Messala Gastrobar

Aunque ya había ido en otras ocasiones, esta vez fue de pescue por ser Elite 2016. Que detallazo y que buen rato echamos!!!
Creo que han modificado la decoración del local desde mi última visita. Lo vi más iluminado y más alegre, así como una mejora en la climatización porque la última vez recuerdo pasar más calor. Mezcla mesas altas y bajas, la barra principal así como una barrita pequeña al fondo. El personal siempre atento a lo que nos faltaba, aunque de vez en cuando siempre traía una cervecita de más, cosa que se agradecía porque daba con la tecla y le faltaba a alguien.
Por la comida, platos a compartir entre cuatro, nos trajeron como entrantes unas gyozas con dos salsas una agridulce y creo que la otra era soja. Las había probado en otra ocasión y sabía que era todo un acierto, vaya peleíta con los palillitos chinos! Voy a tener que hacer un curso.
El segundo plato fue unas croquetas caseras de cola de toro y chicharrones de Cádiz, de las dos me quedo con las de toro. A las de chicharrón no les pillé el gusto a tan rico manjar, pero estaban bastante buenas.
Pasamos con el siguiente que fue un yakisoba de verduras con langostino, muy rico también pero eso de «langostino». Aquí contemplé el manejo de los palillos que tenían los compis Elite, Qué barbaridá!! a mi me cuesta coger el sushi o las gyozas.
Por último y antes de los postres nos pusieron unos lagartitos con salsa se mojo, la carne estaba en su punto a la vez que buena. Creo que junto con las croquetas de cola de toro me parecieron lo mejor de la noche.
Para terminar una variedad de postres de la casa que iba desde el típico coulant (no por eso menos bueno), una torrija con helado (que más de uno debería de haber tenido alicatado el cielo de la boca, ya que estaba calentita) y una tarta de queso para mí la reina de los postres. Este fue un plato a compartir entre todos.
Todo acabó con el juramento Elite firmado por cada uno de los allí presentes. Buena experiencia y sobre todo agradecer la convidá a Unilocal

Messala ha resultado un absoluto descubrimiento para mí, ya que combina buen gusto, un menú delicioso, un trato de 10 y una ubicación absolutamente céntrica. Todos ellos ingredientes de éxito.
Visité este gastrobar gracias a Unilocal,quien organizó una cena para darnos la bienvenida al pelotón a la última hornada de Élites ’16, por lo que la compañía ya era un punto a favor desde antes de empezar. Una vez allí me encantó la propia decoración y distribución de las mesas del local, así como el ambiente relajado que allí se respiraba, sin conversaciones bulliciosas. Además, desde el primer momento me sentí absolutamente atendido por los camareros, que en todo momento se notaban pendientes de si necesitábamos algo.
En cuanto a los platos que tuvimos el gusto de probar, empezamos con unos gyoza acompañados de salsas agridulce, con un toque ligeramente más picante de lo normal, y juraría que de soja, la cual me sorprendió por su espesura mayor a la que estoy acostumbrado y me pareció de lo más conveniente en este caso. En segundo lugar, el que fue mi plato favorito y, por lo que comentamos allí, también de la mayoría: croquetas de chicharrones y rabo de toro. Las primeras gustaron, aunque no me parecieron nada destacables, pero las segundas… ¡OMG! Mira que era reticente a comer esa carne… pero ¡qué sabor! Absolutamente recomendables y casi imprescindibles.
El tercer plato fueron unos yakisoba de verduras y langostino, en singular porque sólo había uno. Me agradó mucho reconocer sabores de otros yakisoba de mi juventud, pero tristemente estaban pasados y se partían con demasiada facilidad. Habrá que volver para darles una segunda oportunidad con ellos. Finalmente, el menú salado terminó con un lagarto ibérico muy muy rico, en su punto, sobre unas patatas también con el toque justo de fritura (chapó por ser cortadas a mano, que no se pierda esta costumbre) y acompañadas de una salsa gaucha.
Por su parte, la ronda de postres estuvo compuesta por un mítico pero no por ello menos rico coulant de chocolate que me pareció artesanal (¡al fin!), una humeante pero suave torrija con helado, y una tradicional tarta de queso.
¿Balance general? Experiencia perfecta que me muero por repetir pronto.

Maravilloso lugar en pleno centro de Sevilla!
Ayer pude disfrutar d algunos entrantes en este lugar y me llevé un buen sabor de boca. Estupendas empanadillas y croquetas de rabo de toro (con una textura que certifican ser caseserííííísimas). Probarlas si tenéis la ocasión
El local estaba muy bien aclimatado (cosa que se agradece dada las temperaturas de la ciudad en los últimos días). La decoración minimalista con toques de modernidad y acogedor.
Y qué decir del trato? ATENTOS CAMAREROS y con buena disposición cosa que yo personalmente valoro bastante.
Me queda pendiente cena como dios manda, ya q solo pude disfrutar d unos entrantes. Volveré con mis amigas porque sé que les gustará.

Messala esta situado en una calle con alta competencia, mucha diversidad de restaurantes transitada por mucho guiri. Mi llegada a este negocio fue a través de los chicos de Unilocal,en una cena a la que fui invitado que todo hay que decirlo. El local esta muy chulo decorado con algunas frases en sus paredes, muy de mi gusto.
Local muy bien aclimatado, importante para este tiempo en el que en la ciudad del Betis caen chocos fritos del cielo. La atención de sus camareros muy acertada, siempre con amabilidad, pedíente en todo momento del cliente y asesorando sobre vinos cuando se lo demandamos.
En el tema comida, le dimos al mundo de la Gyozas con una salsa agridulce muy buena, seguimos con unas cocretas de cola de toro muy ricas, acompañada de otras de chicharrón (sin premio) que estaban buenas, decantandome por las de cola de toro. Un magnifico Wok con gambas y verdura muy rico para terminar le dimos al mundo del lagartito con una salsa muy rica, para mi gusto el plato estrella de la noche.
No me quiero olvidar de los postres, ultimo pero digno de reseña haciendo la cocretas por el local, a destacar y fans por encima de mis posibilidades de la tarta de queso, adictiva.

Messala: inmejorable!
he sido cocinero, soy apasionado de vinos y de cocina, organizo rutas gastronómicas, Messala es el sitio favorito mio y de mi paladar :)
Perfecto para grupos de amigos. Ideal para clientela de 35/​40+ años

Buena sorpresa. Local bien decorado, mesas bien separadas y tapas de 3/​5eur. Muy buena presentación y todo exquisito. Pedimos tres tapas para compartir dos personas: arroz con setas, yakisoba y carrillada glaseada, de la cual me enamoré perdidamente y que muero por volver a probar. Por ultimo, tienen buena colección de vinos.

Había leído mucho sobre este sitio. Además, es muy activo en las redes sociales y con buenas críticas. Así que me decidí ir y comprobarlo por mí mismo.
Tiene una decoración ecléctica, me encantó la gran cristalera que tiene tras la barra. La pena es la vista que proporciona. Otra de las cosas que me agradó mucho es la separación entre las mesas, hace que puedas comer cómodamente.
En cuanto a la comida, nos pedimos para compartir unas croquetas Chef que estaban geniales, rellenas de calamares en su tinta. También elegimos un arroz negro, que tenía un socarrat magnífico. Me gustó la presentación de todos y cada uno de los platos, además de original, te invitaba a abalanzarte sobre ellos. Luego cada uno se pidió lo que le apeteció. En mi caso me decanté por el pulpo a la parrilla, un pelín duro, pero no estaba mal del todo. Destaco del resto de lo llegó a la mesa, el Timbal de aguacate y langostinos y un Yakisova ibérico que estaba fabuloso. Probé un poquillo, tendría que haberlo pedido.

El servicio agradable. Aunque si te obsequian con un chupito y pides uno sin alcohol, la respuesta en ningún caso puede ser que un vodka caramelo tiene poco alcohol, y no poco. Cuando un camarero se equivoca, debe como mínimo reconocerlo.
El precio, más que ajustado, teniendo en cuenta que éramos cinco y nos tomamos más de quince bebidas.
Buon appetito.

Decepción total !!!
Había decidido darle una segunda oportunidad … Pero fue todo un error. Tiene todo para ser un magnífico restaurante, salvo por la comida que ofrecen. Un auténtico horror.
En cocina no es todo presentación en plato. El sabor es más importante. Magret de pato con crema de calabaza… O mejor dicho ladrillo de algo con salsa precocinada, rissoto de setas o mejor dicho pasta marrón servida el cuenco … Tartar ??? O mejor dicho carne fermentada de hace 3 días .
Si ya me lleve desilusión la primera vez, esta segunda visita ha sido mucho peor.
Y nada que decir del precio… Como sí hubiese comido en tal zelai con la carta de bar de carretera.
Sitios así, son una auténtica perdida de tiempo

Todo lo que pedimos estaba buenísimo! La verdad que el menú es muy curioso y variopinto y me quedé con ganas de probar muchas cosas, por lo que es más que probable que vuelva en cuanto tenga oportunidad. El rissoto estaba tan bueno que recordándolo se me hace la boca agua. Los boquerones muy frescos y estupendamente preparado (ya se sabe que como en Andalucía en ningún sitio para comer pescaito frito). Entro otras tapas también me sorprendió la ensaladilla rusa con atún rojo, más que buenísima, genial recomendación por parte del camarero. En resumen, la comida estupenda y las tapas abundantes, típicas de la ciudad. Si que es verdad que quizás no tan grandes como en otros bares sevillanos, pero personalmente prefiero sacrificar cantidad para obtener calidad.
El personal fue muy agradable y servicial y hasta nos ayudaron a preparar la ruta para el Jueves Santo ¡muchas gracias!
El precio muy razonable y los apetitosos postres tiemblen que en mi próxima visita les guardare hueco!

Asian influenced ‘tapas’ menu mixed with local standards. Everything we ate was good, from the mini burger to the yakisoba to the croquettes. Service was a bit spotty, however polite and efficient once you flagged someone down. Overall a nice change of pace as a tourist in Spain, and probably for Sevillians as well. Good house wine.

Genial el lagartito a la brasa, lo acompaña una salsa exquisito y unas patatas sublimes. Lugar para repetir aunque sea pequeñito y no creo que dé cabida a grupos a pesar de ser reducidos.

Grata sorpresa con este sitio, porque no me acordaba ni que existía!
Personal muy amable, local agradable y grande! Céntrico muy cerca de Plaza Nueva.
Amplia carta con una mezcla muy gustosa de sabores internacionales y más tradicionales. Probamos el Risotto de Setas, Gyoza de pollo y verduras, chipirón con crema de pimientos, salmorejo de remolacha con parmesano y croquetas. A destacar éstas últimas, el risotto y las Gyoza de pollo y verduras. Lo menos bueno fue el salmorejo que estaba demasiado fuerte, imagino que la cantidad de remolacha sería considerable.
En cuanto a bebidas, amplia variedad de vinos incluso un Fino de la DO Montilla-​Moriles, muy difícil de ver por Sevilla pero no por eso menos bueno!
En definitiva un lugar de 10, con precios merecedores de la calidad de sus platos, las tapas alrededor de 3 y 4 euros.
Le doy en total un ⁹⁄₁₀ ya que lo único negativo es que hacía mucha calor, y los aires tiraban poco aquel día!
Vuelvo seguro.

Muy bueno!!! Comida moderna e internacional… Bien hecha!!!
El sitio está bien, el servicio es muy amable… pero q muy… Nuria sabe explicarte todo a la perfección !!!
Recomendable!!!