorde la empezaron a hacer, hubiera dado un rate muy bajo por eso pero la verdad los sabores fueron deliciosos!!! Y la vista fue magnifica. Regresare cada oportunudad que pueda.
Es pequeño asi que llega a Buena hora.

Un poco lentos en el servicio pero vale la pena, ricos los frappes y la comida, además de la inigualable vista, eso si lleva un suéter y prepárate a la fila si llegas como a las 4 de la tarde

First review in English! Arriba, arriba!
Café de la Gran Ciudad is the BEST place to get an unobstructed aerial view of the Palace of Fine Arts (Palacio de Bellas Artes). The Café is located on the 8^th floor of the Sears department store directly across the street and facing the Palacio. Just enter Sears through the main entrance, walk straight up to the elevator and press the button for the 8^th floor. Or take the escalator up.
The entire Café is located on a terrace balcony and if you get a seat at one of the tables along the edge of the balcony, you’ll be rewarded with this gorgeous view. When we first arrived, all of the tables along the front edge were occupied so we briefly sat at a table along the wall. Luckily a couple was paying their bill and we strategically hovered near their table as they were gathering their belongings. It’s a good thing we did because someone else would have snagged the table if we hadn’t. They offer a menu of coffees, desserts and non-​alcoholic beverages. The prices are on par with what you’d pay at Starbucks.
The Café does not feel crowed at all because the staff allows only the maximum number of people into the Café that can be seated. After that, a line will form. We arrived at 4:00pm on a Friday and there was no wait but by the time we left at 5:00pm, there were maybe 10 people in line. When you’re done, I’d recommend taking the escalator down because you can get a nice view from each level of Sears from the large windows.

En este lugar se puede disfrutar de una vista increíble, el único problema de vez en cuando es tener que cuidarse de las palomas que quieren devorar tu comida, además del frío que puede sentirse… pero lo vale!
Los precios son relativamente accesibles.

Café para el alma y una vista para el corazón, a pesar de que esta en una tienda departamental y haya que subir muchos pisos y esperar un tanto más para poder ingresar, vale la pena, vale todo por esa vista, una vista impecable de una de las partes más bonitas de la ciudad, es perfecto para una cita y creo que así ha sido durante años y años. La vida se hace de momentos y esos momentos deben ser encontrados en lugares extraños, lugares como el café de nuestra gran ciudad, no hay otra cosa que pueda igualarle, quién haya tenido la idea de eso, se le agradece, lo digo de verdad, hay que siempre recordar que esta ciudad no es una ciudad más, es la ciudad. Esa ciudad que muchos vienen porque no pueden encontrar otro lugar para vivir o trabajar pero gracias a eso esta nutrida con mucha diversidad.

Sólo por la panorámica vale mucho la pena. La vista es única. Más que un lugar para el gusto es un sitio para la vista. Los atardeceres son úicos. Con cielo despejado puedes ver la panorámica del norte y poniente de la Ciudad de México. Puedes ver desde el cerro del chiquihuite hasta banobras. Este lugar tiene la función de mirador. La vista del Palacio de Bellas artes y la nueva Alameda Central es inmejorable e inspiradora.
Ir en pareja debe ser una gran experiencia. He ido en plan cuates y es padre, divertido. Pero imagino es uno de esos lugares en el que la naturaleza es cómplice de conversaciones profundas sobre esas cosas que se callan y sobre las que hace falta tiempo y espacio para hablar entre dos personas. imagino que el aire fresco de la brisa en las alturas inspira para llevar la plática más allá de los asuntos cotidianos, pensar en un presente juntos, hablar con las manos, una mirada. No recuerdo particularmente lo que consumí sino el amplio horizonte que abarcaba algo más allá de mi vista, algo que apenas se dibujaba en un futuro.

Un lugar con una vista espectacular es su mayor atractivo; sin embargo, el café no está mal.
Es uno de los lugares favoritos de todo fotógrafo, no hay ninguno que en algún momento de su vida no haya estado ahí.
Mi recomendación es ir temprano casi casi cuando a penas han abierto, ya que hay mesas disponibles y la vista es limpia; un gran problema pueden ser las palomas que merodean y no siempre es agradable.
Es una «obligación» tomarse una fotos ahí y al palacio de Bellas Artes completo.
Mi favorito el frappé, pero los pasteles siempre se ven deliciosos.

Aceptémoslo, aquí el café es lo de menos, todos venimos — al menos la primera vez– a admirar la vista completa del palacio de Bellas Artes y parte de la Alameda que el octavo piso del edificio de Sears ofrece.
Pide lo que más te llame la atención de la carta, de preferencia nada de comer, ten cuidado con las palomas y toma cuantas fotos quieras del movimiento citadino de ahí abajo.
Es un volado, algunos días puedes encontrar sin problema un lugar en las mesas más cercanas a los cristales, pero en otros la fila será tan larga que preferirás mejor buscar otra opción en las cafeterías aledañas.
Si está lloviendo, olvídalo, por mucho que desees un capuccino calientito, no te dejarán pasar.
El servicio deja qué desear y otro punto malo es que cierran a la misma hora que la tienda, o sea, alrededor de las 9 de la noche.

Como ya lo saben soy fan del café, frío, caliente o en frappé, solo o acompañado de un delicioso pan o pastel. Y si de vista se trata, este café en el octavo piso de la tienda Sears, es lo mejor para pasar una tarde agradable.
El café y la comida son buenos, pero seguramente es más visitado por la vista espectacular que ofrece del Palacio de Bellas Artes, ubicado justo enfrente. La mayoría de las personas prefiere las mesas de las orillas, ya que son éstas las que permiten apreciar por completo la imagen de las calles del Centro y con ello tener fotografías espectaculares.
Te recomiendo los smoothies, el de mango con chilito es mi favorito y de comer, cualquiera de los postres es muy bueno, además de que si pides sándwich, el pan es blanco con una figura de espira al centro color café, algo bastante peculiar que no se ve muy seguido en el pan de caja. Deja tus comentarios para saber que te pareció, y si ya lo visitaste cuéntame que es lo que mas te gusta.

Un buen café con vista panorámica, es lo que te ofrece el Gran Café de la Ciudad, ubicado en el octavo piso de la tienda Sears, en el Centro Histórico. Aunque la cafetería está ubicada en uno de los cruces más difíciles y transitados de la ciudad, avenida Juárez y eje central, puedo asegurarte que en las alturas encontrarás tranquilidad, y una vista ideal para conversar con un buen café o pasar tiempo contigo mismo. Invita a reflexionar viendo la gran urbe.
Recomendable para disfrutar en cualquier momento del día. En la noche verás la ciudad iluminada y frente a ti tienes a un gigante blanco divino; el Palacio de Bellas Artes, que puede ser apreciado en todo su esplendor desde la cafetería.
El café es muy bueno, intenso y aromático. Tienen pasteles, bagels, y algunos bocadillos salados. Lo importante aquí es disfrutar de la vista, de un lugar pequeño y confortable. La atención no es de lo mejor y casi siempre está lleno, pero te dan mesa rápido y mientras esperas puedes conversar.
Te recomiendo que vengas al atardecer, podrás observar cómo se van enciendo poco a poco las luces de la ciudad. Hay servicio de internet, y en tres mesas hay enchufes de electricidad por si deseas escribir desde las alturas.
Tip: Si vienes en la noche, procura traer un suéter porque baja un poco la temperatura y algunas veces hay viento.

Si tienen la oportunidad de visitar el Café de la Gran Ciudad, háganlo, les aseguro que jamás se van a arrepentir Es un sitio en donde todas las personas que andan de paso o son de la ciudad tiene que colocarlo en su agenda.
Se trata de una cafetería ubicada en el octavo piso del edificio de Sears, en el Centro Histórico justo enfrente del Palacio de Bellas Artes. Es un lugar que recomiendo porque, además de ser muy tranquilo y de la variedad de bebidas y bocadillos que venden, la vista es un espectáculo digno de admirar.