Para picotear una noche que empezábamos a disfrutar, damos con este lugar que con buena presencia y ambiente agradable nos pareció genial, nos dejamos llevar y nos recomiendan croquetas de rissoto más ibéricos. Pues fatal las croquetas penosas y menos mal que pedimos el atún que nos fue genial. Lo peor que al estar bromeando por lo malas que eran las croquetas no nos dejaron pedir cualquier postre ya que apenas nos daban ½ hora más de mesa por qué según ellos estaba reservada, sin previo aviso. Que no nos esperen más.