Cervecería Martín Blanco

Los fines de semana es casi imprescindible reservar mesa con un día de antelación. Te puedes hacer una idea de lo solicitado que está, y es que las setas, ingrediente base de casi todos los platos de este sitio, están excepcionales.

No me termina de convencer este local, especializado en setas. A simple vista parece una cervecería del montón, de esas que abundan por Sevilla. Una vez que entras sí que ves cierto carisma, pues tienen mesitas para comer (normalmente con mucha afluencia) y una carta bastante amplia de platos y tapas.
Entre sus especialidades tienen las setas, sí que es verdad que tienen algunas tapas distintas, aunque hasta ahora las que he probado no eran del todo especiales. Me han comentado que el arroz sí que está rico, pero no he tenido la oportunidad de probarlo porque no quedaba. Me pedí en una ocasión el atún y alguna que otra tapa así, pero no parece que tengan una cocina muy elaborada.
En definitica parece un sitio más apropiado para lo que decía al principio, unas cañas, una tapilla y salir corriendo. De hecho, se suele ver a mucha gente que hace la parada típica para comer en un descanso del trabajo, ya que por la zona hay más de un edificio de oficinas.
Lo peor de todo es que cerca tiene bares y restaurantes que merecen mucho más la pena, por lo que no sé si volveré a ir.

Un sitio que recomiendo sin duda alguna es este bar que se encuentra entre sevilla 1 y sevilla 2.
Su especialidad son las setas con una amplia variedad de platos con este ingrediente como el solomillo en crema de boletus, el rissoto de setas, el arroz de setas y carne, setas al ajillo, croquetas de setas, etc. Cada cual más rico.
Además, tienen muchos productos extremeños muy ricos: morcilla, chorizo. poniendo platos tan típcios como los huevos con chorizo y patatas o las pruebas de matanza (de morcilla, chorizo o salchichón).
También tienen platos más típicos como salmorejo, solomillo al whisky u otro tipos de croquetas. Además, en época de caracoles y para los más caracoleros también os recomiendo añadir este lugar a vuestra ruta típica. Tal vez no son los mejores caracoles de sevilla, pero si son bastante recomendables.
Además eL servicio es muy agradable, siempre atento y rápido y pendiente para resolver cualquier tipo de duda o hacer recomendaciones.
El sitio no es demasiado grande: cuenta con algunas mesitas en la terraza y algunas mesas altas en la entrada del lugar, y mesas normales al fondo. Si se recomiendo no ir demasiado tarde o te puedes quedar sin sitio.
Todos los platos que probé estaban riquísimos, pero creo que me quedo con el rissotto de setas, ¡recomendado! :D

Si miro desde la ventana de la oficina en la que trabajo lo que veo de frente es este bar. Suelo parar allí a desayunar cuando tengo el turno de mañana. Es de los pocos bares que conozco que tiene churros. Lleva abierto un par de años y desde el principio había un camarero por las mañanas que entraba con una energía que aniquilaba a cualquiera, como se puede tener una sonrisa de oreja a oreja a las 7.30h de la mañana…
Al medio día esta mas animado el bar, se puede tomar tapas pero tengo que reconocer que yo solo he ido de cervezas pero a barra y las mesas están llenas de gente comiendo porque la zona es de oficinas y despachos y tiene pocos bares donde se coma bien, aquí sospecho que si.
La cerveza esta muy fría, supongo que sera por esa gran cabina de frió donde tiene metidos los barriles, sera necesario esa cabina para enfriar la cerveza algún grado mas con todo el sitio que ocupa tal armatoste? La decoración del bar es bastante sencilla, alguna pizarra con las ofertas de mojitos que nunca vi a nadie tomarse ninguno. La pared de la derecha nada mas entrar tiene una eterna exposición de venta de cuadros de setas, todos de pequeño formato.

No soy mucho de cervecerías, más que nada porque no me gusta la cerveza., así que la primera vez que entré en este bar con varios amigos no lo hice atraída por ello sino por una simple cocacola. Y ya que estábamos, a ver qué tapita me podía meter en el cuerpo…
Me sorprendió mucho comprobar que la especialidad de la casa eran las setas, de diferentes tipos, no sólo los champiñones. Un plato que no se prodiga especialmente en nuestra ciudad, más bien dada al pescado, como sabemos, que a lo silvestre. Tienen distintas variedades, para todos los gustos. Al final, debo reconocerlo, me decanté por los champiñones más clásicos, con su jamoncito (¡muy buenos!), pero mis acompañantes sí se decidieron a probar algún que otro tipo de setas de las que se ofrecían… y quedaron gratamente satisfechos.
Un bar que, desde luego, parece por fuera mucho más anodino de lo que puedes comprobar que es por dentro. ¡Tienes que probarlo!