El Librero

Just around the corner from the busy streets towards the Cathedral and those many touristic places you can find El Librero.
We felt the food to be quite good considering the 10 euros offer for five tapas.
Portion were generous too, and regardless the meatballs could have been from a can (as stated in other reviews), this were good in any case.
It may be not the best place in the surrounding, but certainly authentic and typical from what it concerns our understanding of Spanish food.
A little note of disappointment at the very beginning, when the owner came around seeking for the English menu he gave us to pass it to another couple. Nothing in contrary to this, but we would have expected some words of apologies as we were still «reading» it.

In the early evening, a pleasant place to sit away from the bustle for a drink and a couple of tapas. I would imagine it is crowded later on, and would seem to be less touristy than most in the area and well-​priced. We only had a few drinks and two tapas, but they were good.

Our meal was a failure.
The one person working there was overwhelmed by the lunch rush and we had a terrible experience. The food was average but the service wrecked the meal.
First the food: tortilla, ok; gazpacho, good not great; albondigas, poor; pasta bolognese, ok (noodles over cooked and the sauce was overly sweet); calamares, poor; lomo al whiskey, average; jamon iberico, not sure as it never came.
Service: The first round of drinks (water, beer, fanta naranja) came without issue. The second round took three requests. 4 of 5 tapas came out first, the 5^th (jamon) never came, but showed up on the bill. The pasta came well after all others had fished their meals but interestingly came out as noodles only. The sauce came 15 – 20 mins later to compliment the now cold noodles. As soon as they (2 of our group of 7) finished, we paid and left.
Summary: Fail.
We had other great meals in Sevilla, and will avoid this place next time.

De todos los restaurantes que probé en Sevilla (probé muchos), este fue el mejor. La comida es toda fresca, hecha en casa y muy buena. Los precios son justos pero los menús del día son súper baratos y te dan mucha comida.
Lo recomendamos mucho!

Cinco tapas por 10 €, o lo que es lo mismo, tapas a 2 €, esa es la apuesta de este establecimiento para atrapar a la clientela que pasea por el barrio de Santa Cruz.
La barra del local es –nunca mejor dicho– lo menos que se despacha, y se encuentra al final del alargado pasillo que es el bar.
Yo paseaba con un amigo por allí cuando reparamos en la existencia del bar y allí que nos metimos a tomar algo y picotear porque la hora ya lo merecía. De ese modo entramos y nos echamos a un lado del angosto local. Pedimos cerveza y tres tapas: solomillo al whisky, espinacas y albóndigas, y no os miento si os digo que nos quedamos con ganas de pedir más cosas, pero bueno, ya volveremos porque pasear por el barrio de Santa Cruz una vez cada dos semanas es uno de los mandamientos no escritos de todo sevillano.

Menú del día por 11,90 €
Primer plato a elegir:
— Gazpacho
— Ensalada mixta
— Espinacas con garbanzos
— Pimentos aliñados
Segundo plato a elegir:
— Albóndigas en salsa
— Tortilla de patatas
— Atún encebollado
— Pisto andalú
Postre + Bebida
¿Y por qué lo pongo todo? Porque cada uno pidió un plato diferente y luego los compartimos.
Es verdad que el menú es de la tierra, no tienen esos platos que ocupan dos líneas en la carta, pero está todo muy rico, y sales más que servido.
Ahora que llega el frío, por la noche os aconsejo cenar dentro, pero siguen las mesitas bajas en el exterior porque siempre es agradable el solecito durante el día.
Destacar que el dueño es muy simpático y cercano, disfruta atendiendo al cliente.

Recomendable, altamente recomendable, el bar de exquisitas tapas que mi amigo Juan Pedro ha abierto este 2011 en pleno barrio de Santa Cruz. Cuando lo conozcas y lo saborees en su más amplio sentido –el bar, su manducatoria, su entorno, no a Juan Pedro, que también puede ser, no digo yo que no-​, El Librero se convertirá en un imprescindible de tu organigrama de tareas a realizar al menos una vez por semana.
El Librero no es un bar al uso. Me explico. En él no encontrarás una amplia barra en la que apoyarte tranquilamente a tapear y charlar con tus amigos –jijijí, jajajá, ponme otras cinco-​, o el camarero. No. La barra, por llamarla de alguna forma, tiene la longitud mínima que se despacha, lo justo para que Juan Pedro te reciba, te ponga una cervecita o un buen vino, y os quitéis del medio, tú y Juan Pedro.
Por este motivo, y por la estrechez del local, lo mejor que puedes hacer cuando llegues, es hospedar tus inestimables nalgas, en taburete o silla, mesa alta o baja, dentro o fuera, a gusto del consumidor, y preparar tus pupilas gustativas para relamerte con la carrillá, sí, carrilá, ya ves…, porque carrillás hay muchas, pero como las de aquí, ninguna… Ya me contarás, ya. ¡Pa cogé pan y mojá! ¡Un deleite!
Pero como no sólo de carrillás vive el hombre, puedes elegirte unos chipirones de escándalo en su tinta, o unos boquerones en su justopunto envinagrados, que no es fácil, o un atún encebollao, así, sin «d», porque ya nos la hemos comido antes de que llegue el plato a la mesa… Pide sin miedo, porque con cualquier tapa que pidas, vas a acertar, asegurado.
Puestos a pedir, y amoldándose a estos tiempos de apreturas de cinturones y demás, El Librero te ofrece poder experimentar con los sabores de cinco magníficas tapas cinco, al precio de 10 euritos 10, de ná. Ya ves. Y si lo que tienes no es hambre, sino necesidad, pues te endosas un menúdosplatosbebidaypostre de calidad por 11ypico euritos 11ypico, y tan pancho.
Si comer bien, no cuesta tanto…