Creo que Pepa L. lo clava en su reseña. A la hora de clasificar al bar Alcalá es otro bar más, con todo lo que ello implica. Hoy me ha tocado desayunar aquí, y la verdad es que he salido satisfecho. Tiene una terraza con varios veladores. Una barra no especialmente grande y unas cuantas mesas en el interior. El café estaba fuertote y la tostada muy rica. Como aspecto negativo, debo destacar que había dos camareros, uno de ellos es como el doctor Jekyll, amable profesional, simpático, pero el otro es Mr Hyde claramente. No es que fuese«malaje», es que es un grosero de campeonato. Por fortuna me ha atendido Jekyll. Buon Appetito.
Pepa L.
Tu valoración: 2 Sevilla
Este bar es el típico bar de barrio ruidoso, con camareros que chocan los vasos al retirarlos, con señoras con su carro de la compra desayunando y con clientes habituales a la hora de la cerveza que hablan a gritos entre ellos. He estado algunas veces sobre todo a la hora del desayuno ya que me pilla en el recorrido hacia el Mercadona. Tiene terraza exterior y para mí este hecho es fundamental a la hora de elegir el lugar donde desayunar ya que no perdono mi primer cigarrito de la mañana con el café. No hay nada destacable en el café bar Alcalá. Las tapas son las normales. El desayuno es normal, aunque para mi gusto el café lo ponen demasiado fuerte o cargado. Y tampoco me gusta especialmente la terraza pues se encuentra al borde de la carretera y la avenida del Reino Unido es bastante transitada de vehículos e incluso pasan autobuses. Si tuviera que definirlo diría que es otro bar más.
Mariela G.
Tu valoración: 3 Sevilla
El bar Alcalá es uno de esos sitios que puedes escoger tanto si te gusta un desayuno tranquilo de domingo como si prefieres un café con los amigos. Lo cierto es que no destaca por nada en especial, excepto por su atención. He acudido a comer varias veces a una hora tardía, cuando estaban a punto de cerrar la cocina, y a pesar de todo no me han recibido con el ceño fruncido, como en tantos otros sitios, sino con total amabilidad. Esos pequeños detalles pueden parecer insignificantes, y sin duda deberían ser inherentes a todo establecimiento, pero muchas veces se pasan por alto. Son, al menos para mí, los que determinan en última instancia si vuelvo a entrar o no en algún sitio. Por lo demás, como digo, un bar-restaurante bastante normal, pulcro y con buenos precios.