No creo que Caramelo haya visto tiempos mejores. Ha cambiado de nombre con el paso de los años, pero yo solo la he conocido como sala de baile y no como discoteca. Durante un tiempo, cuando cerró Ohana, se llamó Treintaytantos, pero se ve que el nombre no cuajó y volvió a llamarse Caramelo. Está en San Francisco Javier, detrás de económicas. Con forme bajas por las escaleras hay una terracita con bancos y mesas con taburetes por si apetece estar fuera, genial para fumadores y para salir a tomar un poco el aire y no mojarte cuando llueve. Caramelo en sí es una sala amplia, con buena ventilación y aire acondicionado, que si te pegas bailando horas y horas al final se agradece aunque sea invierno. Y hay sitio suficiente para bailar o quedarse en el sofá charlando o tomando una copa. Quien viene a Caramelo sabe a lo que viene, a bailar. Si bailas y te tomas una o dos copas en toda la noche no te gastas más de 12 € y pasas una noche agradable. Si vienes a tomar cerveza estas equivocado, el tercio de Heineken o Cruzcampo son 3 €. Pero repito, quien viene a aquí es para bailar. Eso sí, los findes regalan pizza o panninis con cualquier bebida hasta las 23:30. De lunes a viernes hay clases de 19:00 — 23:00, y desde el jueves al domingo se hacen fiestas por la noche. Los domingos también abren por la tarde para alguna que otra paella, el café con pastas, clases y luego fiesta. Un par de pegas: nuuunca hay papel en el cuarto de baño, y al entrar te dan un tiket rojo que debes cambiar por uno verde cuando consumas algo para poder salir. Pero el portero a veces se porta bien ;)
Juan Ignacio B.
Tu valoración: 2 Sevilla
Quién no ha estado más de una vez en este local. Antiguo Birdie, donde desde mi época de instituto iba con la pandilla a pasar largas tardes de fin de semana. Pero ya no es lo que era, al darle el cambio a Caramelo y hacerlo con un interiorismo más minimalista y moderno, perdió su encanto. Por cierto, lo que se antoja la horrenda zona vip, con sofá en espiral, inaccesible en las tardes, amén de un espacio perdido y quizá de lo más confortable en otras circunstancias que ahora contaré. En relación a la última experiencia, que hacía mil que no entraba, fue molesta. Antes se podía tomar una copa disfrutando de una amena conversación, pero o bien la camarera que estuviera sorda o directrices de los propietarios, tenía a un volumen desmedido para los pocos, que en viernes tarde, ideal afterwork por donde se está, nos encontrábamos allí. Tan molesto que optamos por salir a la zona de fumadores, rellano previo a la sala, sin ningún éxito. Copa rápida y a huir del local, aunque al menos fue gratis por el flyer que nos dieron en el negocio donde comimos. Desde el punto de vista empresarial, considero si un lugar concebido desde sus orígenes para el disfrute de las tardes, con tener música de fondo bastaba. Ya por las noches y lleno de gente, a tope de decibelios, para mejorar la experiencias y ampliar el target,
Idoia R.
Tu valoración: 2 Sevilla
Estuve hace poco tomando una copa un viernes por la tarde y la verdad es que la experiencia no fue muy buena. No lo digo por la compañía que fue magnífica sino por el local en sí. En total habría unas 10 personas en ese local enorme tomando una copa o café y todavía hoy no me explico cómo era posible que se escucharan los unos a los otros en la conversación con el volumen de música tan alto que había ¬¬. En nuestro caso optamos por ponernos en la zona de fumadores para tratar de evitar un poco ese sonido y poder hablar un rato. Que digo yo que uno pone la música alta cuando tienen el local lleno y la gente está bailando, pero si tienes a 10 personas a las 16 de la tarde tomando una copa o un café y charlando, la verdad es que muy lógico no es. Además añadir que ese día estaba lloviendo y hacía bastante frío, por lo que la opción de quitarse el abrigo y estar a gusto tampoco era muy factible. No sé, creo que su concepto de tardes charlando no lo tienen muy desarrollado, ahora que por las noches está lleno de gente :)
Jara C.
Tu valoración: 3 Sevilla
No conocí Caramelo hasta que no lo acondicionaron para bailar bailes latinos. Actualmente si te gusta bailar salsa, bachata o kizomba en un ambiente sano y con gente agradable puedes acercarte a disfrutar de un poco de ritmo! :) Además si no sabes bailar y te gustaría aprender también puedes ir por las tardes a dar clases de todos esos estilos, además de salsa cubana, un baile social muy divertido. Quien gestiona este local es el antiguo dueño de Ohana, conocido también por ser un bar de bailes latinos. El local en sí es espacioso, con sillones cómodos y lugares para poder disfrutar también tomando una copa con tus amigos, aunque el sitio para mí tiene su encanto por la gente. Encuentras a gente de todas las edades entre los 20 y los 50 años, la mayoría muy simpática y abierta sobre todo con el interés de bailar y aprender los unos de los otros Si te gusta conocer gente y tu cuerpo pide salsa, te recomiendo acercarte a menear las caderas a Caramelo :)
M Carmen M.
Tu valoración: 3 Sevilla
Una discoteca de las más normalitas de Sevilla. Para mi gusto no es que sea de las mejores e incluso me atrevería a decir que es una de las mas pijas de Sevilla, y de esas que te ponen mil pegas para no dejarte entrar. Si vas un gran grupo de gente, no te dejarán entrar y tendrás que buscarte otro sitio en el que bailar. Es diferente si van sólo niñas(como en todas las discotecas, claro!) Además siempre, siempre, siempre piden invitación para dejarte pasar. Parece que siempre tienen organizada una fiesta para la que se necesita una entrada determinada… o eso, o te piden 30040 euros. Yo fuí el año pasado el día de mi graduación. Eso sí, íbamos todos super elegantes y además teníamos el espacio reservado, es decir, que ya habíamos soltado pasta para entrar. No recuerdo bien, pero nos cobraron más o menos 40 euros a cada uno por tener barra libre«toda la noche». Lo pongo entre comillas porque nos echaron a las 5 de la mañana. A los que no pagaron la barra libre les cobraban 15 euros en la misma entrada con dos copas. Lo bueno es que estaba muy descontrolado y la gente con barra libre le pasaba las copas al resto. Por dentro no es gran cosa. La pista de baile es bastante reducida y a veces puede resultar agobiante… Y la música no está mal. A mí el día de mi graduación no me lo amargó ni un portero, ni una discoteca… y me lo pasé super bien, pero está claro que pocas veces volveré a intentar entrar en este local.
Joaquin A.
Tu valoración: 3 Sevilla
La primera vez que fui iba tan mal, tan sobradamente mal, que ni siquiera sabaía que había estado alli… Algo triste si, pero real. Así que la segunda vez que estuve para mi fue todo nuevo. Los porteros eran tan quisquillosos que aún no entiendo como conseguí entrar la primera vez. Aunque la tercera o cuarta vez que estuve, no me parecieron tan quisquillosos… Caramelo me da cierta sensación de agobio. Aún así me gusta su ambiente, en el que estoy acostumbrado a moverme. La discoteca es bastante famosa aunque las hay bastante mejores. Si te dejan entrar bien, si no, con orgullo, busca algo mejor.
Andrea G.
Tu valoración: 2 Sevilla
Cuando te preguntan los porteros en la puerta de una discoteca del montón si tienes invitación para entrar, todos sabemos lo que significa. o no?! Pues me lo preguntaron aquí una noche. Obviamente entendí la trillada indirecta y mientras me alejaba pensé que ya iba siendo hora de que alguien les enseñara unas cuantas frasecitas nuevas para su corto repertorio… Desde entonces, no me gustó Caramelo. Eso sí, debo reconocer que luego fui un par de veces más(esta vez nos dejaron entrar) por insistencia de un amigo y porque nos quedaba cerca de casa, pero aun así, sigue sin gustarme. El local en sí no está mal, un espacio amplio, bien amueblado con sofás y sillas confortables que si no están reservadas para un evento, se pueden usar libremente, y dos barras con una buena variedad de bebidas a elegir. Pero lo mejor que tiene para mí, definitivamente es su terraza, que en verano es bastante agradable, con música chill out de fondo, lámparas como farolillos gigantes y sillones blancos dispuestos en L. En cuanto al ambiente interior, la música me parece muy comercial y monótona. La última vez que fui, la mayoría de la gente tendría unos 25 años en adelante, con excepción de unos cuantos chavales alborotadores que se creían la última coca-cola del desierto. A decir verdad y a pesar de todo, la pasamos bien, porque después de unos traguitos de más, a quién le importaba el resto. Lo que importaba era la compañía y en ese entonces, me gustaba la que tenía… En mi opinión. .Creo que hace un tiempo Caramelo llegó a ser una de las discotecas más reconocidas de Sevilla, pero ya se le pasó el arroz y hoy en día las hay mucho mejores.