Me ha gustado mucho… tanto el local, como el servicio, como la carta!!! Hemos compartido porque no sabíamos que elegir, burrata, berenjenas y pez mantequilla con trufa!!! De postre una tartita de chocolate!!! Mesas con gente de oficinas de la zona, parejas y grupos de amigos. Según fue avanzando la sobremesa las mesas altas se han ido llenado con gente de café y copita de viernes… Muy muy recomendable
Hugo R.
Tu valoración: 2 Madrid
Demasiadas pretensiones, un pedazo local muy bonito puesto pero poco más. El primer bache fue que no tenían tronas para niños, cosa que me estropeó toda la comida. Los tiempos entre platos muy mal calculados, aunque hay que reconocer que éramos una mesa grande. Y de la comida pues eso que no probé nada que me sorprendiera. En fin de estos sitios de postureo que personalmente me cansan. Espero que en Madrid empecemos a exigir un poco más de originalidad y dejemos de valorar sólo la decoración de los locales.
Roque M.
Tu valoración: 3 Aravaca, Madrid
El sitio podría ser mejor si ajustara sus precios y apretara un poco la calidad de ciertos platos. El servicio ha sido correcto aunque he visto un poco de descontrol a la hora de tomar nota de algunos platos. Para una de esas cenas de todo al centro, nos hemos metido fácilmente en los 50 euros por persona, y realmente no se ha visto reflejado, o al menos no nos hemos llevado esa sensación a casa. Para repetir, pero aleccionados.
Sara B.
Tu valoración: 2 Madrid
Fuimos aquí para la cena de navidad(en realidad es comida pero no se porque lo llamamos asi), y como buena Unilocaler me leí antes las críticas y como que me dejaba destemplada, vaya que no me llegaba a convencer y así fue. Decir que la decoración es espectacular con una cristalera en medio de la sala que amplifica la estructura toda en madera, con dos apartados uno abajo nada mas pasar la barra donde la gente toma un tentempié y una parte mas alta que tiene un par de escalones donde se encuentran el resto de mesas junto con otra barra que sirvió para tomar algo antes de la comida. Además tienen una zona superior que es como el loft lounge para tomar las copillas desde donde ves la parte inferior de la sala. Los baños también son cukis y originales con un mss y mr para que sepas a que baño ir, aunque puede llevar a confusión según lo que te tomes xD Ahora bien, esto fue lo mas destacable porque la comida aunque si bien estaba buena(algunas cosas mas que otras) fue muy escasa y para muestra casi todos por no decir todos nos quedamos con hambre porque era un menú cerrado escasísimo, con tres mini entrantes a compartir entre mesas de 10 personas y los principales que era donde se supone que te ibas a llenar consistía en una pasta fresca muy buena pero con 6 raviolis… y el plato de carne era relativamente más grande pero tampoco te llenaba. En fin, en resumidas cuentas aunque el servicio fue sensacional y súper atento, no volvería ir a este sitio porque la calidad no va unida a su precio, ya que es excesivamente caro para lo que comes.
Oscar L.
Tu valoración: 4 Barajas, Madrid
Un sitio muy bien decorado aunque el servicio deja mucho que desear, se nota que o son nuevos o no tienen ni idea de que hacen(no conocen las bebidas que tienen, traen lo que quieren y están muy despistados). La comida esta muy buena y el ambiente es inmejorable
Alberto H.
Tu valoración: 4 Madrid
No os quedéis en la sala de la entrada, pasad al interior… Tiene una terraza muy agradable y un edificio anexo a continuación que está muy bien. Muy buena decoración. De comer hemos pedido una burrata sobre tartar de tomate y unas croquetas de carabineros… todo estaba muy bueno. También sirven cócteles.Calidad — precio correcto.
Lolo R.
Tu valoración: 3 Madrid
Me encantaría poder explayarme más con las estrellas de este sitio, y lo digo en serio porque estoy convencido de que tiene muchísimo potencial. Pero no puedo evitar pensar que la cena del otro día, con una amiga venida de Edimburgo, fue un poco desastre a causa de un servicio que era incapaz de hacerse con la sala. Nuestra intención era cenar en otro sitio, pero como estaba hasta arriba, terminamos aposentándonos primero en la barra de La Contraseña, y más tarde en una de las mesas altas que se quedó libre. La zona de la barra no da para mucho, no hay más que unas cuatro mesas, la barra y una barra extra, pero la verdad es que tampoco nos sentíamos muy descolocados. Más hacia el interior se ubica el restaurante, que por lo que vi es bastante chulo. Total, que nos quedamos allí en la mesita y pedimos unos vinos. La chica que está en la barra sale a atendernos, y le pedimos lo que queremos, que son exclusivamente pinchos(lo único que sirven en barra): ensaladilla rusa, ensalada de ventresca, pulguita de calamares con ali-oli, sandwich de roast beef, pincho de tortilla de gambas y ali-oli y albóndigas de mero. Tres pinchos para cada uno, dos copas de vino, una botella de agua y la promesa de que si nos quedamos con hambre, pediremos más. Total, que al final la chica vuelve a la barra y a mitad de camino deshace lo andado para que le refresquemos la memoria, porque se le ha olvidado. Mal vamos, ¡pero trae una libreta, hombre! Empiezan a salir los pinchos, y un par de veces nos ponen uno que no es nuestro. La comida está bastante buena, y los pinchos sin ser gigantes, son abundantes(con tres o cuatro pinchos has cenado, lo que vienen a ser unos 15 €, que cada pincho cuesta 3,50 €). A mitad de la cena reclamo la botella de agua, porque no hay ni rastro de ella, y cuando llega me cuesta un triunfo abrirla: resulta que está congelada en su totalidad. Se lo digo a la camarera, que se la lleva y la botella no vuelve a aparecer hasta que otro camarero trae el último plato y nos pregunta«¿y la botella de agua que os acabo de traer?» y yo «pues se la ha llevado tu compañera, porque estaba completamente congelada hasta arriba y bo ha vuelto…». Es verdad que el sitio es mono, y que la comida está rica. Pero desde luego, el servicio estaba un poco descabezado, olvidadizo y no se correspondía a lo que uno espera de la zona de Ponzano, que hay mil sitios de tapas riquísimos y en el que la competencia es dura. Volveré seguro a probar el restaurante, de obligada reserva, que espero que esté mejor atendido. Antes de marcharnos y pedir la cuenta, preguntamos por la sala de copas, porque nos apetecía un cóctel. Resulta que está justo encima(o «en», no supieron explicarse muy bien) del restaurante, y solo se abre cuando finaliza el turno de cenas«a las 12. O a las 12:30. O igual un poco más tarde», dijo el camarero. Nos ofrecieron tomarnos la copa en la zona de la barra, pero buscábamos un sitio menos ruidoso y más cómodo, así que pagamos y nos fuimos a una coctelería cercana.
Monty L.
Tu valoración: 3 Madrid
Restaurante — Gastrobar — Lounge en un bonito y amplio espacio que sorprende por su estudiado diseño. Tanto la carta de pinchos como la del restaurante –de tendencia mediterranea– son correctas sin más y el nivel de precios razonable, más o menos(cuidado con los vinos) Ofrecen un espacio –llamado El Escondido– en la planta de abajo(acceso directo desde la calle) disponible para grupos a partir de 8 personas y donde preparan menús al gusto del cliente –aunque no esté en carta el producto– Los camareros sólo acceden a él si se les llama.
Paulino M.
Tu valoración: 4 Ciudad Universitaria, Madrid
Qué gran sorpresa! Pasábamos por casualidad y entramos en la pequeña barra que se ve desde fuera a tomar un gin tónic. Alli nos invitaron a pasar a la «sala de copas»… espectacular!!! Un gran espacio de exquisita decoración vintage y con una barra de cocktails en un segundo nivel de muy buena calidad. El personal amabilísimo desde el primer momento. Nos faltó probar la comida, será en la próxima visita! Altamente recomendable, sin duda el descubrimiento de la semana.