Marga Santos

Mucho de Zara y MaryPaz, algo menos de Carril 10. Así. Lo clásico, lo moderno y una «mijitilla» de lo choni. La zapatería perfecta. Ideal para lo que sea que quieras llevar –ropa de noche, casual, fiesta– y del tipo que sea que quieras llevarlo.
Los precios son bastante razonables. Y, con razonables, quiero decir que no son excesivamente baratos pero que nadie diría que son caros. Eso sí, dependerá también –como todo– de la calidad del zapato. Los hay de imitación y de piel de la «güena».
Si tuviera que destacar algo de la tienda, sería que tienen modelos originales. Estoy enamorada de unos botines altos, con tacón kilométrico y caña de pelos. No os lo llevéis, sólo queda un 36 y tengo que ahorrar todavía…
Muchas gracias por la colaboración.

Quería comprarme otras botas y salí de tiendas a pesar de la que estaba cayendo en Sevilla. Habíamos pasado un otoño bastante tranquilo. Incluso fue en otoño cuando me tomé mis vacaciones estivales –aunque parezca contradictorio-​; ya se sabe todo más barato.
Hace ya tres años una compañera de facultad vivía por la zona de El Porvenir y para una de las cenas de navidad que organizábamos llevó unos zapatos que todas las chicas alucinaron con ellos. Ella empezó a hablar de Marga Santos, que si estaban muy chulos, que si estaban muy baratos; en fin.
Estaba por la zona y de pronto me encontré con la tienda de lejos y me vino un flash back de aquella noche de diciembre. Crucé Felipe II y me fuí para allí. A primera vista parecía una zapatería algo cara, pero guiado por aquel recuerdo entré.
Tras el pequeño mostrador estaba un chico y una chica. Me atendió José. Me preguntó si buscaba algún zapato en concreto. Le comenté que si sólo tenían esos tres modelos de botas. Me dijo que sí. Las del medio me gustaron. Lo mismo me serviría para salir de noche que para trabajar de día. Tenía mi número y me las probé. Ya había visto el precio. Estaba escrito a boli en el interior. Menos de cuarenta euros por una botas masculinas. Mi compañera tenía razón. Los precios eran muy buenos.
En apariencia parecían buenas, de piel. Ya os contaré cómo son realmente. Me las compré ayer y como es obvio no las he usado más de una vez. Prometo que si me salen malas, modificaré este comentario. Aunque no sé por qué me da que no voy a tener que hacerlo.