Triángulo

Yo no sé por qué la gente le pone tan pocas estrellas a un restaurante chino sin pretensiones y precios bajos. Es el clásico no-​chino con platos creados para nosotros (el rollito de primavera, el arroz tres delicias… todo eso que en China no existe) que tiene 2 menús de mediodía, el de 8,5 y el de 10. Algo inconcebible en esa zona tan cara en la que está.
El camarero es muy muy amable, tanto que te llama cariño y todo. Ellas son un poco menos simpáticas y en general todos hablan un español bastante patatero pero se esfuerzan por entenderte y hacerse entender, son rápidos y eficientes.
La comida no es sin duda la peor que se pueda comer en un chino. Es, de hecho, menos grasienta que otras. El menú tiene el típico pollo con limón, con almendras, al curry, verduras con gambas… Nada está malo ni delicioso aunque el pollo al curry y el rollito de primavera están bastante ricos. Los postres son su punto flojo: solo hay flan, helado y café. Pero vamos, que sales lleno de allí aunque no pesado, son rapidísimos y la comida es más que aceptable. De ahí que termine yendo una vez a la semana, viendo el asco de opciones de comer que tenemos por allí…

Restaurante chino como hay cien mil en todo Madrid. Quizá lo único destacable es que tiene unos menús del día verdaderamente baratos (8,50 € y 10,50 €) y que la atención, como suele suceder en los restaurantes chinos, es muy atenta y cuidada: están pendientes de ti, toda la comida viene a la vez y son extremadamente amables.
Pero la comida es esa comida china occidentalizada y europeizada a la que estamos todos acostumbrados, y que palidece al ser comparada con otros restaurantes, por así decirlo, más chinos que hay no muy lejos de aquí. Típico plato de pollo con almendras, arroz tres delicias y rollito de primavera. La sopa miso (sí, tienen sopa miso) bastante decepcionante y en general una manduca bastante mediocre a un precio muy bajo, pero no tan bajo como para subirle una estrella.
Sí subiría hasta una tercera estrella si atendemos a dos cosas: los alrededores son como para pegarse un tiro (o todo es muy malo o todo es muy caro, hay poquitas cosas alrededor que merezcan la pena) y porque la comida llega rapidísimo, algo muy importante si trabajas alrededor y tienes poco tiempo para comer.