Tommy Mel’s

Entre el Centro Comercial Nervión Plaza y El Corte Inglés, un poco escondido se encuentra Tommy Mel’s. Si no te apetece comer lo típico de siempre en Nervión es una buena opción. Puedes ir andando y volver si por ejemplo vas al cine.
Eso sí, típico sitio de comida americana. Hamburguesas ricas sin más, aunque no me gusta nada el pan… Se deshace. Si te gusta el queso, la Top Cheese (mezcla tres) te va a gustar. También tienen carnes (el pollo con bacon y queso está rico). Las «sweet potatoes» son mi entrante favorito: batata con salsa barbacoa.
Cuando te rellenan la bebida sale por la mitad, así que aprovecha.
Lo mejor del sitio es el ambiente: estilo años 50, el servicio siempre muy atento y todos llevan puestas zapatillas Converse. ¡Muy chachi!

Tommy Mel’s es uno de esos buenos ejemplos de cómo debe ser un establecimiento de comida americana.
La variedad es enorme, pero con sentido, la calidad increíble y los precios, aunque algo elevados, ajustados esta calidad que comentaba.
Patatas fritas, hot dogs, alitas, comida tex-​mex, sandwiches, ensaladas, POLLO FRITO CON GOFRES, y como no una de sus especialidades: las hamburguesas. Y digo una de ellas, porque para mí los grandes reyes de Tommy Mel’s son los postres.
¿En qué sitio de Sevilla puedes tomarte un mítico Banana Split? Pues aquí. Helados, tortitas, gofres y batidos helados de mil sabores y a tu gusto: desde los mas tradicionales a after eight, mantequilla de cacahuete, mars, kinder bueno, twix, M&M’s y un larguíiiiisimo etc. Una auténtica gozada.
La decoración es una gozada, los sitios amplios y el servicio muy atento y simpático (y encima vestidos como en las auténticas cafeterías tipo Grease, mola).
Estate atento a las oferta en su web, porque suelen ir actualizándolas, y a sus eventos especiales, porque merece la pena aprovecharlos.
Tommy Mel’s es por méritos propios, uno de los mejores establecimientos de comida americana de Sevilla, sin duda.

Comida estilo rollo Foster americano. Copia de imagen América de los cincuenta. La comida nada del otro mundo y un poco cara aunque no tanto como el Foster. Tardan en servir. Servicio amable aunque Tardón. Se nota que es franquicia. Prefiero otrosde la zona.

El servicio pesimo y sobre todo del camarero que esta detras de la barra. Nada recomendable para grupos con mas de 5 personas.

La comida es espectacular. El ambiente es realmente el de los típicos bares americanos, ése que tantas veces hemos visto en las películas. Me gustó mucho ir con mi pareja y sentarnos al fondo del local. Eso sí, no hay mucha intimidad. Puedes ver lo que está comiendo el de al lado y viceversa. También había demasiado ruido porque estaba lleno y todo el mundo hablaba, como es lógico. El trato fue muy bueno, hay un buen número de camareros y camareras para atender a tantos comensales. Me pareció un sitio al que volver y al que me gustaría ir en grupo. La experiencia en pareja fue muy positiva.

He tenido la oportunidad de probar este americano en varias ocasiones. Teniendo en cuenta que trabajé en un restaurante en Michigan del mismo estilo, cuando pusieron este en Sevilla, me emocioné un rato!
La decoración es muy divertida, al igual que la indumentaria de los camareros. Pero el trato no siempre es tan adecuado como cabría esperar.
Tienen gran variedad de entrantes y platos principales, desde perritos, hamburguesas a platos típicamente americanos.
Los precios son elevados para lo que ofrecen, por ejemplo las patatas con queso vienen en un cuenco bastante pequeño, las hamburguesas vienen sin patatas, ni lechuga, ni na de na de acompañamiento, cosa que para los 8 – 12 euros que te gastas en ellas me parece fatal.
Sabores adecuados.
Volveré, sobre todo por los BATIDOS que hacen, realmente como los americanos!!! (casi imposibles de encontrar…)

Para ser la típica franquicia no está mal, pero prefiero otras hamburgueserías, la verdad (por la misma zona está el Fridays que está mucho mejor).
La decoración tipo años 50 está conseguida y el servicio en general es bueno: las camareras son atentas y no se hacen esperar, pero ahí se acaban las virtudes.
En cuanto a los precios me parecen algo caros, por lo menos en los menús infantiles (el de pollo empanado tiene poca cantidad). La hamburguesa Tommy Mel está buena pero son casi 10 € con las patatas (que no son nada del otro mundo).
Para mi gusto también abusan un poco de la salsa barbacoa, yo probé las batatas y el pollo Santa Mónica y tapaba un poco el sabor.
En general, creo que es un sitio «último recurso» si no hay nada mejor, o por si los niños se ponen muy pesados y no se quiere ir a un Macdonalds o similares.
Pero aviso: los fines de semana se suele llenar

Tommy Mel’s es un restaurante de tipo estadounidense, con todas las especialidades del país: hamburguesas, hot dog, carnes a la parrilla… Para empezar, nosotros pedimos unos palitos de mozzarela que estaban deliciosos. Como eran calientes, al partirlos, la mozzarela se convertía en irresistibles hilos de queso. ¡Riquísimos!
Y para comer, hamburguesa y hot dog. Estaban riquísimos, y aunque parece comida justa, hay que decir que era abundante, así que decidimos no tomar postre. La atención es muy correcta y atenta, todas las chicas que nos atendieron fueron muy simpáticas.
Por la localización, tiene buenas combinaciones de transporte público, y además, está genial por si quieres comer aquí después de un día de compras por Nervión. El bar es muy original, tematizado completamente al puro estilo del país americano.
Si te gustan las hamburguesas tienes que probar este lugar. ¡Recomendable!

Se ha convertido en uno de mis clásicos.
El típico american dinner, donde la calidad de la carne de hamburguesas está garantizada, y la variedad de hamburguesas y otros platos hace que cualquiera pueda probar.
Para las meriendas es el sitio perfecto: batidos de muchos tipos, helados y tartas muy buenas.
Por la decoración también merece una visita, y siempre con musica cincuentera.
De precios, no es barato, pero merece la pena.
Un sitio muy recomendable.

Este restaurante de la cadena Tommy Mel’s fue el primero en llegar a la ciudad de Sevilla, he venido muchas veces y me pilla muy cerca de casa, conozco bastante su menú y puedo escribir un comentario más útil que el que escribí en su momento.
Este local se encuentra pegado al Corte Inglés, una localización muy inteligente. Céntrico y comercial, pero alejada de Luis de Morales, que es la zona más transitada tanto por el tráfico rodado como por los peatones en frenesí consumista que se pueden encontrar saltándose todos los semáforos de la zona, increpando a los conductores que se atreven a pitarles con el claxon. Esta zona personalmente me pone de los nervios y considero un acierto que se mantenga apartado de aquí.
Cuando cruzas sus puertas entras en la dimensión «América de los 80» que considero uno de los puntos fuertes de este negocio. Una persona te va a recibir y te va a conducir a una mesa libre, según el número de comensales que lleves. Los camareros y camareras van de uniforme para armonizar con el estupendo decorado del local, el ambiente es muy distendido y divertido, incluida la música. La atención del personal suele ser buena y son muy simpáticos. A veces demasiado, como una vez que pedimos un café, y la persona en cuestión, muy jovialmente nos ofreció un café con un licor alegando que era sábado, y que qué mejor alegría para el cuerpo. Tras nuestra negativa siguió insistiéndonos, algo que ya me pareció muy pesado, sobre todo teniendo en cuenta que, casualidades de la vida, el otro café costaba 2 € más caro.
Respecto al menú, la comida americana tradicional propia del almuerzo o la cena no está mal, pero ofrecen poco para los precios que tienen, y lo que pruebas no está exquisito, simplemente correcto. Si solo tuviera en cuenta esto, mi valoración sería de 3 estrellas. Respecto a las meriendas y los postres, la cosa cambia, y estamos ante uno de los mejores sitios de la zona, donde está todo buenísimo a precios que, sin ser baratos, tampoco te llevas las manos a la cabeza cuando los ves. Si tuviera solo esto en cuenta, mi reseña sería de 5 estrellas.
Así que, haciendo una media, le pongo 4 estrellas a Tommy Mel’s, aclarando que lo recomiendo fervientemente a la hora de la merienda y, bueno, para almorzar o cenar, pues también merece una oportunidad.

I´ve been living in Spain for almost 6 years and, like any other American, I crave a good burger sometimes. Just on the advice of a friend, we stopped by Tommy Mel´s. SO GOOD. You feel like you´re inside an authentic diner with all the bells and whistles. And the food… yum! I also had a peanut butter milkshake which was just heavenly.
Highly recommend it. Can´t wait to go back.

Desde que abrieron un local cerca de El Corte Inglés de nervión, he ido bastantes veces. Es un restaurante de comida rápida ambientado en los 50. Una de las cosas que más me gustan es la decoración, es como si estuvieras en Grease.
El local es agradable, cómodo y amplio. La atención suele ser rápida.
En cuanto a la comida, hace tiempo ampliaron la carta y me faltan cosas por probar, pero puedo recomendar la hamburguesa Tommy Mel’s, que tiene cebolla caramelizada y está buenísima. Y las patatas con bacon y queso, tengo una amiga que es una absoluta fan de esas patatas y dice que iría al restaurante sólo a llevarse las patatas.
Lo mejor es la gran variedad de postres que tienen. El brownie de chocolate con helado de vainilla es el mejor que he probado hasta ahora. Sin duda, lo recomiendo, y también el batido de plátano (riquísimo). En navidad tienen un batido especial de turrón, que está buenísimo también.
La pega que le pongo, y si no voy más a comer allí, es el precio, porque no incluyen las patatas, las tienes que pedir a parte, y la bebida son casi 3 euros, y eso encarece mucho al final. Para merendar es una muy buena opción.
He de decir que me gusta más que el Peggy Sue’s.

Cuando abrieron Tommy Mel’s, muy cerca de donde vive mi abuela, no dudé en ir, siendo como soy fan de los dinners americanos. La carta es amplia aunque dentro de lo que se espera en un local que vende comida americana: hamburguesas varias, sandwiches, perritos calientes, batidos y smoothies y hasta wraps. Los nombres de los platos suelen tener que ver con todo ese ambiente de los años 50 en el que se centra el local, del cual es muy destacable la decoración, que hace que te sientas en otra época. Los uniformes de los camareros, las luces de néón, la forma de las mesas y sillones, todo muy conseguido y original.
Debo destacar los entrantes, sirven más cantidad de a lo que estoy acostumbrada y los nachos están buenísimos. Los postres también están muy buenos, pero a veces no entran tras la comida.
Rellenan la bebida, lo cual siempre es un plus, y te dejan quitar ingredientes no deseados a tu comida, o añadirlos por un módico precio. Siempre preguntan cómo quieres la carne, además del tamaño del que la prefieres. El servicio por lo general es muy bueno, aunque en ocasiones quizás excesivamente atento e intentando ser graciosos…
Puedes llevar la comida a casa si ya no puedes comer más y ahora incluyen también servicio a domicilio, por si prefieres comer en casa.
Muy recomendable para ir en grupo y con niños, mejor para comer.

La verdad es que habia oido hablar mucho de este sitio y no fue para menos. Me encanto la decoracion del local, los camareros vestidos de la epoca, todo muy kuky! ^^ El chaval que nos atendio fue muy amable, simpatico y atento a pasar de la gran cantidad de gente que habia. Lo que menos me gusto es que es un local pequeño y con muchisimas mesas muy juntas unas de otras, pero bueno pasable.
La comida extraordinaria! Comimos tanto que practicamente no podiamos movernos. Y para terminar un batido helado con su alcohol correspodiente! Todo rico rico rico.
Para mi 4 estrellitas y decir que volvere!

La decoración es lo que más me gustó por como esta ambientado, pero lo demás… Deja mucho que desear.
En general muy escaso todo. Probé las patatas con bacón y queso como entrante y lo sirven en un cuenco que es bastante incómodo para comer y muy pequeño. De plato principal fueron dos hamburguesas compartidas que una de ellas estaba buena, pero la otra no parecía ni una hamburguesa, lo que más me impactó fue que no traía nada acompañándolas, ni patatas, ni ensalada, nada. El brownie tampoco estaba muy allá.
Conclusión: carísimo para lo que ofrecen.

Hamburgueseria situada justo enfrente de El Corte Inglés de Nervión, en la zona donde hay unos aparcamientos al aire libre, haciendo esquina con un «callejón» que da a La Espumosa en Nervión Plaza.
Es una hamburgueseria donde lo más destacable es la decoración, y el trato de algunos camareros.
Sus productos, algunos mejor que otros (no pidáis la American Pulled Pork a menos que queráis una bola de carne deslichada e insípida, en cambio la Rocketman no estaba tan mal).
En cuanto a sus precios, recalcar que para el precio que tienen las burgers no viene con ningún tipo de guarnición, habiéndolas que pagar aparte (unas patatas fritas van de 3’10 € a 3’80 €). Un pasote para lo que realmente son…
Tienen un sistema de tarificación de bebidas donde la primera te sale por 2’65 € si no recuerdo mal y las posteriores a 1 €.
En cuanto a la decoración y música de fondo era muy chula, ambientada en años 50s/​60s.
En resumen, no creo que vuelva a por una segunda opinión habiendo establecimientos más baratos y con mejores hamburguesas.

Aquí no soy objetivo porque me gustan mucho las americanadaaaaaaaassssssss… para morirse las hamburguesas aunque lo que me hace volver es el SUPER BATIDO HELADO DE VAINILLA!!!
Ojoo q no tienen KING AHORRO, jejee, vamos que barato del todo no es.

Entrar en Tommy Mels es como trasladarte a los años 50 americanos. El local está perfectamente ambientado, los camareros llevan los uniformes típicos de esa época… Vamos, que si aparecieran Travolta y cía no me extrañaría :)
Cosa aparte es la comida. He de decir que tiene absolutamente lo típico de las cartas de estos restaurantes: batidos, hamburguesas, hot dog, postres… Pero la verdad es que me defraudó un poco. Pedí la hamburguesa especialidad de la casa «Mels» y de sabor he de admitir que estaba buena, pero dónde se dejaron las patatas!!! Qué triste queda un plato de hamburguesa sin sus 3 – 4 papitas fritas (aunque sean congeladas).
Por otro lado, hay 1 día a la semana (normalmente fines de semana) en el que los camareros hacen un espectáculo. El día que penséis ir, enteraros (ellos mismos lo anuncian con folletos y posters en el local y e su página Web) y así por lo menos os amenizan la comida.
En definitiva, no está mal por la decoración, pero la relación calidad precio es regular tirando a malilla, sale un pelín caro para lo que te ofrecen.

Actuación de Elvis el viernes con una muy buena comida??? Yo no falto!!!

Comida rápida americana muy buena y con una ambientación genial, te sumerges en los años cincuenta.