Chipre

Clásico donde los halla, este zaragozano local se encuentra en una de las zonas «top» donde el trasiego de personas es un continuo devenir.
Con una amplia terraza exterior donde disfrutar al sol y del buen ambiente, y un interior donde la madera y la decoración cobra protagonismo tras una amplia foto de la época en blanco y negro de la calle Alfonso de principios de S. XX con su calzada de tierra, carros tirados por caballos y un «Chipre» de antaño.
Excelentes bocadillos que compartir con tu compañía y un ambiente que invita a la conversación. Antes ya se hablaba del local de boca en boca. Ahora queda reflejado entre reseñas Unilocal
Altamente recomendable

Todo un clásico con excelentes bocadillos y batidos por un lado y cócteles para quienes quieran algo más potente.

¿Qué zaragozano de pro no conoce el Chipre?
Ya en mi época universitaria, pasaba largas tardes de invierno sentada en su planta superior decorada con un estilo característico que imita los antiguos bancos callejeros o en el salón inferior, metíendole a sus bocatas o a sus impresionantes batidos (todo super light ¿eh? lo mio es que soy de hueso ancho)… Y en verano, pues disfrutaba de su terraza con jarras de cerveza helada.
Últimamente me ha tocado volver allí por diversas circunstancias después de años sin visitarlo y he de reconocer, para mi sorpresa y agrado, que sigue todo igual: sus batidos increíbles y sus bocatas, bastante buenos.
Los camareros son bastante majetes y agradables y teniendo en cuenta que se localiza en un lugar bastante céntrico, creo que lo usaré junto a otros, para hacer parada y fonda cuando me toque bajar a currar por el centro…

Muchos sabores por descubrir, uno a uno apareciendo por tu boca al primer mordisco. El pan muy logrado también contribuye a engrandecer el resultado final! Para recomendar.
#laternascasoñadora sigue adelante en busca de #elbocataperfecto

No había estado nunca aquí en esta cafetería, con los años que lleva en Zaragoza… Hemos probado el bocata del concurso del Ternasco de Aragón y ha sido una buena excusa.
Tiene una gran terraza, su servicio es bueno y de paso los niños han probado sus famosos batidos (los niños flipando).
Volveremos otro día para probar nuevas cosicas.

Visto de lejos este bar puede parecer que no ofrece muchos servicios, pero si te acercas te enamorarás de él.
Con un diseño postmoderno, El Chipre ofrece desayunos, comidas y cenas y en esto es donde más sorprende.
Pequeño en su interior explota al máximo la terraza que muestra en el parque cercano.
Entre su menú aconsejo el no 3 con paté de aceituna negra. Hace derretir al paladar y al todo el cuerpo.
No es barato pero se premia con delicias como esta.
Por la noche se convierte en un lugar alegre y socialmente activo.