K’prichos

Tengo que confesar un suceso que alguna vez nos ha pasado a todo el mundo. Entré a esta tienda con la idea de comprar un regalito a mi amiga Loles por su cumpleaños. La pista que tenía es que a ella le pirran los pañuelos, de hecho tiene casi una colección más importante que la de los cuadros del Prado. Hasta el punto de que siempre espera que alguien le regale uno nuevo, sino se enfurruña. Más fácil imposible, sin tener que darle vueltas a la cabeza. Le compraré un pañuelo, claro.
Esa fue mi primera idea, el problema llegó cuando entré a este establecimiento y la chica amable que me atendió, empezó a mostrarme según mi petición, pañuelos de muchas clases y colores. ¡Eran tan bonitos! ¡Combinaban tan bien con cualquier blusa o vaquero! Enamorada me quedé de uno en tonos burdeos, azul y blanco. Además solo costaba tres euros. Lo compré con su papel de regalo y todo, incluso la graciosa pegatina con un dibujito que pone: «Espero que te guste».
El demonio se apoderó de mí al llegar a casa. Lo saqué de la bolsa, rompí el papel y me lo probé con algunos modelitos. Error, perdí veinte gallifantes en el momento. Me gustó tanto que terminé quedándomelo. Al día siguiente, algo azorada, regresé a la tienda a comprar otro artículo. Recuerdo, algo avergonzada, la mirada inquisitiva de la chica que parecía intuir mi historia. Miré algunos pendientes y pulseras bastante originales, pero realmente Loles quería un pañuelo. Así que le regalé uno distinto, pero nunca fue tan bonito como el primero.
La próxima vez pondré en la pegatina del regalo «Espero que no te guste para quedármelo yo».

Un local pequeñito en plena Ronda Histórica, la verdad es que la zona nos es muy idónea para poner un negocio, pero Kprichos ha resistido bien. Es una tienda de complementos que cada cierto tiempo va cambiando de estilo. Al principio era un poco cani, luego se hizo mas fashion (cuando los canis se hicieron fashion) y ahora tiene muchos complementos con dibujitos rollo Hello Kitty.
Allí he comprado un par de veces regalos cuando no tengo ni idea de que regalar. Aunque la tienda es pequeña tiene buena variedad y es bastante económica. La dependienta es muy amable y parece que se alegra cuando ve a alguien entrar, el tipo de vendedora ideal para sitios como este.

Cuando paso por delante de esta tienda de complementos no puedo evitar quedarmen mirando el escaparate, y si la pillo abierta tengo que entrar. Aunque sea a echar un vistazo y ver los complementos.
La encargada es muy amable y en cuanto entras te pregunta si te puede ayudar en algo. Está atenta a lo que puedas necesitar. Pero yo siempre que entro lo hago para mirar. No es que tenga mucha variedad para mi gusto, y hay tiendas de complementos mejores que esta, pero al menos me entretengo mirando los artículos. Nunca me he llegado a comprar nada aquí, pero la tengo como opción por si algún día tengo que regalar algo. Para mí es una de esas tiendas perfectas para hacer buenos regalos.