El Viajero Sedentario

Todo el mundo hablaba de este local y nunca se daba la ocasión.
Es perfecto para tomarse un café o una cerveza, antes de empezar la fiesta.
Lo mejor es que hacen eventos culturales, como recitales de poesía y visionado de cortos en el patio, perfecto para este tiempo primaveral.

_​mi primera visita a este lugar fue por recomendación de mi hermano, hablaba tan bien de él que no pude resistirme a visitarlo rápidamente. Contaba que era una cafetería como las pequeñas joyitas de los países europeos del norte y la verdad es que llevaba toda la razón.
Es un pequeño local, situado en el corazón de la Alameda de Hércules, con un patio delantero precioso, muy acogedor, donde puedes sentarte a leer, a jugar a juegos de mesa, a tomar un café, a charlar con los amigos, etc. El interior es más bonito aún, lleno de estanterías abarrotadas de libros, disponibles para los clientes, con juegos de mesa (gran variedad y prácticamente nuevos) que puedes coger y disfrutar jugando con ellos. Un local, que aunque muy pequeño, con un encanto supremo y que te hace la estancia más que agradable.
Los cafés están riquísimos y sus tartas caseras de varios sabores no puedes dejar de probarlas (a mí me enamoró la de plátano y chocolate, aunque no siempre está disponible). Tienen carta de tés, variedad de vinos, cerveza, combinados, y prácticamente todo tipo de bebidas.
Los dueños y empleados son muy amables y atienden con mucho cariño a los clientes. Los precios son, desde mi punto de vista, muy económicos y aunque a priori parece un local muy pequeño y suele estar lleno, es raro que no encuentres sitio, ya que tienen mesas dentro, en el patio delantero y terraza en el exterior. Aunque, eso sí, los domingos suele ser muy complicado encontrar algún sitio libre.
Sin duda, este precioso lugar, se ha convertido en mi lugar preferido de la Alameda y lo tengo como mi primera opción cada vez que visito la zona…

Perfecta parada para el cafelito de después. De después de comer en el Burguett, en mi caso.
Tienen una variedad no muy grande de tartas pero están todas estupendamente ricas. El café está rico y no sé si lo he dicho pero las tartas todavía más. En mi caso ésta era mi segunda vez y reincidí en la tarta de Oreo.
Lo que hace (un poquito más) diferente a este sitio es que además de comer, charlar y beber puedes, si te apetece, puedes leer. Hay libros y libros que el viajero puede degustar a su antojo. También hay mensajes en los platos de café y trocitos de sabiduría en los sobres de azúcar.
Por último, pero no por ello menos importante, los camareros son amables y el trato es afable.
Me gusta este sitio.

Un amigo de un amigo me enseñó este sitio y en un par de semanas ya he ido dos veces.
Como lectora empedernida, el nombre me encantó.
Cuando llegué y vi el sitio, con ese patio tan acogedor y encima lleno de libros no sabía donde meterme. La terraza también muy bien, típica de la Alameda.
Los camareros super simpáticos.
Por ponerle una pega, hay poca variedad en las tartas (que yo haya conocido, de zanahoria, oreo y chocolate y caramelo) pero están todas tan buenas y encima caseras que no es un problema. La de chocolate y caramelo es de las que se te caen lagrimones cuando la pruebas.
Se puede resumir perfectamente con la pregunta «¿hay algo mejor que la combinación de tartas y libros?». Efectivamente, la respuesta es NO.

El viajero Sedentario es uno de esos sitios que quizás no tenga la mejor carta posible, algo que le puedo perdonar porque es una cafetería y la decoración y el ambiente me gusta tanto que siempre que me quiero tomar un té me acerco al local.
En el exterior tiene una terraza tan buena como cualquier otra de la Alameda cuando da el sol, así que es perfecta para tomar un té o cafelito al sol, incluso una cerveza, te sientas y disfrutas.
Pero lo mejor es su patio y salón interior, donde se respira un ambiente tan distendido como cultural, más en el salón, lleno a rebosar de libros que cualquiera puede tomar para leer un poco mientras disfruta de su consumición.
Así que ya sea porque quieres quedar de intelectual con un ligue o porque simplemente disfrutas de tomar algo acompañado de un libro o una conversación literaria, el Viajero sedentario es un lugar más que recomendable.

Ciertamente me encanta el concepto de este bar-​café. Puedes sentarte en alguna de las mesas disponibles en el terraza, o en el interior, aunque éste es algo pequeño, y tomarte un café o copa mientras disfrutas de la lectura de algunos de los libros que tienen disponibles para los clientes, o de alguno de los juegos de mesa que también tienen a disposición de todos. Localización magnífica, en plena alameda, y precios ajustados. Asimismo, sirven desayunos. Ojalá dure mucho abierto!

Viajar soñando. Los libros son los billetes de viaje más accesibles, y casi siempre, el éxito está asegurado.
El Viajero Sedentario parece un portal a una dimensión de otra ciudad y época. Es un espacio casi Potteriano de magia, libros y tartas artesanales donde pasar un rato igualmente íntimo sea solo o acompañado.
Su nombre hace referencia a ese periplo que hace la mente mientras lee un libro, pero el aura del lugar también le hace honor.
Sea el aroma a cafetería, pasteles y libros, el sabor de sus tés de hierbas exóticas o la amabilidad y la dulzura en el acento de sus encargados lo que transporta, El Viajero Sedentario ofrece una experiencia que involucra a los sentidos.
Volveré, acompañada de un libro o de amigos, a tomarme una tarta que –quizá– no tenga lactosa y un té que me lleve a Oriente; y volveré a Sevilla antes de la hora de cenar.

Cuanto más vengo, más me gusta. Es uno de esos remansos de paz necesarios en la Alameda, que se ha convertido en un hervidero de gente y masificación en general. A los que vivimos por aquí nos agrada encontrar nuestros pequeños espacios «zen» donde disfrutar un buen rato de calma, silencio, buen ambiente, café y tartas, WiFi gratis y, además, todo rodeado de libros.
Tienen un club, al que si te apuntas, puedes llevarte a casa cualquiera de los libros de los que disponen y devolverlo cuando quieras, totalmente gratis. También aceptan donaciones de los clientes que quieran aumentar el catálogo. Las estanterías están divididas por temáticas: viajero aventurero, infancia del viajero, viajero detective, viajero en el tiempo, viajero entre dragones… eso, y un repertorio enorme de revistas culturales tipo JotDown, Yorokobu, El País Semanal, etc.
Si eso le sumamos buen café, buenísimas tartas (la caramelo salado es brutal), buena localización, buen servicio por parte de los trabajadores y buenas opciones de desayuno, resulta que tenemos un combo ganador, se mire por donde se mire.
«Leer es viajar sin el estorbo del equipaje…»

Este local me ha ganado poco a poco, al igual que el resto de la Alameda y alrededores, y sea la hora que sea intento encontrar sitio aquí. Ya el concepto que encierra el nombre me atrae; viajar sin salir de sus sillones…
Es una cafetería llena de libros o una biblioteca donde sirven café. Sus paredes están repletas de libros clasificados por géneros, y puedes encontrarlos en varios idiomas. No sé si puedes llevártelos a casa, pero puedes coger el que quieras y leerlo mientras tomas un café, un té (de los que tienen gran variedad) y una de sus tartas… Y qué tartas. La de zanahoria deliciosa y la de oreo buenísima. Pregunta, déjate aconsejar y prueba.
Se divide en dos terrazas, una propiamente en la calle y otra en un patio interior, y dispone de varias mesas dentro del local, con sofás llenos de cojines para que te sientas a gusto. Suele estar lleno así que mejor ven con paciencia, pero podrás entretenerte con los libros, las revistas y los juegos de mesa.
Los camareros son algo despistados pero se reconocen sus buenas intenciones y el cariño por lo que hacen. Es un local lleno de pequeños detalles y al final es la suma de todos lo que crea la buena experiencia.
Ven, siéntate, desconecta y disfruta :)

Segunda vez que vengo y ya me tiene gana, y es que soy mu agradecía…
Cafetería– librería con encanto y magia, donde puedes trabajar, tomarte un argo durse, leer o jugar con los Amiguetes.
Libros y más libros, te rodean y te atrapan y ya no puedes salir sin comprar o llevarte uno para casa. Yo hoy me he pillado «El reino del dragón de oro», de mi adorada Isabel Allende, previa ficha. Me dejan un par de semanas, hasta el 03/​01, pero si necesito más tiempo, llamo y asunto solucionado.
Punto a destacar, sus tartas, tes variados, café y batidos helados, tienen una oferta de café o té más tarta por 3,50 €. La de zanahoria pa ponerle un piso!!.
UnilocalCOMENDADO!

Venir aquí es muy placentero. Es un lugar mágico y lleno de cultura. Para empezar, decir que es una cafetería y librería a la vez.
En El Viajero Sedentario encontrarás las paredes llenas de libros, y el mecanismo para adquirirlos es muy sencillo: unos están para prestar y los otros están a la venta. Si te lo quieres llevar prestado tienes que hacerte un carnet previo, o si lo prefieres también puedes venir a leerlo aquí.
El interior de El Viajero es muy pequeñito, sólo hay cuatro mesas y muy apretadas, pero en la entrada hay un amplio patio que siempre está lleno. Además, tienen una deliciosa y amplia carta de infusiones, muy apetecible para quien no tome café. Y lo mejor de todo… ¡Las tartas! Tienen varias tartas riquísimas y artesanales que son muy recomendables.
La atención es un poco lenta, porque suele haber una chica, y en ocasiones alguna persona más, pero aún así son agradables. El lugar siempre que he ido ha estado lleno, y sobre todo de extranjeros, es un lugar multicultural, que seguro cuando vayas, te atrapa. ¡Recomendable!

Este tipo de locales de encanta. Con duende, cultura y buenos productos. Además los precios están genial!
Tiene un pequeño patio con sillones y mesas entre árboles, el típico sitio donde pasarías horas leyendo y tomando un café, o un té en mi caso.
Las tartas son caseras, cada día hay diferentes aunque el bizcocho de zanahoria y la de chocolate suelen encontrarse siempre. El té está bueno y también tienen vino, cerveza y ponen desayunos.
Sin duda, un sitio fantástico de la alameda.

Bueno, bonito y barato
El local es pequeñito, pero luego tienen dos partes de terraza mas que apañadas para echar la tardecita de sobremesa, leyendo un rato con algo rico por delante, o ponerte con los apuntes (tienen wifi pero no lo he probado, no tardaré en volver y ver que tal la experiencia xD).
La decoración es muy cuca (solo con ver esa terraza llena de cojincitos, y los pequeños detalles de menaje tenamoratoa) a lo que le sumas unos precios mas que decentes (café 1.20 y oferta de café + tarta por 3.50 … Y que señoras tartas madre mía) y como no, libros y revistas por todas partes, que igual encuentras a Kundera que la Mongolia que el National Geographic.
En resumen: Muy fan tanto del sitio, como del trato (el camarero tuvo su santa paciencia hablando de sus tartas y ayudandonos a decidir) como de los precios. No puedo poner ni una mísera pega. Un must si quieres una merienda rica o un cafelito.

El viajero sedentario es una cafetería pequeñita por dentro pero con una gran terraza, podríamos decir que tiene doble terraza en dos espacios. La primera parte de la terraza dónde puedes sentarte alrededor de un arbol o en cualquiera de sus otras mesitas y después la terraza que hay en la acera, en la calle.
En su interior puedes encontrar estanterías llenas de libros separados por géneros (el viajero detective, el viajero de la tierra media, el viajero estelar, etc) y leerlos allí mismo. También tienen algunos juegos de mesa.
Es un lugar bastante tranquilo donde leer, trabajar o simplemente tomarte algo y charlar con tus amigos. Tienen bastante variedad de tés e infusiones, tartas, zumos naturales, etc.
Este nuevo local le sienta muy bien a la Alameda y le auguró larga y próspera vida.

Lugar ideal para alguien que busque una cafetería mas «europea» o «americana», de esas en las que puedes conectarte a internet y trabajar. O… Pasar un rato leyendo un libro tuyo… O de ellos, que también es una biblioteca/​librería.
Un equipo encantador

Es una cafetería muy cuca a la que llevaba mucho tiempo queriendo ir. Se trata de un local pequeñito y acogedor con las paredes forradas de estanterías llenas de libros. Además, tiene una terraza que conecta el local con la calle.
Es un sitio agradable al que puedes ir a pasar la tarde, ya sea charlando con amigos o para leer un libro. Y es que es eso lo que más me gusta del sitio: hay una gran variedad de libros, muchos en inglés, que puedes leer libremente mientras te tomas un café. ¡Hasta tienen sus propios marcapáginas para los clientes! Muy inspirador.

Unique place
Awesome service
Great music and books
Terraza/​open area
Iced coffee ice love it
Free wifi
Great décor but small
Chess games
Organic products
Weekly events like swing class this Friday
Cozy spot
This place is awesome to come and sit and enjoy your time
Must come place different than other places in Sevilla