La Avenida Felipe II es súper grande, y tengo que decir que nunca me había parado a desayunar por aquí. Esta vez, por la hora que era, tenía que desayunar ya, y decidí que este era el lugar que iba a elegir. Me llamó mucho la atención la cantidad de dulces y pasteles artesanos que tienen en dos vitrinas. Desde luego, esta cantidad entre la que puedes elegir, es para venir a probarlos a todos poco a poco, y para merendar, hora en la que el cuerpo va pidiendo más azúcar. El Petisú es un local muy pequeñito. Con forma de L, en la parte del fondo tiene 5 pequeñas mesas, donde, en una nube de bullicio, puedes tomar tu desayuno. A la hora de elegir tu tostada, también puedes elegir distinto pan, y el café lo sirven en una vajilla súper bonita. Yo pensaba tomar un desayuno compuesto de leche y tostada, pero después de ver el tamaño del vaso de leche, me lo pensé mejor, y preferí sólo beber ColaCao. La verdad que me encantó, porque no muchas veces te sirven el ColaCao en vasos tan grandes, y tienes que conformarte con esos vasos bajitos y entubados, donde te ponen tres dedos de chocolate en polvo y cuatro de leche, ¡un desastre! Pero esta vez me sorprendió para bien y me encantó. El inconveniente es que hay mucho ruido, con lo que no puedes leer tranquilo, y además te atienden rápido, y como no eres de los que van todos los días(del barrio), encima te tratan con pocas ganas. Además, no hay wi-fi, o sea, que de llevarte el portátil para trabajar ¡nada! Al menos, es recomendable porque el lugar es acogedor y todos los pasteles, con tan buena pinta, te llaman a gritos para que los pruebes ;)
Marta G.
Tu valoración: 5 Sevilla
El Petisú es una institución en Sevilla. Recuerdo que cuando era pequeña y venía de vacaciones(por entonces vivía en Barcelona) mi abuela solía llevarme a merendar unos dulces exquisitos que me resultaban extraños porque eran típicos andaluces. Sobretodo el que le da nombre a la pastelería, El Petisú. Lo mejor de este sitio es que es el que eliges para meriendas especiales, para compartir momentos importantes y para celebraciones. Porque tiene ese punto de sitio elegante pero cercano, incluso el precio es así: no es barato pero se pasa de precio lo justo para darle caché sin ser prohibitivo. ¿A que es un concepto raro? No sé explicarlo mejor pero el que haya ido lo entenderá. Para mi será siempre un sitio muy especial al que espero algún día llevar a mis hijos a tomar allí una merienda especial con su bisabuela.
Laura S.
Tu valoración: 4 Sevilla
El Petisú tiene varios establecimientos en Sevilla. Y supongo que en todos la oferta será de tanta calidad como el Petisú de Felipe II, que es la confitería por la que me doy una vuelta de vez en cuando. Había visto el establecimiento en bicicleta camino del trabajo bien temprano, pero no me había parado nunca. En el barrio del Porvenir tiene fama, aunque de eso me enteré más tarde, una vez ya lo había descubierto por mi misma. Ese jueves por la tarde iba a casa de mis padres, era el cumpleaños de mi madre, y entre una cosa, aún no tenía regalo, así que pensé que la mejor manera de presentarme ante la ausencia de regalo, era con una bandeja de pastelitos. Me acerqué hasta la calle Felipe II, donde recordaba haber visto una confitería, en la que siempre pensaba en pararme, pero nunca lo hacía. Me encontré con una confitería, de las confiterías de toda la vida, con su punto de tradición, pero sin grandes florituras ni lujos, donde lo importante eran los pasteles, y no la parafernalia que rodearan a esos pasteles. Había una buena variedad, la suficiente hasta completar una bandejita de una doncena. Mi familia quedó encantada con el postre. El servicio excelente, y la calidad igual.
IÑIGO j.
Tu valoración: 3 Sevilla
Es cierto, el Petisú es una pastelería con gran tradición en el ya tradicional barrio del Porvenir. Aún recuerdo esos domingos de mi infancia en los que las visitas de mis padres nos alegraban a mis hermanos y a mi con esos exquisitos pastelitos. Sobresalían entre ellos, como no, los petisús de chocolate, un palito de masa cubierto y relleno de crema que hacían nuestras delicias. También es verdad que a mi entender la calidad de los dulces ha bajado considerablemente en los últimos años, en los que han ampliado su oferta dando desayunos y poniendo unas mesitas en la calle.