Garaje Hermético

Estuve en el Garaje Hermético después de una pequeña ruta de tapas por Prosperidad y, la verdad, me gustó mucho el lugar, aunque sea un poco la ciudad sin ley (los que vayáis o hayáis ido, me entenderéis perfectamente). El sitio es muy amplio y por lo que se ve es, literalmente, un garaje. Según entras está la barra, donde se preparan combinados a razón de 7 € por cabeza. No sería caro… si estuviera un poco más céntrico, pero la realidad es que los preparan medio bien (al menos te ponen un vaso ancho, que en muchos bares de Malasaña ni eso); así que se lo perdonamos.
Yo estuve con un grupo de Unilocalers, y nos reímos muchísimo, nos lo pasamos fenomenal. Yo flipé con ese coche empotrado, salido como de la nada, con la decoración y con que mantengan una de esas máquinas táctiles en las que se puede jugar al Trivial. Que de hecho echamos una partida y creo que perdimos, torpes de nosotros…
Hay infinitos detalles molones, como el néón con el nombre del garito, o los neones de la barra, tapados con persianas venecianas, que le dan un toque un tanto diferente. Me gustó, la verdad, ese pequeño garaje que parece que se ha quedado clavado en el tiempo.
QUÉ ESPERAR DE LA MÚSICA: su poquito de rock, su poquito de punk, nada de pop, pese a que el nombre no puede ser más pop.

Gracias a Rocío G. conocí este garito y me gustó mucho. Seguro que acudiremos bastante a menudo por la cercanía, el ambiente y el horario: abre de martes a sábado y vísperas de festivo de 21:00 a 3:00. La cerveza está a 2,5 € y la copa a 5 € hasta medianoche. Después nos las cobraron a 7 €. La música no está muy alta y se puede hablar perfectamente. Tiene un billar, una máquina de Trivial, un pinball, dardos… ¿Qué más se puede pedir?

Tener una amiga viviendo en Prosperidad y además con tienda de discos te hace descubrir barrios que normalmente no están en tu punto de mira. Prosperidad encierra lugares tan chulos como el Garaje Hermético y qué mejor que alejarse del centro y descubrir que hay vida más allá de las cuatro calles de siempre.
Siempre me ha atraído la Prospe por todo ese mundo de los 80, así que nos fuimos para este bar y la verdad que fue una grata sorpresa. Ya me habían hablado de él y me pareció muy chulo. Tomarse unos tercios mientras te percatas de toda la decoración. Los dibujos de Moebius, el coche empotrado, la farola, el billar, las escaleras… que divertido y raro a la vez.
Se estaba muy bien allí hablando tranquilamente y echándonos unas risas estupendas! Sin lugar a duda hay que hacerse una ruta de bares por la Prospe ya!

Aunque no vivía lejos cuando estaba en la Zona de Avenida de América sólo un par de veces me acerqué al garaje Hermético, superviviente de la época de la movida (hay que pensar que esa zona de Prosperidad era un epicentro de la movida porque por allí estaba la Sala Morasol, hoy convertida en cines, una de las casas ocupadas más activas de Madrid y, por supuesto, Rock-​ola templo de la movida que estaba enfrente del edificio Torres Blancas no lejos de allí)
Es fácil pensar que su decoración metálica (le va bien al nombre), su espaciosidad, y sus recreativos con billar incluido son restos de otro tiempo, pero la verdad la música era rock entre clásico y de moda pero pasé una muy buena noche. Supongo que siguiese viviendo por la zona me acercaría porque es un local con encanto, sin duda.

Cuando pienso en un garito de barrio, es difícil que no pueda acudir directamente al Garaje… Porque será lo que queráis, pero ante todo, y sobretodo, es el bar por antonomasia de la Prospe (con permiso del V.O.)
Es el bar de tomarse unas copas, echar un billar y charlar con los colegas. Es el bar de, no irse de bares, sino de «vamos a bajarnos al garaje» Yo hasta estuve aquí una Nochevieja, y como siempre el ambiente fue genial, vaya, poco le falta para ser comunidad de vecinos!
Dentro, la decoración sorprende por su estilo industrial y urbanita, es un lugar amplio y de buena música y sus camareros son super majos y antaño podías hasta fumar pipas de la paz je.
4 estrellitas pues para el garito que todo barrio quisiera para él!

¿Quién no ha oído hablar de la «movida madrileña»??? Esta maravillosa joya de la noche sita en el barrio de Prosperidad, al lado de los cines Morasol, pervive desde entonces, y debemos dar las gracias.
Llamado así tras la obra homónima de Jean Giraud alias Moebious, el luminoso de la entrada es sólo una pequeña pista de la curiosa decoración que aguarda dentro: más neones, dibujos del cómic de Moebius, losetas de acera en el suelo, un Jaguar empotrado en la pared del fondo o una escalera a ninguna parte (como se puede deducir de dicha descripción, es un local muy amplio). En realidad la decoración es bastante minimalista, pero muy resultona y llamativa. Aunque sin duda lo mejor del Garaje Hermético es su elenco musical: desde el rock en todas sus variantes hasta el pop pasando por algo de punk.
Cabe destacar también el billar (aunque hay que ser muy afortunado para pillarlo libre), el pinball y la maquinita multijuegos. Pero algo malo tenía que tener, y es que, para estar un poco alejado del centro, personalmente creo que los precios son un poco elevados: refrescos 4 € y copas 7 €, y no hay mucha variedad en lo que a bebidas espirituosas se refiere. Sin embargo, me encanta ir a este garito donde, además, los camareros son gente muy maja.