La Anselma

Lors d’un we en amoureux et sur les conseils de notre hôte, nous avons eu la chance de découvrir cette superbe adresse.
Quelle ambiance !! Quelle folie !!! Et la patronne !!! Juste incroyable…
Alors oui je comprends les critiques: le lieu est blindé, mix populaire entre locaux et touristes et finalement très peu de place pour la danse.
Il a sûrement perdu de son authenticité mais quel plaisir pour les non novices que nous sommes !!
2 heures de show entre danses, musiques, chansons reprises par le public qui se lèvent et dansent au son des guitares et surtout chanson de la patronne entre coup de gueule, dédicaces et classiques espagnoles.
Il faut absolument réservé par téléphone avant directement auprès de la patronne (pas de texto, un appel sinon c’est mort).
Consommation à 7 euros. Entrée gratuite.
Ouverture à partir de minuit, venir tôt pour avoir une place assise si pas de réservation (genre 11:15).
À tester absolument ???

La Anselma es esencia pura de Triana y figura de postín en Sevilla. Famosos, turistas y autóctonos la conocen y en alguna ocasión que otra han disfrutado de sus encantos pero… ¿quién es Anselma? Se trata de una mujer que regenta uno de los bares de Triana con más solera y fama, para gustos los colores pero no se podrá negar que esta mujer es un símbolo de este afamado barrio y que noche tras noche llena su local.
La Anselma es un bar situado en la trianera calle Pagés del Corro haciendo esquina con Antillano Campos. Este local, ubicado en una antigua casa diseñada por el gran Aníbal González (recordado por los tiempos de los tiempos como el artífice entre otros grandes edificios de la Plaza de España en Sevilla), no necesita presentación, no tiene carteles y es ampliamente reconocido por la cantidad de gente que lo rodea cada noche haciendo cola para conseguir un buen sitio.
En más de una ocasión me han preguntado por la ubicación de este bar y tan solo he tenido que dirigirlo hasta la cola de gente que se vislumbra junto a su puerta. ¿A qué hora abre la Anselma? esa es tan buena pregunta como difícil su respuesta, no tiene un horario bien definido ya que no se rige por un horario estático, lo que sí está claro es que dentro te lo pasarás bien y disfrutarás del espectáculo.
La Anselma por tanto es un bar que ofrece shows de flamenco en directo, un buen lugar para tomarte una copa mientras disfrutas del espectáculo. Las copas tienen precios de discoteca gorda y es habitual que Anselma te «regañe» si no consumes e incluso puede invitarte amablemente a que abandones el local, a muchos esto les parecerá grosero pero bueno si vas a La Anselma sabes a lo que te expones. Cantantes, toreros, actores, políticos, periodistas, deportistas y demás personajes públicos suelen acudir a este bar donde también van muchos turistas y algún que otro sevillano de a pie.
Merece la pena acudir para ver la simbiosis que se produce entre el público asistente y la imagen de la Virgen del Rocío cuando se apagan las luces del bar y se le canta a la Virgen la Salve Rociera. Incluso si está de buenas es posible que escuches a la propia Anselma cantar con su personalísima voz (tiene varios discos en el mercado).
En definitiva un curioso local que es muy representativo de la zona y como tal no se merece menos de 5 estrellas. No suelo acudir porque tampoco me va mucho ese estilo de sitios pero es innegable decir que su visita es casi obligada si vienes a Triana.
PD: Ojo con la masa de gente, para coger sitio has de hacer cola muy temprano y hay momentos en los que el local se llena demasiado. Ten en cuenta que es un sitio al que se va a escuchar cantar por lo que no es el lugar adecuado para tomarse una copa tranquilo y charlar con tus colegas. Generalmente aceptan reservas, puede ser una buena opción para ir sobre seguro.

Anselma, si vienes a Sevilla, sin duda tienes que pasar una noche a este local tan pintoresco.
Tiene sus cosas buenas y malas, voy a empezar por las buenas.
Si vas a Anselma te vas a divertir, sin duda, y vas a tener un rato entretenido escuchando música rociare y canciones versionadas por un grupo que, sinceramente, merece la pena escuchar. Si tienes suerte escucharás a Anselma cantar alguna canción también, y no lo hace del todo mal.
También podrás ver cómo el público se involucra en la actuación y verás alguna que otra pareja bailando Sevillanas, o, ¿por qué no? Quizá seas tú el que acabe haciéndolo.
Un ambiente muy cálido y familiar.
Si consigues entrar, no desaproveches la oportunidad de quedarte hasta el final y disfrutar del canto de la Salve Rociera a la Virgen que tiene Anselma presidiendo el local.
Pero ahora, pasemos a lo malo.
Si quieres ir, tienes que saber que el local abre a las 0:00, pero tienes que estar, POR LO MENOS media hora antes, la cola que se forma para entrar es tremenda, y te aconsejo que estés de los primeros, para poderte sentar.
Sigo, no es un local muy pequeño, pero Anselma deja entrar a todo el mundo, y se estará muy apretado, entre constantes empujones de la gran masa que allí se acumula.
No se te hará raro escuchar a Anselma ‘invitarte’, por decirlo de algún modo, a consumir una copa, y más si ve que te has acabado la tuya, aviso, el precio es 7 € por copa, que sin ser demasiado caro, tampoco es barato. Y la experiencia con el servicio deja algo que desear.
Sí, he dicho que escuchar la música es agradable y que cantan bien y que disfrutas del espectáculo, pero constantemente se está mandando a callar, porque hay muchísimo ruido de ambiente (normal con tanta gente) pero se hace difícil de escuchar.
Sí, es cierto, si no has ido a ver a Anselma tu visita a Sevilla no está completa, pero tienes que saber a qué te atienes.

Anselma es un personaje sevillano, mas bien trianero, la conozco de siempre ella trabajaba en el corte ingles y después abrió el bar muy cerca de la casa de mis padres, el bar esta en una casa de Aníbal Gonzalez, el arquitecto sevillano mas famoso, es muy bonita con unos medallones de azulejos con los perfiles de las hijas del dueño vestida de épocas.
Siempre hay una fila interminable para entrar en el bar, sobre todo en primavera, pero es normal, la entrada es gratuita y solo tienes que consumir para poder estar dentro.
Dicen que tanto el rey como la familia real son asiduos a este bar, pero no me extraña porque el espectáculo es muy interesante
Es de los pocos espectáculos que no se basa en el baile, se basa en el cante: sevillanas, bulerías y tangos, cantes festejos que son los que mas se escuchan, no hay un tablao, es a nivel del suelo, esto hace que todo sea mas familiar.
Anselma no canta siempre, pero cuando lo hace me encanta escucharía con esa voz tan ronca y personal.
Anselma esta pendiente de todo dentro del bar, de que todo el mundo este acomodado, de que todo el mundo este consumiendo, e incluso si no consumes te dice que consumas que hay mucho que pagar, frase que siempre que voy la dice, también invita al publico a alguna pareja a que baile por sevillana.
Es muy típico del local que a las 12 de la noche se para todo en el bar y se apaga todo, menos una virgen del Rocío y todo el mundo canta la salve rociera. Es algo muy efectivo que los extranjeros le gusta mucho, el publico como os imagináis es en su mayoría extranjero.

La de veces que me habrán preguntado a mí «Perdona, ¿sabes dónde está la Anselma?». Es increíble lo famosa que ha llegado a ser esta mujer y la mina de oro en la que se ha convertido ese pequeño local en la esquina de la calle Antillano Campos con Pagés del Correo.
Es cierto que las interminables colas de la Anselma son de sobra conocidas por los que vivimos o pasamos frecuentemente por la zona. Siempre hay gente, siempre está lleno. Mucho guiri y olé.
Tenía yo bastante curiosidad por saber qué atraía tanto a la gente y un día decidí, ya a última hora (pasaba de hacer cola) entrar a comprobarlo por mis propios ojos.
Sillas sevillanas de enea, actuaciones de flamenco, precios altos y la protagonista allí, animándose de vez en cuando con un baile, un cante y hasta uno de sus chistes. En mi opinión no es para tanto, pero un sitio que atrae a multitudes merece la pena ser juzgado en primera persona.

Flamenco de salón enfocado para el turista en el corazón de Triana.
A mí el flamenco me gusta, y el flamenquito también cuando esté bien cantado, por eso será que La Anselma no termina de hacerme chiste, aunque es indiscutible que para el forastero que llega ávido por conocer las entretelas del flamenco, este local se convierta en todo un santuario de lo andaluz. De ahí que en su puerta se formen colas de auténtico vértigo momentos antes de abrirse de par en par.
El arte en La Anselma se paga, y por eso los precios en su barra no son nada baratos, aunque habiendo espectáculo en directo debe verse como normal y no es algo que suponga una preocupación, paseando por el local podremos recrearnos en mil detalles, cuadros y fotos que apenas dejan entrever trozos de pared.
En este local todo gira en torno a su propietaria, los visitantes se ponen en corro y en medio se forma la fiesta, sevillanas y rumbas que no paran y que son acompañadas con palmas a descompás por la gran parte de los presentes, conste que lo de las palmas a descompás no va ni mucho menos como insulto, puesto que merece todos mis respetos el intento de cualquiera por acercarse a nuestras más típicas costumbres.
No sé si el hecho de que siempre se cante «a pelo» es bueno o malo, ya que si hay mucho jaleo las voces son prácticamente inapreciables. El momento grande –y curioso para muchos– de la noche, es cuando al dar las 12 se apagan las luces y se interpreta la salve rociera de Los Doñana en honor a la Virgen del Rocío.
Ojito, que en este local se permiten reservas y hay que andarse listos para hacerse con un sitio privilegiado en la sala, por lo que conviene llamar con antelación sobre todo si vais en grupo.

Sobre las 8 de la tarde en Sevilla.
–Perdona, ¿La Anselma donde está?
–Pues ahí al lado, justo en esa esquina.
–Ah vale, muchas gracias.
–Pero todavía no abren, abren sobre las 11 de la noche, pero venid antes para coger sitio.
Y así, una vez y otra. Es extraño como La Anselma, que está en pleno barrio de Triana, se llena día tras día de turistas deseosos de ver el espectáculo que se organiza aquí. Flamenco sin planear, espontáneo, y todo el que se atreva puede participar.
Tengo entendido que se puede llamar para reservar sitio, lo que recomendaría muchísimo, porque son muchos años viendo las colas de gente. ¿Cuanta gente se habrá quedado fuera?
Solo he ido una vez, pero como vivo tan cerca, estoy acostumbrada a ver las interminables colas que se forman para entrar en este pequeño local, porque le sobrará arte, pero le falta espacio.
En mi casa siempre hemos sido muy fanáticas de Alejandro Sanz, y sabíamos que ya había estado alguna vez que otra allí. Un día, tras uno de sus conciertos, pensamos que podría pasarse, así que tras el concierto quisimos pasarnos. Había en la calle de atrás un coche de policía, y justo delante un mercedes azul marino con los cristales tintados: ¡tenía que estar allí! (soñar es gratis)
Entramos, miramos, por todos lados y allí no había ningún Alejandro Sanz. Nos pedimos una coca-​cola para hacer el papel durante un rato, y luego irnos a casa, tres euros la coca-​cola, pero bueno, no se estaba mal allí, mucha gente, pero supongo que eso también le dará encanto.