Nuño

Los amantes de la lectura en Sevilla no suelen tener problemas para encontrar aquello que buscan, pues disponen de enormes librerías como Beta, La Casa del Libro o la más reciente Fnac. Sin embargo, siempre se agradece ese toque personal y cálido de un pequeño local, que tal vez no cuenta con lo último en tecnología para permitirte hacer tus propias búsquedas, pero que en cambio te ofrece el trato con una persona que se esfuerza por agradar y encontrar exactamente lo que necesitas en cada ocasión.
Librería Nuño, en la Macarena, es el perfecto ejemplo de estas últimas. Se trata de un espacio pequeño y algo desordenado, pero en el que nada más entrar te sientes como en casa y cuyo propietario, Fran Nuño, está dispuesto siempre a aconsejarte cuando llegas buscando algo para leer y pasar un buen rato. No esperes largos pasillos repletos de enormes estanterías llenas de libros; tampoco avanzados ordenadores que te dirán exactamente título, autor, editorial y localización exacta; ni siquiera un espacio propio para sentarte y ojear a tu aire. Puedes esperar, sin embargo, amabilidad, personalidad, entrega y, a buen seguro, una animada charla sobre tal o cual autor, este o aquel género o el título perfecto para regalar o disfrutar personalmente.
Por cierto, que además de librería Nuño es también editorial, y bajo la marca se han editado pequeños poemarios y libros de literatura infantil. Además, desde aquí se promueven activamente distintos eventos y actividades culturales, como talleres de animación a la lectura, obras de teatro, recitales literarios, ponencias sobre distintos géneros, etc.

Una de mis hermanas quiere ser de mayor actriz. Y yo, lejos de quitarle la idea de la cabeza la apoyo como cualquier hermana mayor debería hacer. Esta vida ya es bastante dura como para que no te dejen pelear por lo que quieres. El caso es que lo que si le he dicho es que para entrar en Arte Dramático tiene que prepararse, así que solemos pasarnos mucho por esta librería a buscar alguna nueva obra de teatro que podamos leer. Lo hacemos así porque es la librería que tiene mejor catálogo dentro de este género y no solo obras sino mucho material relacionado con el teatro.
El problema es que adoro leer teatro, leería miles y miles de obras de teatro seguidas. Sobretodo de teatro español de cualquier época. A ella, de momento, le compré allí algunos clásicos fáciles de encontrar de Ibsen, Pirandello o García Lorca. Ya cuando empecemos con materia más complicada mi única alternativa será Nuño porque en el resto de librerías sevillanas muchas veces no tienen más que tres o cuatro autores teatrales muy conocidos. Nunca he sabido por qué, será que tienen menos «caché» que la narrativa o la poesía. A saber, ellos se lo pierden. Por suerte, siempre nos quedará Nuño.

Me encantan las librerías. Me gustan tanto que, a veces, trato de olvidarme de lo que suponen porque no puedo permitirme esta afición, y poco a poco he ido cambiando mis visitas a estos negocios encantadores, por idas a bibliotecas… Antes compraba y compraba, ahora recurro a los préstamos.
Nuño siempre me ha gustado, será por esa combinación de madera y papel que destila un aroma único, o porque se encuentra en un sitio tan castizo e histórico como la calle San Luis. Son especialistas en artes escénicas y en literatura infantil-​juvenil, pero también puedes pedir títulos generales y si no los tienen te los traen. Una iniciatvia muy interesante que llevan a cabo es la de su club de lectura Plumier, una especie de cartilla que te van sellando por cada compra superior a 6 euros, creo… La mía se quedó a menos de la mitad…
También llevan a cabo numerosas actividades culturales para motivar y animar a la la lectura. ¡Qué importantes son estos proyectos!

Uno de mis vicios confesables es la lectura. Creo que raya la obsesión, puedo estar horas y horas leyendo y se me olvida hasta comer.
A veces cuando voy a comprarme ropa y después de un rato no encuentro nada, decido irme a ver libros que para mi es mucho más interesante.
Esta es una de las librerías que visito. Me encanta dar vueltas por la librería mirando los libros, leyendo sus sinopsis, echando un ojo a las páginas (lo se estoy enferma), y allí me puedo pasar horas y horas.
Creo que ya me conocen y me dejan a mi aire pero antes cuando veían a una loca dando vueltas y vueltas por allí siempre se me acercaban y me preguntaban si necesitaba ayuda, y siempre les decía «gracias, estoy mirando».
A veces me llevo algún libro y otras tan solo paseo por allí viendo todo lo que tienen, y es que los libros aunque nadie os lo haya dicho, son un vicio muy muy caro.