Levíes

Uno de los sitios que más me gusta para cenar con amigos. Levies cuenta con el plus de cerrar su cocina bastante tarde, por lo que si llegas a las 00:30 te siguen atendiendo! Además tiene una carta variada y sus tapas son bastante grandes para lo que sueles encontrar en otros bares de la zona.
Como contra, hay que revisar la cuenta antes, ha habido más de una ocasión en la que de han confundido. Tener en cuenta que los precios que aparecen en la carta no son los que se cobran si te sientas en mesa, estos últimos llevan un aumento (creo que del 10%), sin embargo sigue siendo sitio que ajusta bastante los precios.
El bar se encuentra en una plaza de la que se ha hecho dueño y sueñor y hace que el negocio se divida en tres zonas. Una de ellas es la zona de copas, donde hay mesas en su interior, solo la barra y unos diminutos baños. El bar en sí se encuentra delante y se divide en un salón (que nunca he visto abierto), y el salón principal a doble altura donde están los baños (estos más amplios) y la cocina y barra. Para mi gusto si vas con amigos opta por la terraza, ya sea verano o invierno (en invierno ponen tantas estufas que casi se está más calentito fuera que debtro), y si prefieres una cena un tanto más íntima sin duda en las mesas interiores de la parte elevada.
El personal es bastante atento y, a pesar de que cada vez que voy encuentro a algun que otro camarero nuevo, siempre me voy con la sensación de no haber conocido camareros más simpáticos. Además, algunos son extranjeros, por lo que entienden mejor inglés y francés que el propio español, minipunto para Levies por si vas con extranjeros.
En definitiva, no es un gastrobar, pero si te pilla el toro en cuanto a horario o quieres comer en abundancia sin demasiado presupuesto, ¡Levies es la respuesta!

Me ha gustado el lugar. No es nada del otro mundo, pero la comida estaba buena, nos han atendido rápido y servido rápido.
El provolone estaba buenísimo, aunque al chipirón y los calamares le faltaba algo de sal.
Un viernes por la noche cuesta mucho trabajo encontrar un lugar para cenar sobre las 10, pero allí no hemos tenido problema.
Los camareros han sido simpáticos y nos han traído también la cuenta rápido.
En resumen. Aunque no sea la gran cosa. volvería!

We arrived to the city mid afternoon and checked into our hostel which is located near a loud, bustling street full of tapa bars. So we asked our host if she recommended any places that were less touristy and she directed us to this place which is situated in a more quieter neighborhood with a big courtyard for terrace eating.
It was a nice beautiful sunny day so we joined in with the locals in the terrace and came here for our first meal in Sevilla. The tapas were pretty average priced @ € 3 per dish. I accompanied my late lunch with a glass of sangria (€ 2.50) while he had a large pint of cerveza (€ 2.80).
We ordered the marinated chicken, pork cheek and the chefs special salmon ceviche. They bring out baskets of bread and bread sticks but what they don’t tell you is that they charge extra for it (€.70).
All three dishes were amazing!!! And the portions are perfect. One thing I noticed is that the service is always slow in Spain but that’s expected because they have 1 or 2 servers waiting on about a dozen or so tables. And they don’t come to you unless you call for them.
They accept credit cards and communicating in english is not a problem!

We ordered five delicious tapas and the pricing was very reasonable with large portions. From memory we had the pork cheeks, spinach and garbanzo beans, eggplant and tomato sauce the Seville special, fried jalapenos, paella. And we had chicken and garlic. Came with bread for 70 euro cents. Each item was about 3 euros. Water was about two euros. When we showed up we were the only ones in the place, but after an hour at around say 3 p.m. it filled up with locals. This was on a Saturday.

El Levíes siempre ha sido un clásico del tapeo y un bar frecuentado sobre todo por turistas extranjeros, de camino o de vuelta de los espectáculos de La Carbonería. Siempre tuvo tapas un pelín caras (supongo que por aquello del público «guiri»), pero que no estaban mal, manteniendo una media aceptable teniendo en cuenta que el sitio es agradable y tranquilo.
Hace poco acudí de nuevo tras bastante tiempo sin pisarlo y me di cuenta de que han pasado del local original a hacerse con dos más justo al lado, lo que les ha permitido «tomar el control» de la plaza al completo. Recuerdo que por uno de esos locales fueron pasando restaurantes sin pena ni gloria, abriendo y cerrando sin lograr consolidarse, por lo que se ve que la apuesta del Levíes tiene su público y, al menos, a este le convence.
La comida está bien, sin grandes alardes aunque los precios de algunas cosas sigan siendo un puntito elevados con respecto a bares que puedes encontrar en otras zonas. El Camembert frito es un «must», y si quieres más queso puedes probar las patatas con provolone. Luego tienes los clásicos solomillos con distintas salsas y algo de pescaíto frito. La carta es amplia, vamos, y puedes elegir entre tapas, medias y raciones. Nada nuevo bajo el sol.
Si te gusta el ambiente internacional y quieres tapear algo en un sitio bonito y tranquilo, Levíes no es mala opción. Yo lo prefiero más por las noches que durante el día, que hay más jaleo.
Ah… si te gustan los desayunos con tostadas «diferentes», puedes probar también a venir por aquí, ya que tienen bastante variedad de ingredientes.

Sehr leckere und große Tapas. Für die Preise vollkommen in Ordnung. Bedienung war sehr freundlich und hat uns auch ein Rezept für eine leckere Soße verraten. Gerne wieder!

Siempre digo que Levíes es un sitio perfecto donde tapear si sabes qué tienes que pedir. Así que antes de seguir tengo que decir que los prohibidos de su carta son: croquetas, baguetes y montaditos o similares ¿Por qué? Por la misma razón que en la mayoría de sitios: son comidas fáciles de hacer, que puedes preparar en casa a la mitad de precio y con resultados que seguramente serán mucho más sabrosos.
Dicho esto ¿qué pedir? Tapas. Y con ellas me refiero exactamente a la hoja interior izquierda del tríptico del menú. Si no recuerdo mal, puede haber unas 20 tapas o más, así que es una oferta bastante amplia que cubre todos los gustos. Mi favorita, sin duda alguna, son las berenjenas con salmorejo, miel de caña y pesto. Son facilísimas de hacer y podríamos aplicar la misma norma que con los platos que antes dije «prohibidos», pero tienen un sabor que nunca he encontrado en otro lugar o haciéndolas yo mismo en casa. Entre otras recomendaciones diría que el cuscús o la cazuela de verduras.
Muy recomendables también las patatas bravas. No hay demasiadas sorpresas cuando hablas de patatas fritas con salsas, pero las bravas del Levíes son especialmente picantes y me encanta que las sirvan en gajos mejor que alargadas. Y si estiramos un poco, también recomendables las ensaladas o las tapas de solomillo al roquefort, etc. Sólo que este tipo de comidas son más al uso que la oferta de tapas.
En cuanto al precio, MUY barato. No exagero si digo que alguna vez me he ido hartísimo de comer por menos de 10 euros (las tapas son grandes, así que te valen un par y la bebida). Quizás donde más noto que flaquea desde hace un par de años es en que el servicio es más lento y que los camareros a veces te suelen hacer bromas para picarte, pero esto último es algo que al menos a mí no me molesta.
Y en lo tocante al lugar, prefiero ponerme en la terraza exterior, pero en invierno también puedes encontrar sitio tranquilamente en el interior y se está muy agradable.

Uf. No sé qué nota ponerle realmente pero es que… deja que desear… ni fu ni fa.
Tienen un local grande y una terraza también estupenda por donde no deja de pasar gente que va o vuelve del centro pero sin aturullar, así que estás entretenido.
Suele estar lleno, y de guiris, lo cual está bien si quieres desconectar de la gente de siempre o simplemente echarle cara y practicar un poco de idiomas. Nosotras éramos 2 para cenar así que nos sentamos fácil.
Tienen varios camareros que suelen atender rápido.
Yo creo que eso son los puntos fuertes.
De comer pedimos dos tapas, solomillo al whisky y otra al vino dulce, y una ensalada césar pequeña para compartir. Las tapas vinieron con muchas patatas cortadas a rodaja, casi que más de la mitad del plato, y se notaba que estaban re-​refritas. Apenas había carne. Bueno, había dos cachos y uno de ellos venía con el nervio así que básicamente me alimenté ayer de tubérculo. La ensalada se medio salvaba si no fuera por los picatostes igualmente refritos. Es que hasta sabían demasiado a aceite. Una pena.
Por esto y 4 tintos de verano pagamos 20 €, que tuvimos que pagar en efectivo porque no nos traían el datáfono.
No sé… Yo sé que el Levies es mítico pero hay cosas que se deben mejorar por mucha fama que se tenga

Petit café sans prétention «a la bonne franquette» et service au bar, testé pour le petit dejeuner, repus pour 9 € à 2! Je conseille, mais attention les quelques mots d’espagnol m’ont été bien utiles, pas le genre d’endroit où l’on peut parler anglais, mais la carte est en anglais

Food designed for tourists, as you’d expect in Santa Cruz. For lunch, we ordered a ‘sausage rollito’ that was actually a hotdog wrapped in American? cheese that had been deep-​fried. Wow.
Potatos bravas were alright. Tortilla came out very late and was cold in the middle. The rest of the food was not memorable, but they gave us some salad, at least, which no other place in Spain did.

Para mi hablar de Levíes es como hablar de una Sevilla muy internacional.
Levíes es un bar que está situado en una zona muy próxima al barrio de Santa Cruz, casi inmerso en le centro más histórico de la ciudad, y por ello siempre está lleno de extranjeros que hacen turismo por Sevilla.
Junto a una plaza preciosa, cuenta con una zona amplia de interior, y además la terraza también es idónea para sentarte fuera y disfrutar del sol y ese ambiente que se respira .
En muchas ocasiones nos gusta juntarnos ahí porque puedes pasar un rato distendido sin prisas, y además, las tapas están buenas, y la relación calidad — precio es muy ajustada.
Respecto a la carta, puedes encontrar todo tipo de tapas, y platos combinados, que son bastante copiosos. También hay indicaciones para vegetarianos. Además, gustará tanto a los turistas, porque en la carta encuentras los platos típicos de nuestra gastronomía, como la tortilla o las patatas bravas.
Yo siempre que he ido he pedido el solomillo al roquefort, y también la tapa de queso camembert frito, que las recomiendo a las dos.
La atención deja mucho que desear, pero creo que Levíes no es mala opción para tapear por el centro, aunque no la tengo entre mis primeras.

Al lado de una agradable plaza, un simpático cartel nos indica que hemos llegado a Levies. Podríamos decir que éste es un restaurante en el que tratan como un amigo. Todo es muy alegre, simpático, cómodo, ameno e informal, desde el mobiliario y la decoración hasta la propia filosofía del restaurante. Desgraciadamente, o eso me parece a mí, ya son repetidas veces las que dicho trato cercano (en cuanto a confianza) se ha convertido en desatención descarada y mayúscula. Tal es así, que cuando llevas 20 minuto esperando tu humilde tapa de patatas con salsas y preguntas por ella, al cuerpo de camareros se lo toma a mal y de malos modos contesta que «estará lista cuando esté lista» (afirmación al nivel reflexivo de Parménides). O por ejemplo, si el camarero llega a tu mesa preguntando para quién es el solomillo a la pimienta y nadie lo reclama para sí, en lugar de volver a cocina y preguntar por la mesa correcta, echa en cara a los clientes «no me mintáis más pidiendo cosas y después diciendo que no las habéis pedido.
Vamos, comida y espectáculo.
Lo cierto es que me fastidia tener que haber escrito media reseña con tal perspectiva tan negativa, pues si no fuera por un servicio incompetente en todos sus aspectos, Levies sería un sitio al que molestarse en ir. La carta es amplia e incluye entre sus páginas una gran diversidad de platos: desde una sección exclusivamente vegetariana hasta abundantes y sabrosos platos combinados, pasando por tapas típicas sevillanas como tortilla, solomillo al whiskey, montaditos varios… y todo a buen precio. Las tapas son muy abundantes, llegando a conseguir una calidad precio a la que pocos negocios pueden hacer frente.
Por ponerle otra pega, solamente añadir que tienen unas de las bravas más insulsas y planas de la ciudad. Parecen más bien patatas con puré de verduras.
Concluyendo, Levies está en un lugar envidiable, cerca del famoso barrio de Santa Cruz y al lado de una plaza encantadora. Un lugar agradable, diferente y original para quedar con tus amigos en una reunión informal), donde podrás degustar buenos platos combinados y recetas típicas, pero al que no querréis volver por un servicio PÉSIMO, me reitero, un servicio PÉSIMO (y así hasta que el mensaje haya calado).

Un buen sitio para tapear, bastante económico para la zona que está y con tapas abundantes. Las patatas con salsas merecen especialmente la pena. La comida no es sobresaliente pero tampoco está mal. Siempre está lleno de guiris y su terraza se completa rápidamente. En lo positivo, tienen tres locales diferentes por lo que si no hay sitio fuera, casi siempre tienes dentro.

Un sitio que, sin ser nada del otro mundo y estando enfocado al turismo, puede ser bastante socorrido de vez en cuando.
El Levies toma su nombre de la calle en que se encuentra, junto a la calle San José que da directo a la Puerta de la Carne. Tiene una terraza fuera, en una placita que hay, aunque el interior también tiene su espacio, que no es pequeño.
Aquí puede encontrarse una carta extensísima, con platos que son repeticiones uno del otro en los que cambia la salsa que le ponen al pedazo de carne que te sirvan, que son clásicos y en absoluto innovadores, pero que por ser sencillos son aceptables, pues es difícil que jugándosela a esos platos les queden cosas infumables. Incluso creo que hay huevo frito con patatas en la carta… En cualquier caso, el precio de la tapa puede ser un poco alto, pero estoy convencido de que se compensa con la cantidad de comida que viene en los platos, bastante por encima de la media. Sinceramente, no quiero imaginarme el tamaño de las medias raciones o de las enteras.
Poco más tiene que comentar este sitio, salvo la curiosidad de que cobran por canasta de pan y por un extra en cada plato por pedir en mesa. Bueno, también que la carta tiene indicaciones para vegetarianos, lo cual puede ser útil si es el caso.

this place is awesome. we ordered 6 tapas, 2 each. huge portions and good quality. funny and professional staff. expecially the «tall Italian» guy but I don’t remember his name. we loved salmon a la plancia and solomillo roquefort.

This place is amazing!!! Cute tables in the middle of the square attracted us because of the beautiful weather. We were very hungry and ordered 5 tapas (€ 3 – 5 each) and surprisingly the portions were huge and so tasty. We loved milanessa de pollo (breaded chicken cutlet), salad with mozzarella, pesto and tomatoes (it is not what you think it is — it is better!) and calamares fritos. I ordered gran machiatto. It was supurb!!! The best coffee I had in my life — no jokes here. And the best part — the waitress was so nice, so friendly! We have a list of things she recommended us to see and visit, including a free flamenco show. I really enjoyed this place. If you want to enjoy the environment and food and in no rush you should come here!

El buen ejemplo de como echar a perder un bar.
Conocí levies hace cuatro años y me encantó, su variedad de tapas y servicio, luego cada vez que podía volver lo hacia para darme cuenta de como empeoraba mes a mes, en este momento puede ser uno de los peores sitios para comer en el centro, su camareros, a los que cambian frecuentemente, pasan de ti, y cuando tienes la suerte que te tomen el pedido tarda eternidades en venir, frió y sin ninguna gracia. Sus mesas y cartas de menú llenas de grasa y el sitio el total desorden.
La ultima vez que estuve allí hablé con la chica encargada después de esperar 15 minutos a que el camarero que nos veía nos atendiera, ella me dice que todo se debe a la falta de personal y tacañeria de su dueño, ella misma me aconsejó poner una critica negativa, después de disculparse, pues eso, jamas volveré.

Primera y última experiencia en este sitio. Puede que yo sea algo exigente pero es que hay cosas que no tolero. Éramos cuatro personas y no íbamos a comer mucho, solo un entrante y montaditos.
Bueno, los dos primeros montaditos llegaron en medias baguettes, cada una de un tamaño, y fríos. El siguiente fue el mío, un serranito. En serio que el peor que me he comido en mi vida, eso si, casi 15 minutos después que los dos primeros. El último llegó con una dferencia de más de 20 minutos del resto. Hablamos de montaditos no de obras de arte.
Pedimos unas patas fritas con gouda para compartir y os prometo que las tuvimos que dejar. Chorreaban aceite, estaban cocidas y no fritas y el queso derretido con micro. Hay que vivirlo.
Pedí la hoja de reclamaciones y vinieron cuatro personas para pedir explicaciones, el momento me resultó algo tenso.
Cierto es que al final, el encargado o dueño, intentó arreglarlo pidiéndonos perdón e invitándonos a unos chupitos. Me gustó el detalle pero no creo que vuelva a repetir.

Mi primera y última experiencia en el Levíes se caracterizó por 15 minutos de espera entre montadito y montadito en una mesa de 4 personas.
Los montaditos iban acompañados por los últimos trocitos de la bolsa de patatas fritas y la tapa de papas fritas con queso gratinado iban flotando en un mar de aceite.
Puede ser que tuvieran una mala noche pero desde luego mi experiencia allí es única e irrepetible.

La carta del Levíes es como para perderse, pensar y repensar qué va a pedir uno para almorzar. Calculo que tendrán unas cien opciones para picotear y comer, y la verdad que les sale todo rico, aunque el precio para guiri no se agradece. Está bien para una cena informal en la que no se lleve prisa, ya que los camareros son lentos y dan preferencia al cliente extranjero, que debe dejarse bastante más duros en comer que los locales.
Recomiendo el pollo al curry con arroz, está bastante bastante rico!

Hacía mucho tiempo que no repetía en este restaurante y no sé si es que en estos años ha empeorado, pero no recordaba que fuera tan malo. Las tapas son excesivamente caras para la calidad que tienen. En esta ocasión me pedí un cous cous de pollo que era como un guiso caldoso e insípido con unos trozos de pollo grandes y –insertar aquí cualquier término despectivo– y una tapa de pez espada cuyo sabor prefiero olvidar. No volveré, lo prometo.

La verdad es que este bar se encuentra en una plaza inmejorable, pero es una pena que haya terminado tomando todos los locales de la misma, porque la calidad deja bastante que desear. No es que nada esté malo, la verdad, sino que se dirige más bien a un turista jovencito sin mucha exigencia, lo que ha hecho que, además, bajen la calidad desde hace unos años hasta ahora.
Se encuentra muy cerquita de Cicus, sitio al que voy con bastante frecuencia sobre todo en verano por sus noches de cine y demás programación cultural, así que aunque no me guste mucho termino cayendo de vez en cuando. Aunque intento que sea sólo para una cerveza y dejar la cena para otro sitio, si aprieta el hambre y hay ganas de picar algo, los nachos con pollo y queso no están malos. Son un poco plasticosos, pero en ese plan comida cerda para paliar el ansia de este tipo de alimento, van bastante bien. Eso sí, no olvides empezar a pedir la cuenta al menos veinte minutos antes de la hora a la que quieras estar en Cicus para ver lo que sea, porque por muy cerquita que esté, puedes llegar tarde de lo que tardan en servirte normalmente.

Staff is friendly although English is minimal. We managed to define vegan (veganos) and what the limitations are and left satisfied with full bellies. More a lunch/​tapas spot than dinner. If you’re a strict vegetarian or vegan I’d recommend looking up a few sayings online and being prepared with what you do/don’t eat. We got fried potatoes with a spicy sauce, veggies, a salad, and bread — but no protein was available so it was too limiting as a dinner option. Food was tasty and we were happy.

The location is what makes this decent. Being near the university, it is very lively (which you may love or hate). The square that makes up their patio is really nice.
My friend had spinach croquettes and gazpacho. I, being the trouble maker when it comes to dietary restrictions, just had a simple salad. It was cheap & cheerful. The ingredients very average quality, making it be «you get what you pay for».
It is not really worth a second visit or a special vegetarian/​vegan mention — which it currently comes up with when searching here.

A mi el Levíes no me gusta… Es caro, está lleno de guiris y es una especia de restaurante-​fastfood-​tapas que no me va nada.
Es cierto que no puede estar situado en un sitio mejor, esa placita tan agradable, al lado del CICUS y de La Carbonería, tranquila y con encanto, pero los camareros suelen ser sosainas que no duran ni 6 meses, pues hay un cambio continuo (vaya lío tiene que tener la Asesoría Laboral de esa gente, venga a abrir y cerrar contratos) y han acabado haciéndose con el monopolio de la plaza, porque todos los bares que quedan son del Levíes…
Yo ya no tengo 16 años y ya no busco guiris que ligan con españolas ni busco comer hamburguesas o patatas fritas con alioli…

¿Cómo se dice bar de tapas en inglés? Levíes.
Y en alemán, y en francés, y en portugués… Y es que el Levíes es el bar Erasmus por excelencia. Lo mejor que tiene es su terraza, de hecho, se han ido expandiendo y toda la plaza les pertenece, lo cual es raro, porque nunca sabes en qué bar concreto te están atendiendo. Es como el Starbucks sevillano.
Personalmente no me gusta, es uno de esos sitios donde te echan de comer, si tienes la suerte de que algún camarero te mire, y es que el personal está cambiando cada dos por tres y se nota que no está a gusto y que, en definitiva, pasa de ti.
De todas formas, las tapas no están mal, precio normal y bastante grandes. La cocina es medianamente local-​internacional, y cierra tarde, así que supongo que ese será el atractivo. Ése y lo de que «Lo que pasa en el Erasmus, se queda en el Erasmus».

Siempre me fascinó como Levies se ha hecho con la plazoletilla que habitan los varios negocios del mismo nombre, pero lo que más me flipa es ve, r que desde lo conozco, aquello es como un congreso de estudiantes erasmus constante.
Hace tiempo era muy barato en relación a la calidad y tamaño de sus tapas, además tenían unos buenos y económicos menús del día. Hace poco estuve comiendo allí, porque tenía que ir a hacer unas cosas en el CICUS, que está al ladito, en la antigua facultad de ciencias del trabajo. No me pareció nada más allá en las tapas que su hermano mayor, bastante parecido, y amigos míos, si quieren jugar en la primera división del tapeo en Sevilla, así no se hacen las cosas. Creo que solo piensan en los guiris turistas y guiris estudiantes o habitantes.
La carta es muy llamativa por el enorme número de platos a elegir, que al final todos son el mismo. diciéndolo de una forma exagerada claro está. En fin, la musaka que me comí estaba aceptable pero tampoco para tirar cohetes.
Para ir de vez en cuando, con un grupo grande de gente, te lo puedes pasar teta, sobre todo si hay guiris de por medio.
«Alea iacta est»

No soy muy habitual de los Levíes –ya suman tres en la misma plazoleta– pero hay que reconocer que son un buen lugar para tomar unas tapas a cualquier hora del día. Esta Taberna, contigua al local grande, tiene quizá mayor personalidad que sus establecimientos hermanos y un estilo más sevillano, por eso me gusta más.
El local es pequeño, empieza estrecho y se abre en su tramo final, donde surgen la barra y algunas mesas; puede que sea por eso, y por no estar lo suficientemente iluminado, por lo que resulta algo oscuro. La lista de tapas no es la misma que la del bar de la esquina, algunas repiten, pero otras innovan; digamos que, en general, son más elaboradas.
El problema es el habitual de este tipo de negocios tan frecuentes en la zona: los camareros –chicos y chicas– muchos de ellos extranjeros, son muy amables pero todo lo contrario a profesionales. De este modo, si vais con prisa, el almuerzo o la cena pueden convertirse en algo eterno.

Good selection of tapas, especially vegetarian options. I’ve been twice and both times the wait has been unbelievable! Last time, we ended up waiting an hour for our food. I really liked the tortilla de whisky; it tasted very much of garlic. However, although the food is good, it can get really crowded and the wait can be unbearable.

El Levies tiene una situación excepcional, esa pequeña plaza con naranjos tiene encanto, seamos sinceros.
Al comenzar a ir hace ya un tiempo el principal atractivo residía en las manadas de erasmus que se deleitaban con los manjares locales al calor de una copita de vino, y también, por que no decirlo, porque solía haber algún colega currando en la barra.
Con el tiempo, como suele ser habitual, tras la fama adquirida, han congelado su calidad, pero sigue siendo un lugar agradable en el que tapear en un ambiente internacional y en un entorno histórico.
Mal no les debe ir a los hermanos propietarios del asunto, pues han abierto dos bares mas en la misma plaza. Tienes un centro cultural de la Universidad de Sevilla justo al lado, en el que en verano pasan pelis, hacen exposiciones y dan conciertos en algunos casos hasta buenos

Testé en 2009. Comme il était près de notre hôtel, qu’il y avait une bonne diversité de plat (ou plutôt tapas), que les prix étaient attractifs, que le poulet au curry était délicieux et qu’il était autant agréable de manger à l’intérieur qu’à l’extérieur, c’est ici que l’on est venu et revenu le plus souvent manger pendant notre séjour. Et puis avec un tinto de verano c’est encore mieux pour se rafraichir par contre méfiez-​vous des paravents ! :)

Das Levies Café-​Bar kombiniert auf einer sehr angenehmen Weise ein kosmopolite internationale Flair mit dem andalusischen Lebensgefühl. Dies macht das Lokal sehr beliebt, sowohl bei der einheimischen Jugend als auch bei den Ausländern, die sich in Sevilla für mehr als einen kurzen Touristenbesuch aufhalten. Hier bekommt man sowohl klassische südspanische Küche, mit ihren Tapas, Fischgerichten und Weine als auch Burger, Pizzen und Bier.
Die Innenausstattung ist angenehm und für einen Mitteleuropäer sehr gewohnt. Es ist schlich eine angenehme Bar-​Kneipe, wo man zum Essen oder zum Trinken hingehen kann. Die Lage des Lokals ist ziemlich günstig in der Altstadt, da der relativ große Platz vor dem Lokal Raum für Draussensitzer bietet. Dies ist in Sevilla nicht nur auf die Sommertage beschränkt, Eher das Gegenteil ist der Fall. Das schönste an Sevilla sind eher die lauwarmen Winternächte.