La Gallina en el Diván

Tenía muchas ganas de estrenarme como gallina en un diván, y por fin cuando encontré la ocasión, disfruté un montón. Tengo que decir que se ha convertido en uno de mis rincones favoritos.
La Gallina en el Diván es una cafetería muy especial, porque organizan eventos culturales, encuentros de lectura, reuniones… Y si tu quieres organizar aquí tu propio evento también te ayudan. Puedes disfrutar de tartas, meriendas, café, infusiones… Es un sitio genial para disfrutar de la calma y la tranquilidad.
Aunque es un salón amplio y todo abierto, hay tranquilidad y silencio, así que también te puedes venir con tu portátil y trabajar, porque tienen wi-​fi gratuita. Yo he probado las infusiones, muy ricas, en taza grande. y la acompañé con una tarta de queso, cremosa y muy sabrosa, me encantó.
Además la atención es cordial y muy amable. Celia la encargada es genial y muy atenta en todo momento. Muy recomendable para venir con amigos, solo a trabajar o en pareja. Lo tienes que conocer.

Diferente y necesario, un local abierto a la cultura y donde se puede disfrutar de todo tipo de planes. Lo frecuento casi desde que abrieron y he tenido la oportunidad de ir tanto a talleres, como a clases de inglés, cuentacuentos infantiles y tb adultos, conciertos… como simplemente a tomarme un cafelito tranquilo.
El espacio para los peques es un plus, igual que el trato de Celia y Manolo. Una delicia de sitio… y es que todo y todos caben en La Gallina

_​tenia muchas ganas de tomarme un café en este local que tanto llamaba mi atención y que, a pesar de frecuentar mucho la zona, nunca encontraba la ocasión.
Hasta que por fin ese día llegó y he de reconocer que desde el minuto cero me enamoré del local, del buen ambiente que se respiraba, de la amabilidad de sus dueños y de la calidad de los productos que ofrecen. Un local «alternativo» sumergido en un típico barrio rancio sevillano, donde imperan las tascas y bares de toda la vida y donde su público, probablemente, no sea de la zona. Y, a pesar de ello, el local suele tener bastante vida, aunque creo que la gente que lo frecuenta no residirá por la zona, así que si vienen exclusivamente desde otras partes de la ciudad, significa que el desplazamiento y la visita merecen la pena.
Me declaro fan de su capuchino y de la tarta de merengue al limón, mis preferidos, hasta tal punto que cada vez que voy me resulte muy complicado cambiar, sea la hora que sea, y acabe siempre pidiéndome lo mismo. A parte tienen variedad de tés, combinados, cervezas, cócteles, varias tartas, etc.
Suelen desempeñar numerosos talleres, de temáticas muy diversas, que anuncian en su misma puerta escrito con tiza, o por redes sociales como Facebook, donde puedes obtener toda la información de estos cursos y otras actividades más variopintas.
La decoración muy cuidada, hecha a base de mobiliarios y objetos reciclados, creando un ambiente alternativo y cultureta, donde puedes leer, trabajar con tu pc, escuchar música e incluso jugar a juegos de mesa.
El local se sitúa en esquina y por lo tanto posee dos fachadas con amplios huecos desde los que recibe una intensa luz natural. La terraza es muy pequeñita, con cabida a penas para dos mesas, pero, tanto fuera como dentro, la estancia en el local te la aseguro muy confortable.
Sin duda un local referente en la ciudad, al que merece la pena desplazarse.
Yo tengo la suerte de pillarlo muy a mano, así que seguiré disfrutando de sus exquisitas tartas y café…

Me encanto este lugar, sus postres, su atención y su decoración, hacen de este lugar un sitio al que volver para merendar en buena compañía y con una de sus deliciosas tartas.
Tienes libros y juegos de mesas los cuales puedes coger y pasar la tarde mientras tomas algo y disfrutas del lugar.

Habré pasado por esta calle más de u na vez y no me había dado cuenta que existía tan espectacular lugar.
Lo conocí gracias al evento #PonteYelpChicos y es eso, ESPECTACULAR en muchos de los aspectos que evalúo en un café. Se hacen llamar «Café cultural» y no les sobra ni una letra…
Muy agradable en la estancia: dispuesto en un espacio amplio y acogedor, donde invita a sentarte cómodamente en cualquiera de sus sillas, sillones, o formas de divanes, palets,… tiene una decoración muy acertada con la filosofía indie, bohemia y original del entorno.
Es algo distinto y original, exquisito… invita a la relajación, a tomarte un buen café acompañado de buena música (muy sutil para invitar a la conversación) y por supuesto a la cultura: lo mismo asistes a un recital de poesía, que a un taller de Unilocal,que a un espectáculo de magia para niños o cuentacuentos de fin de semana…
Tienen gran variedad de cafés, tés y tartas que te sirven con todo mimo. Las chicas que llevan el local son geniales, dulces y agradables, saben aconsejarte en todo momento.
Sin duda un espacio que repetiré y tendré muy en cuenta para acercar a mis hijos a la cultura ;-)

Lugar especial y muy agradable. Decoración original, limpieza muy cuidada, buena música y ambiente, personal atento e imposible definir como están sus tartas!!! :P Genial sitio para todos los planes culturales que tienen a lo largo de la semana, para ir con tus amigos a jugar a cualquiera de los mil juegos de mesa que tienen, para estar con niños pequeños, merendar, desayunar, cerveceo o copita después de cenar :)

Tuve la ocasión de probar sus manjares un dominguito lluvioso con unos pocos Unilocal y la verdad que no estuvo nada mal.
Catamos sus desgallunos, los cuales oscilan entre 5 a 8 € y se sirven de 10:00 a 14:00h. Hay 3 opciones, A, B y C, siendo la primera un Café y una bebida fría, la segunda un Bol de Yogur con guarnición de muesli + fruta + miel, y la tercera en una Cesta de panes ecológicos + tres mermeladas + mantequilla + aceite + embutidos, o una porción de tarta o un Coulant de chocolate con nata.
Yo pedi la Opción A+C pero la mayoría de mis compis arrasaron con todo, así que salimos de alli hasta las cejas.
La decoración es digna de ver, el techo está lleno de alfileres de tender y además disponen de un rincón infantil, para que los niños jueguen a sus anchas.
A sus instalaciones acuden en ocasiones grupos diversos, así hay uno de PUNTO formado por gente joven.
En cuanto al servicio, señalar que estuvo de lo más atento y agradable, con lo que el desgalluno se prolongó lo más grande y acabamos pidiendo unas cervezas artesanas de lo más sabrosas.
Sin duda, repetiré la visita otro dominguito…

Muy original, al estilo del soho o el westside, de esos sitios dificiles de categorizar, cafeteria, bar, sala de exposiciones… para mí, ideal para tomar un café y echar un rato leyendo o trabajando con el portatil.
Muy original los libros, comics y demas articulos en venta, y preparado para ir con niños.
Una sorpresa en el barrio, moderna y original.

Relájate… y pidete un buen café.
Sientate, respira hondo y sueña…
¡Qué raro es encontrarse un local así en Sevilla! Donde tantas artes y formas culturales convivan en tan buena armonía: cuentos que suenan a música, música que evoca miles de imágenes, imagénes que nos transportan a un mundo de palabras, bebidas a que parecen sacadas de cuento…
Una ambientación cuidada que invita a mirar en cada rincón del local; una atención exquisita y atenta, y sobre todo un lugar donde pueden coexistir niños/​as y adultos en armonía (de verdad de la buena)., hacen de La Gallina en el Diván un espacio de visita obligatoria para todos los/​las amantes de los espacios tranquilos y evocadores, o simplemente los que buscan un pequeño rincón donde escapar del mundanal ruido.

La Gallina en el Diván es un sitio estupendo para casi cualquier cosa.
La decoración es original y la música muy agradable. Tienen juegos y libros a disposición de los clientes y suelen tener exposiciones de fotografía y pintura que van cambiando con el tiempo.
Es un sitio diferente, está un poco lejos del centro, pero merece la pena. Es genial para grupos y también para trabajar ya que abren prácticamente todo el día.
Muy recomendable la tarta de zanahoria y la de chocolate, así como los tés y cafés de distinta intensidad. Perfecto para merendar: D

Ya con el nombre me ganaron… Cuando los he conocido me declaro fan total.
Situado en una zona poco «comercial», este local cumple con todos los requisitos que le puedes pedir a un local como éste.
Cuando entras te das cuenta que es algo distinto, WiFi, libros por doquier, zona para niños, exposiciones… y cultura. Eso se respira en la Gallina.
Tienes para pedir café, abrir tu libro y pasar el tiempo acompañado de un hilo musical fantástico. Tienes tartas y dulces para acompañar la tarde. Además, puedes degustar palomitas para tu copita de media tarde.
Tienen también una selección de vinos interesantes para maridar con unos buenos quesos. Aparte de unos montaditos para picar.
Pero creo que su éxito es la cercanía con la que te tratan esta pareja.
No dudo: café, libro, reunión…éste es tu sitio.

Un lugar para estar a la española. Un poco alternativo, el concepto se ve pensado lo cual se agradece. Ideal para familias enteras. No mucha variedad en la carta porque la idea es mas estar que consumir. Se les va a quedar pequeño porque se pondrá muy de moda. Lo difícil es mantenerse pero espero lo consigan.
Un café para estar en familia.

Sábado por la mañana, quedas con un amigo para tomar un café y te apetece ir a conocer un local que por las fotos parece una librería-​cafetería de esas en las que te puedes tirar horas trabajando en un ambiente inspirador. Así que nada, decidido, tiráis para allá… ¡Y te encuentras un cuentacuentos! A toro pasado debo confesar que no tenía una buena opinión sobre los cuentacuentos y os voy a explicar por qué: los cuentos son algo blanco, inocente, mágico… Y hasta ese día los cuentacuentos que había visto tenían más de ideología y adroctinamiento con historias dándole rollo de infantiles.
El caso es que lo primero que me sorprendió de La Gallina en el Diván es su distribución, muy bonito pero demasiado diáfano para mi gusto. Seguramente estaba todo dispuesto para la actuación pero me faltó encontrar un rincón en el que sentarme con mi amigo y ponernos al día de nuestras cosas. A cambio, nos encontramos involucrados en el evento. Desayuno con cuentacuentos, el desayuno más original de mi vida. Por ahí no se les puede más que aplaudir, originales y creativos son un rato. Y el cuentacuentos nos encantó, ¡ahora tengo tres nuevos cuentos qué contar a mis sobrinos!
La decoración es muy chula y tienen un área como para niños que me apasionó. Me parece el sitio perfecto para llevar a mis sobrinos a tomar un batido y que comiencen a familiarizarse con tener libros por todas partes, leer. Además por lo visto tienen un apretado calendario cultural, así que tendré que estar atenta para que la próxima vez no me pillen por sorpresa. Otro dato interesante: venden libros y material de escritorio artesanal. Así que sales con el kit completo. Sin duda, volveré.

Un sitio genial, fuera de los esterotipos de bares cutres que puedes encontrar por esa zona, se pueden comprar cosas cómo: libros de autores no muy conocidos pero aún así magníficos, pequeňas joyitas muy bonitas ideales para regalos, revistas muy especiales, camisetas…
En cuanto al sitio es inmejorable la decoración super innovadora y ecológica. Hasta hay una pequeňa hanitación para que los peques jueguen como en su casa.
Como conclusión: Estoy enamorada de este sitio

Me encanta la idea. Las dos veces que he estado, un ambiente genial en un sitio con encanto y sin tener que ir al centro. Los tés, cafés y tartas caseras para chuparse los dedos. Lo mejor, la oferta de actividades para relajarse un rato o interesarse en algo en especial, apoyando lo local. La última vez, un concierto en directo de música clásica por sorpresa muy bueno para acompañar el té.
Mejor mirar los horarios de todo lo que hacen para no perderselo!

La Gallina en el Diván es de ese tipo de sitios de los que tendría que haber más en Nervión: diferente, original, jovial, alternativo. Es cierto que está en una zona un poco apartada de todo y eso hace que sea poco conocido. Aunque el local es amplio, está pensado para que no se abarrote de gente. Hay 5 o 6 mesas repartidas en las que caben 4 o 5 personas. El resto del espacio lo ocupan libros, vinilos, ilustraciones del capitán nazareno, artículos de decoración muy graciosos… incluso hay un espacio aparte pensado para que los niños estén a su aire, es como una especie de sala de lectura infantil. Está muy bien que fomenten ese tipo de actividades, que complementan a veces con cuentacuentos y eventos de naturaleza similar.
La mujer que lleva adelante este sitio es muy amable, siempre atiende con una sonrisa y transmite mucha calma. La carta ofrece alguna cerveza, algún plato para picar (paté y demás), y una interesante variedad de cafés marca Nespresso, tés y chocolate, y también porciones de tarta que creo que va cambiando. La vez que fui ofrecía una especie de coulant de chocolate y tarta de zanahoria. Me decanté por esta última y estaba buenísima. Lo acompañé con una generosa taza de chocolate (paladín a la taza). De precio, no es ni barato ni caro. La tarta, un chocolate, un té y dos cafés, 9 € clavados.
Hay varios detalles menores (muy pequeños) que me impiden darle la valoración máxima. El primero es totalmente personal, y es que el local está en parte orientado a los más peques con sus libros infantiles y su decoración, que surte efecto. Siempre suele haber niños. Cuando hay uno pegando gritos aleatorios, es gracioso. Cuando son 3, la cosa cambia. Lo reconozco, soy un poco huraño. También «cambiaría» el baño unisex, no estoy tan cómodo como en un baño separado. Lo pongo entre comillas porque tampoco estoy diciendo que hagan una mega-​reforma en el local, simplemente me gusta más la separación tradicional. Eso sí, el baño estaba limpio.
Sitio muy recomendable para apartarse del bullicio comercial, lo anoto como lugares que voy a frecuentar.

Sí, probablemente La Gallina en el Diván no sea el sitio al que iría con un grupo de amigos un domingo por la tarde. Lo imagino lleno de padres y niños correteando, jugando y riendo.
No, de ninguna de las maneras tengo problemas con los niños y sus respectivos padres. Sin embargo, no es el escenario ideal que me viene a la cabeza cuando voy a tomar un café tranquilamente con un grupo de amigos o con mi pareja.
Quizá la Gallina en el Diván sea un sitio perfecto para ir en las horas de menos concurrencia, cuando esos niños estén echando la siesta o los padres estén recogiendo para darles su ducha antes de la cena.
¿Por qué a pesar de no ser un sitio para mí le pongo 4 estrellas y sé que volveré? Porque este rincón es uno de esos que hacen falta en Sevilla. Un sitio distinto, de los que deberían abundar. ¿Y qué les diferencia? Quizá el mobiliario antiguo o los sillones de palé no sea algo tan moderno y distinto hoy en día, aunque está claro que no abunda al menos por esta parte de la ciudad. Eso sí, tomarte un café (de distintos tipos e intensidades) con tarta, una cerveza artesana o un vino con picoteo, mientras echas una partida de algún juego de mesa u ojeas un libro de los que por allí tienen.
¿Lo mejor? El toque final lo da la música, esa banda sonora que le ponen a los cafés de la tarde o el vino cuando va cayendo la noche. Música española, de esa que escucha sólo (y gracias) en Nocturama.

Cuando descubrí el concepto de @GallinaDivan me alegré bastante, porque creo que Sevilla carece de locales de este tipo, y deberían ser más abundantes. Aquí hay café, talleres, espacio para niños, cómics, libros, exposiciones, WiFi gratis, mesas para trabajar, proyecciones, terracita, música indie, tartas de autor, referencias culturales sevillanas y un par de responsables del negocio que son un auténtico encanto.
He podido venir un par de veces y me gusta el café Nespresso con tarta, un planazo para echar la tarde trabajando cuando no apetece estar en la oficina o en casa y quieres que te dé un poquito el aire y estar en buen ambiente. Para los que tengan pequeños vástagos, disponen de un espacio adaptado con mesitas y sillitas para juegos y pintar, algo ideal para madres a media tarde entre semana.
Los domingos van a poner brunch y tienen una agenda cultural la mar de apañada, con English Coffee además de talleres y actividades culturales o música en directo. Apenas lleva abierto algunas semanas y auguro que puede ser un sitio de referencia en Sevilla, afortunadamente fuera del casco histórico de la ciudad.
Muy recomendable para salir de la marabunta que rodea a Nervión Plaza y, si no hay muchos niños, encontrar un pequeño remanso de paz en la gran ciudad :)

Es la primera vez que voy a la Gallina pero le doy 5 estrellas por el concepto.
Una bar lleno de libros, agradable, con decoración cuidada, programa cultural, espacios para niños, una breve carta de vinos pero están bien, música indie… En fin, que voy a volver y no sólo para tomarme algo, también para presenciar algunos de sus talleres o la música en directo.
No sé el tiempo que lleva abierto pero, desde luego, sería uno de mis bares para llevar a amigos y conversar, mientras disfrutamos de un ambiente tranquilo :)