Bar Cock

Me resulta difícil poner una puntuación a este lugar. El sitio es estupendo, el bar es, simplemente, una maravilla. Precioso por dentro, camareros bien vestidos, buen ambiente. Quizás, como menciona Juan D, algo elevado. La media de edad es tirando a alta, pero tampoco en demasía.
El Cock ha vivido, por supuesto, momentos míticos. Los mentideros de la Villa cuentan que hay un pasaje subterráneo que lo conecta con el Chicote, en la paralela Gran Vía, local por el que pasaron Frank Sinatra, Ava Gadner o Hemingway, por citar a unos pocos. A día de hoy, mantiene una enorme cantidad de público de lo más variado, que se arrebuja en torno a las mesas según los camareros te las van otorgando. Porque es cierto: todas las mesas están reservadas, hasta que un camarero diga lo contrario.
Los maestros cocteleros son duchos en su oficio, y si tu favorito no está en la carta, a buen seguro harán un esfuerzo para preparártelo. Eso hay que agradecerlo. El precio del cóctel, pues sí, es un tanto caro: nosotros pagamos alrededor de 50 € por cuatro cócteles, que es cierto que es un poco caro pero oye, al final un día es un día.

No recuerdo muy bien cuando fue la primera vez que pisé el Cock, pero sí que sé que me resultó un lugar sensacional y fuera de lo común. Acostumbrado a esos locales oscuros, pequeños y con la música ensordecedora, el Cock me pareció el lugar ideal para ir a tomar un buen cóctel, estar sentado y pasar un buen rato hablando con amigos.
El local, de techos muy altos, paredes con paneles de madera, una gran chimenea y cristaleras de colores me suele transportar a un salón de un palacio británico o alemán. A la entrada te topas con la barra y al girar la mirada con el resto de la sala, sólo interrumpida por esbeltas columnas decoradas de madera labrada que ya te dejan bastante atónito. ¿Estoy en un bar o estoy en un palacio?
El ambiente es de gente ya de más de 30; gente que suele buscar más la comodidad, la calidad en la bebida y un buen servicio. Los camareros son atentos, aunque muy serios, como mandan los cánones de un local que es frecuentado incluso por la realeza. La música suele ser muy suave y la iluminación suelen ir cambiándola a lo largo de la noche, de luz intensa a primeras horas hasta luz tenue a últimas horas, pero siempre con una barra muy iluminada.
Lo mejor del Cock, como he dicho, los cócteles, y rivaliza con los otros emblemáticos dos locales de esta calle en estos.
Suele haber muchas mesas reservadas, por lo que si tienes pensado pasarte y no querer estar de pie junto a la barra, mejor que reserves también, aunque a primeras horas de la noche suele haber aún muchas mesas libres.
No es un lugar barato ¡Ojo! Depende lo que pidas, pero un gin & tonic puede estar entre los 7 y los 12 €, siempre que la ginebra no sea de las muy caras.

I’m not sure this place exist anymore!!! We walked all over calle de la Reina, 16 & NO! Bar Cock to be found=) we were tempted by the review of the Best Mojito in town. If someone knows where this place is let me know 2 days left in Madrid.

Gin Gin Gin and more Gin. Something i wasn’t aware about it the Spaniards and their love for this spirit. A good spot to unwind or start a night.

Absolutely the best Mojito I have ever had. The bartender even had an assistant to help him make my cocktail. Every Mojito since has been a disappointment.

Seré breve: ambiente demasiado elevado y de guía turística para mi excelso gusto; precios exorbitados para la calidad y la cantidad de lo que te sirven; música altísima que impide hablar cómodamente. ¿Por qué fuimos? Porque yo tenía un recuerdo distinto de este sitio, probablemente porque en aquella época me cegaban los efluvios etílicos.
Tras una fallida cena en un local cercano, decidimos venir aquí a ahogar nuestras penas. Al entrar solo estaba libre una mesa reservada, pero nos dijeron que nos sentáramos; vamos, que en vez de decirle a la gente que se siente en mesas adecuadas al tamaño de su grupo, van ahuyentando con reservas a los que quieran estar más cómodos de lo que les corresponde. También te atruenan con el hilo musical para que te retuerzas bien en el asiento, así que nada de hacer cunita y arrorró mi bebé, que aquí se viene a beber y dejarse los cuartos.
Tienen una carta de cócteles de tamaño medio y precio elevado; de hecho creo que es mejor la carta del local contiguo, pero este es mucho más bonito, con su chimenea, su techo alto, sus espejos… Eso hay que concedérselo, el local mola bastante. Sin embargo, cuando llega la receta te dan ganas de no volver nunca más: 7 € por un tercio de Mahou, 11 € por los cócteles en vasos pequeños y 14 € por una Hendricks a la que le costó bastante dialéctica llegar con lima en vez de con el pepino que se empeñaban en ponerle. No, creo que no merecen la pena esos precios.
Total, que tras bebernos nuestras consumiciones y ver que allí ya habíamos hecho el canelo suficientemente, nos movimos a pastos más verdes en los que respirar no costase dinero. Temo que es una trampa para turistas aprovechando la zona, pero a mí no me cogen con vida ahí dentro habiendo alternativas más agradables y variadas sin tener que empeñar los órganos en el mercado negro.

My husband is in love with prohibition style cocktails and this place has it. It’s dark and manly in here (hence the bar name?) and I loved it. I felt classy and the bartenders will go out of their way to look up a drink recipe just to ensure you get your drink properly made! It’s a pretty low key sit down bar so make sure you bring company you enjoy!

We randomly saw this bar in the middle of the afternoon and stopped by because we had been walking around and wanted to sit down for a while. How lucky for us that it turned out to be a bar that makes some legitimate and classic cocktails.
The décor was very classy, in that fine leather furniture and waiters wearing fitted vests kind of way — probably because that’s exactly what they had. I ordered a negroni and it was served good and proper with ice cubes (instead of crushed ice) and a grapefruit peel. Maybe because we stopped in during the middle of the afternoon, but it was very quiet and relaxing there.
I would definitely recommend Bar Cock if you need a cocktail at a relaxing atmosphere.

Contrary to what you’ll hear in the sticks, not all of us in San Francisco are gay. But I was guilty of the same mindset when I heard we were going to try this bar. Despite its name, it is not a bar where you’ll find flaming homosexuals grinding to the pet shop boys. In fact it was quite the opposite when we rolled in there on a Tuesday at midnight. The place was brightly lit and had a scattering of loud college aged Americans who had turned the place into a mini meat market. We were shocked to find a frat bar in the middle of Madrid that we opted to leave and continue our search for the perfect Gin and Tonic at place a with a little more class.

One of the few places in Madrid where they serve a correct martini. Dark, quiet, elegant, pre-​hipster and very cool. Service is efficient but certainly not effusive. Great place to really tie one on, if you have extra cash to burn.

Un bar muy curioso, según entras ya te da esa sensación de haber entrado en un bar de hace 60 años, me recuerda al salón de mi abuela.
Lo cockteles espectaculares, según dicen, hacen el Moi-​Tai de Madrid, se sale un poco de precio pero bueno.
Si te apetece un susto/​sorpresa, cuando bajes al baño busca entre todos los cuadros de gallos y dime si encuentras algo «raro»

One of the few cocktail bars in Madrid. Great room. Will feel dated and way old school if you compare it to the mixology capitals of the world that is New York and London etc. So do yourself a favor, don’t.
I had a piña colada and they served me chips and olives and it was a lovely time.

Bar mítico de toda la vida e icono de la movida. Ha cambiado mucho la clientela y yo también. Desgraciadamente el Cock, yo y todos, envejecemos. Aunque mirándolo por el lado positivo, la alternativa es mucho peor. Los cócteles siguen siendo de primera.

Aquí se enamoró Francis Bacon y aquí se emborrachaba Ava Gardner. Tres daiquiris y sales algo más que contento.

Puerta con puerta con Del Diego, otro sitio maravilloso donde tomar unas copas pero algo más animado que el de al lado. Aunque ambas clientelas pueden pasar de uno a otro este resulta más sofísticado e invita más a continuar la noche. La diferencia diría que este es mejor para el fin de semana y El Diego para entre semana.
Los camareros son muy educados y el ambiente exquisito además de agradable. No se me ocurre queja alguna.

Clásico, pionero, moderno y demás del coperío nocturno. Cuentan que hay un túnel que une Cock y el Chicote, que era clandestinidad de no se qué. Yo se de buena tinta que no, pero si, después de la Guerra Civil, se podía pasar de uno a otro por un espacio privado.
Es un cásico en Madrid y un clásico de la calle de la Reina, que en cuanto a jarana y japoneses, se las trae.
En sus últimos tiempos Cock es un símbolo de modernidad, hacen fiestas muy interesantes y suele ser uno de los imprescindibles de los extranjeros que no van de turistas.

Bar de toda la vida de Madrid y eso se deja ver en su decoración. Techos altos con vigas de madera y puertas grandes te recuerdan que estás en un local antigüo, con buen ambiente y donde hacen unos cócteles de vicio. Por cierto, son más baratos si los pides antes de las 23:00.
Pues eso, otro sitio de cócteles…y sigo investigando e informando…

Desafortunado nombre xD pero un local que esta muy bien y con mucho glamour. No es para gente joven, pero esta genial. Como todo tiene que tener un pero, y ese es el precio quiza sea por eso que no hay mucha gente joven ^^ si te lo puedes permitir, recomendable.