Oh the memories… I used to find my self in this place late at night and lo g after they should have been serving me any more alcohol, let alone with a microphone in my hand. If you are interested in Spanish language music, and have a love of the classics(read old school culture), this place is a must. There is a piano bar with some entertainment, but the highlight is the crowd that takes turns belting their favorite classic tunes. Some of these folks really know how to sing and you would think they were in the music industry in some way or another. This is where I decided to learn a couple of songs that I could pull out for special occasions. People don’t expect a gringo to know Alejandro Fernández or Los Tigers del Norte. Its good to keep a couple aces up your sleeve.
Mónica M.
Tu valoración: 5 Mexico City, México
A Rox y a mi nos dijeron que es e lugar era de chicas y pensamos que eso quería decir que habrían muchos chicos en caza, pero no. Literal cuando te digan en Guadalajara, que un lugar es de chicas, es porque neta es de chicas. Habían como 20 hombres contados en el lugar y casi puedo jurar que también ellos estaban en busca de niños. Las sillas blancas altas del lugar me gustaron, casi todo el tiempo estuve sentada chismeando a gritos con Rox y no me cansé ni me molestó la espalda. Los pianistas y los dos cantantes que hacen más amena las noche, bastante buenos. Yo hasta los grabé y se los mandé a mi ma por whats.
Azul C.
Tu valoración: 3 Mexico City, México
No sé por qué pero mis amigas en la universidad siempre decían que éste era el bar de las divorciadas. Lo que me resulta todavía más increíble es que como dice la canción «no sé cómo ni cuándo» haya terminado en este lugar. La noche estuvo divertida entre la cantada y mi observación antropológica del cubil felino de las divorciadas, si les digo la verdad aún después de esa noche no entiendo por qué se ha ganado esa fama aunque hay que reconocer que la concurrencia está más del lado INAPAM pero eso no significa que no se la pase una bien. No sé si sería mi primera opción para salir pero tampoco me molestaría terminar otra noche aquí.
Eli E.
Tu valoración: 3 Guadalajara, México
Es verdad que me gusta cantar con mi karaōke, pero para hacer el ridículo mejor me quedo en mi casita. Acudí a este lugar más bien por compromiso, cuál fue mi sorpresa que las personas que amenizan la cantada lo hacen muy bien y el pianista toca las clásicas como piano man, maldita primavera, no se murió el amor y muchas más, de maravilla. La atención de los meseros es muy buena, desde los cadeneros de la entrada, hasta el bar man. No soy fan del lugar pero sí se lo recomendaría a mis papás o a mis jefes de la oficina.