Lalita Café

El mono, la efectividad de Unilocal y las ganas de un buen café me hicieron llegar a Lalita Café, sus continuas reseñas y sus estrellas eran una apuesta segura, así fue, os cuento a continuación.
Sin duda fue entrar por esas puertas y el bofetón a repostería te hacia darle minimo un cuatro estrellas del tirón, el olor era de hacer la ola sin parar, me encanto el detalle de esa cristalera nada mas que entras a la derecha con los hornos y una chica liada con el mundo pastel y demás. Sin duda un tanto a favor del negocio que para mi deja muy a las claras que comes calidad y que su higiene siempre está presente sin duda, para mi confianza total ante ese detalle.
La decoración muy chula, con unos cojines muy coloridos, a destacar unos cuadros que me llevaron al huerto, mucho. En cada mesa unos adornos artesanales que presidian todas las mesas. Mesas con espacios suficiente para tomar un café con un pastel totalmente tranquilo con una música de fondo con un sonido justo pero agradable.
Nos pedimos un café con leche, muy aconsejable y un té en leche totalmente natural a granel. Cuando llego el apartado pasteles llego mi pequeña decepción, pedimos la carta y el chico nos comento que estaban cambiandola, nos quedamos un poco cortados, nos levantamos a buscar algo en la vitrina y se me callo la quinta estrella, la vitrina tenia menos pasteles que trofeos la vitrina del Betis, palmeras de huevos, palmera de chocolate blanco y un poco de bizcocho, lo dicho, mas cortado que Falete en Nathurhouse. Nos amoldamos a las circunstancias adversas y le dimos al mundo del bizcocho, rico que todo hay que decirlo.
He de comentar en defensa Lalita Café que me dio la sensación de que el local había tenido movimiento y quiero excusarlo así con su poca variedad de pasteles, es solo una apreciación, tengo la intención de volver, quitarme esa pequeña espinita que me dejo el tema repostería y poder dejarlo todo en una mala experiencia.
Antes de acabar, comentar que tienen frutas para hacer unos magnífico zumos y batidos que quedan pendientes para la vuelta.

I really enjoy this café. It’s small and quaint inside and the coffee is great. The first time I came here I ordered a delicious chocolate croissant. Great prices and local vibes… It’s a nice atmosphere inside with small and larger tables and couches. Would highly recommend this café!

Lalita Café me ha sorprendido muy gratamente, por ser una cafetería diferente, con repostería hecha por ellos mismos, con unos precios no muy caros incluso por ser una zona cercana a Nervión plaza y por supuesto, por su decoración, atención del personal y comodidad de sus sillones e instalaciones.
Lalita Café se encuentra detrás del Estadio Ramón Sánchez-​Pizjuán y «delante» del Centro Comercial Nervión Plaza. Al estar un poco alejado de la zona fuerte de Nervión y la calle Luis de Morales, es difícil ver muy lleno el establecimiento. Eso es algo positivo para las personas que quieren un lugar tranquilo y disfrutar de lo que pidan junto a amigos o familiares.
El establecimiento no dispone de mesas fuera y cuenta con sillones y sillas, depende de lo que más te guste, y una decoración moderna que junto al hilo musical puede ser una gran alternativa en la zona. Tienen una vitrina donde guardan todos los dulces y es fácil elegir, al lado tienen una barra pero los días que fui no había nadie ni hay sillas altas.
La calidad es muy buena y el precio es muy correcto, no lo veo caro para nada. Tienen variedad de bebidas frías y calientes, de postres e incluso cócteles. Recomiendo bastante la milhoja, la palmera de chocolate blanco y la tarta de manzana. Muy ricas todas.
La única pega que puedo sacarle es que tienen las cartas en la pared detrás de la barra, y si en las mesas no tienen esa misma información, cualquier cliente puede quedarse con cara de. «¿realmente qué hay?». Creo que es más el inconveniente para la persona que venga a tomar la demanda que para el cliente.
Es bastante recomendable su visita, tanto si es para tomar un postre, merendar o para pasar un rato agradable junto a amigos.

Buen trato, mejor café …Dulces de lujo. Más que recomendable

Imposible destacar algún dulce. Elijas lo que elijas, todo está buenísimo. Si además estás a gusto en un lugar bonito, todo es perfecto.

He de reconocer que no soy de sitios tan «cuquis». No seríà la cafetería a la que me iría a leer, pero… mi hermana sí. Por eso, después de haber tomado unas tapitas, he decidido llevarla a Lalita Café.
Con respecto a la atención del personal, muy buena. La verdad es que son correctos y amables y, en caso de que les preguntes, te dicen las doscientas cosas que llevan los pasteles que hacen. Y qué pasteles… La verdad que, tal y como he leído en alguna reseña anterior, son dignos de estrella Michelín.
Tiene un problema (que, a la vez, es una ventaja para el cliente): en cierto modo, está «apartado» y no está atestado de gente, por lo que no es habitual encontrárselo lleno y con bulla.
Y, por último, con respecto al precio… En absoluto puede decirse que es un sitio caro. El capuccino vale menos de dos euros y los pasteles, los más caros, en torno a tres.
En fin, se trata de un descubrimiento de los que uno hace cuando busca «en las inmediaciones» y del que, en absoluto, me arrepiento.
Volveré.

Lalita es una cafetería moderna muy próxima a la zona más comercial de Nervión, así que es una opción genial para tomar algo una tarde de compras. También, ponen desayunos, así que se convierte en una alternativa muy buena para disfrutar de un café o té por esta zona.
El lugar tengo que decir que me gustó mucho. Los sillones en la pared, llenos de cojines me resultaron de lo más acogedor, además están combinados con adornos artesanales en el centro de cada mesa, que combinan muy bien.
Yo he probado las infusiones y tengo que decir que me han gustado todas. Y respecto a la pastelería sólo he probado la palmera de huevo, que me gustó, pero no es de las mejores para mi. Lo atractivo de Lalita es que la cocina y el horno están tras un cristal por lo que puedes ver en todo momento lo que hacen y cómo lo preparan.
Algo que no me ha gustado nada ha sido que no tienen alternativas para alérgicos. Nada sin gluten ni lactosa. Pero supongo que pronto cambiarán y ofrecerán algo para ellos. Aunque si lo prefieres puedes tomar un combinado y dejar la merienda o el desayuno para otra ocasión.

Después de mi segunda visita a Lalita no puedo hacer otra cosa que dedicarle mis 5 estrellas. ¿Por qué? Hay dos motivos fundamentales para ello que puedo resumir en una palabra: merienda.
Parece que últimamente la merienda protagoniza mis reseñas y eso que no es mi comida estrella. Pero también parece que se han puesto de moda los locales especialistas en este momento del día.
Profundicemos en las meriendas del Lalita:
— Café: en resumen os diré que el café puede tomarse sin azúcar y eso, últimamente, se ha convertido en sinónimo de café decente, por lo menos. Lo sirven bien, con buena medida de leche y su justa medida de calor. Un caso raro en Sevilla, ¿verdad?
— Palmera de chocolate blanco. Muchos hablarán de las milhojas y reconozco que la tengo pendiente, pero es que no creo que del obrador de Lalita salga nada malo. En mi caso, probé la primera vez la palmera de chocolate blanco y me pareció uno de los dulces más deliciosos que he probado. Tuve que volver.
Por lo demás, la atención es correcta y el local grande y acogedor, apto para parejas, grupos o golosos solitarios. Lo dicho, lo recomiendo.

Que bien que por la zona de nervión haya más que bares de copa y de tapas. Aqui se pueden pobrar pasteles y un té moruno todo casero y riquísimo.
Abren por la mañana y por las tardes, el único pero es que abren a las diez de la mañana y los que madrugamos para ir al trabajo no podemos disfrutar de este local antes.
El café lavazza, muy bueno y el personal muy atento y te aconseja sobre tus gustos.
Totalmente recomenable!!!

La locura que hay en torno a Lalita ya viene de lejos, de sus etapas en Dos Hermanas y en Los Bermejales, pero ahora con su local en Nervión, mucho más céntrico y accesible, están petándolo y pronto estarán de moda en toda la ciudad.
Detrás de este negocio hay dos grandísimos profesionales, que llevan la tira de años dedicándose a estos asuntos de la hostelería y que, además, son grandes personas. Una de las mejores reposteras de Sevilla se ha asentado en Nervión y ofrece postres y dulces dignos de un estrella Michelín a precios razonables en un ambiente familiar y acogedor.
No sé si puedo describir con palabras el sabor de los dulces que salen del obrador integrado dentro del mismo local. Lo mejor es venir y probarlo, cuantas veces sea posible. Yo que no soy muy dulcero estoy absolutamente flipado. Los que sí lo seáis vais a tener aquí vuestra particular Meca del dulce a la que peregrinar un día sí y otro también.
Para colmo, también fabrican pan artesano. Hoy mismo me he desayunado aquí una tostada de pan artesano al curry, con mantequilla y sal que estaba brutalmente deliciosa. Qué pan… Qué sabor…
Ya tardas en venir y disfrutar de Lalita :)

Hay algo básico sobre mí y es que me gustan las meriendas bonitas. Me pone triste que las meriendas se vean como algo de la infancia y que se vaya perdiendo conforme creces, porque salir a las seis de la tarde a merendar con buena compañía es una tradición que no quiero que desaparezca. Sé que muchos leeréis esto pensando «si yo meriendo todos los días», pero no hablo del café de media tarde; hablo del trozo de tarta, pastelito y bebida calentita que te mejora la tarde. Eso es lo que no quiero que se pierda.
En Lalita Café tenemos un templo de meriendas de toda la vida, un sitio bonito y acogedor con dulces para todos los gustos y un trato por parte del personal que invita a quedarse. También tienen copas y snacks salados para cuando se tercie. Todo está dispuesto para que te sientas cómodo, desconectes y disfrutes. Sofás en L llenos de cojines de colores, un cactus de lana en cada mesa, un mostrador reluciente lleno de pastelitos… Y de milhojas, que son de sabores originales y están buenísimas. Confieso que nunca he sido muy de ellas, pero este local me ha devuelto las ganas de probarlas. Cuando las cosas se hacen bien, se nota. Aquí además puedes ver cómo las hacen, pues el obrador está tras una cristalera dentro del local.
Me gustó encontrarme el local lleno de gente tan distinta: parejas merendando, amigas contándose sus historias y padres con sus hijos recién salidos de las actividades extraescolares. Hay oferta para todos los públicos. Y los precios… Más te va a gustar lo que has tomado cuando veas lo poco que has gastado.
Total, que me declaro fan. Estoy muy contenta de tener esta cafetería cerca de casa y quiero volver tantas veces como pueda. ¡Que no se pierdan las meriendas bonitas!

¡Menudo descubrimiento! Un local con estilo, acogedor y muy lindo en el que sirven pastelitos deliciosos.
Sólo he ido una vez, pero pude probar tres dulces distintos (lo bueno de ir a los locales en familia es que puedes compartir merienda). Probamos tiramisú, muy cremoso, tarta de calabaza, que estaba impresionante, y milhojas de yema y crema de vainilla. Qué bueno.
El té negro que me pedí estaba bueno, aunque no es el mejor que he probado, lo bueno es que te ponen un suplemento de leche por 20cts.
La decoración me encantó, con los cactus de colores en las mesas y los cojines con estampados diferentes por los sofás. Los camareros son muy atentos y amables, nos explicaron lo que llevaba cada uno de los pasteles que tenían en la vitrina y nos dejaron tiempo para decidir, que no fue tarea fácil. La relación calidad — precio es inmejorable.
No creo que haga falta decir que voy a volver pronto.
EDITADO: Volví a merendar al Lalita, pedí un té y, aunque pedí que la leche me la pusieran a parte (como la última vez), me la echaron sobre las hojas del té cuando la infusión seguía dentro de la taza. Un desastre, vamos. A mí me gusta el té de una manera específica, por eso es bueno que me sirvan la leche por separado, y cuando no lo hacen me llevo una decepción. Es una pena, pero dudo que vuelva a pedir té en este sitio.

Después de ver tantos checkin de Unilocalers y sin ser yo muy de dulces, me he enganchado a este pequeño paraíso en «tierra hostil».
Según me cuentan estaban establecidos en los Bermejales anteriormente, y sin conocer el anterior local, éste es una «cucada».
Amplio, luminoso y decorado con buen gusto, y con una música ambiente maravillosa, es imposible no caer en sus «dulces» brazos.
Abren a las 10 de la mañana para ofrecer desayunos, aparte por supuesto de su pasteleria. Cierran al mediodía para seguir sobre las 5 de la tarde para el café.
¿Qué podría decir de sus dulces? Deliciosos, suaves, ricos y así hasta el infinito. Palmeras, tiramisú, Cinnamon Roll y por supuesto un MUST: la milhoja. De crema, de praliné y otro sabor que no me acuerdo cuál es.
Para mí, sitio de referencia para un café y dulce, en un ambiente relajado.
¡Y eso es todo amigos!

Conocía de sobra este sitio porque antes se ubicaba en el barrio de Los Bermejales y vivía por la zona, sin embargo entre una vez buscando una palmera y no quedaban, así que no fuí mas. Eso si, me chiflaba su majestuoso sofá rosa chillón que se veía a través de las ventanas del local, tarea pendiente preguntar que ha sido de esa maravilla…
Desde que volví de las vacaciones de navidad, Lalita se ha hecho un hueco entre mis sitios habituales para tomar un café con un algo, pues no es solo un sitio agradable por la decoración, trato del dueño y los camareros, sus productos no pueden ser mejores, y todos de elaboración artesanal.
Para mi el capuchino es un básico, los hay de avellana, chocolate, amaretto y naranja, siendo mis preferidos los dos últimos y especialmente el de naranja.
Respecto a los dulces, la palmera de chocolate blanco con caramelo pa morirse, tb la milhoja de nata y la de crema de vainilla con fresas naturales. Aunque lo demás tiene una pinta considerable que iré catando poco a poco…
Si prefieres pasar de lo dulce, disponen de copas a 5 €, yo he probado la ginebra, solo tienen beefeater y Tankeray, la cual se sirven en su copa de balón, como los señoreeee…
He observado en su carta que sirven desayunos, con leche desnatada, sin soja y surtido de panes variados, cualquier día de estos pasaré a degustarlos.
El precio lo mejor, ya que para la zona y la calidad del género, es inmejorable.
Unilocalcomendado…

Esta pastelería y cafetería se ha adueñado desde hace poco tiempo del barrio de Nervión, ya que la originalidad y gusto con el que trabajan se nota desde que entras.
Nos encontramos con un local minimalista pero con detalles ‘sweet’ y ‘girly’ como cojines de lunares, sofás o cactus de croché en macetitas, todo en tonos pastel, porque aquí lo que predomina es el pastel (en todos los sentidos).
Una cocina a la vista es la que encabeza el lugar y se nota una gran limpieza y organización en ella. Tras asomarte a la pequeña vitrina dulce puedes encontrar principalmente productos trabajados en chocolate, hoja o nata. Muy recomendables todos los que he probado.
El café está delicioso, la verdad es que hacía tiempo que no tomaba un café tan rico en una cafetería que no fuera especializada.
El trato es inmejorable, siendo tanto del dueño, del camarero o de la pastelera, muy simpáticos y amables.
El precio, para mi bolsillo es un poco caro pero concuerda con la calidad del producto que se está consumiendo.
Volveré, para tardes especiales.

Pues acabábamos de terminar de comer por la zona y dimos de lleno con este agradable local. Está situado frente al Sánchez Pizjuán, justo al otro lado de Nervión Plaza, así que no es fácil dar con él. Tiene una cristalera a través de la cual se puede apreciar como preparan diferentes postres en la cocina.
El local es sumamente agradable. Buena música y tranquilidad. La decoración acompañas y los pequeños cactus de croché sobre las mesas son un bonito detalle.
La carta es ampli y puedes tomar desde una amplia gama de cafés o té hasta una copa. Nosotros pedimos un capuchino (muy bien preparado), un té marroquí (hace mucho que no probaba uno que me recordara tanto a los que bebía en Ceuta o Marruecos) y una tiramisú para acompañar. Como digo, todo muy bueno, bien elaborado y con un trato genial.
Así, que como opción para desayunar, tomar un café o algo tranquilo en una zona que no conozco mucho me parece una opción más que recomendable. Repetiré seguro.

Diseño, originalidad y café. Parece que hablo de cualquier lugar menos de una cafetería, pero estas tres palabras definen perfectamente a ‘Lalita’.
De estas veces que vas paseando por Nervión, y dices vamos a probar. La primera sensación es diferente ya que puedes ver en cuanto entras unos grandes ventanales que dan a la cocina/​obrador. ¿Qué hace esto ahí si es una cafetería? Ellos hacen sus propios productos dulces y salados. Primera estrella.
Otro punto a destacar, la decoración y la originalidad en su mobiliario/​local. Blanco y madera aderezados con cojines de diferentes colores. Puede ser una cursilada, pero ver esta distribución en un local en la que poder disfrutar de tu café es bastante chulo y original. Además en las mesas, una maceta con un cactus de lana preside esta. ¿Más originalidad? Segunda estrella.
En cuanto a los productos, empecemos por el café. Estamos acostumbrados a que nos pongan un café cualquiera, en este caso no es que haya posibilidad de elegir entre varios tipos, pero es bueno y diferente al resto. Además su presentación es diferente a lo normal, taza más grande (acorde con el precio). Yo disfruté de un capuchino con amaretto. Sorprendido me quedé. Tercera estrella.
En una buena merienda no puede faltar algo para comer. En este caso probamos (mi pareja y yo) dos de las variedades de las milhojas que tienen. Nata con azúcar glass, y nata y vainilla con mermelada de melocotón. Se nota las cosas creadas con cariño. Nata que se deshace en la boca. Cuarta estrella.
Y por último, y quinta estrella, no menos importante, el trato. Había mucha gente en el local, pero tanto el camarero, como el dueño estuvieron atentos en todo momento. Espero que no sea por aquello de ser nuevo y agradar al principio. Pienso y creo que no es así.
Ya tengo sitio guardado en mi UnilocalGPS para merendar en Nervión. Volveré (como Terminaitor) :)

Pastelería de verdad! buen producto y buen precio, Mis favoritos son la San Marcos y los Croissants, merece la pena pasar por Nervión para disfrutar de un buen desayuno/​merienda acompañado de un café italiano de 10.

Por fin una cafetería — pastelería que merece la pena por nervión, zona que tiene pocas opciones realmente interesantes para una buena merienda, café o desayuno, y donde hay muchas franquicias. Este local anteriormente estaba en la zona de Los Bermejales, y ahora acaban de mudarse a nervión, en concreto al lado de La Pulchra.
Como casi siempre, me enteré gracias a Unilocal de su apertura, viendo una foto de una milhoja con una pinta estupenda, y es que los pasteles de hojaldre son mi perdición. Decidimos ir a probar una tarde para merendar, y sólo he ido una vez pero ya me han ganado, sin duda será uno de mis sitios de referencia por esta zona y que pretendo frecuentar.
En la vitrina todos los pasteles tenían una pinta estupenda: palmeras, croissants, milhojas varias, diversas tartas (de fruta, queso y tradicional), bollitos, postres especiales para Navidad… yo me decidí por un capucchino con aroma de chocolate, y una milhoja de chocolate blanco y dulce leche que estaba deliciosa, y tenían otras de yema y crema, y la típica de nata que tenían una pinta tremenda y pretendo probar en próximas visitas. También tienen diversos tés e infusiones, así como cocktails, combinados, y batidos varios.
La atención fue buena, me gustó la decoración del local con cojines y cactus de colores, y la música de fondo creaba un buen ambiente para pasar un buen rato. Tienen página web y puedes contar con el espacio del local si contactas con ellos. Sitio muy recomendable.