No creo que en Carabanchel se pueda comer mejor que aquí. El lugar merece la pena aunque sólo vengas a tomarte el aperitivo: te pides un botellín y te ponen una costilla de cerdo a la brasa(habitualmente, ya que es lo que más fama tiene del lugar) o un poco de paella. Es un asador al estilo de los más caros de Madrid, pero a un precio mucho más competitivo(sin que la calidad desmerezca). Es curioso, porque igual te encuentras a obreros con el mono comiendo del menú del día(9 euros con primero, segundo, postre, pan, y bebida) o a ejecutivos gozando alguno de los menús de degustación(desde 44 a 54 euros). La última vez que comí allí fue de menú del día: de primero, alubias con perdiz y chorizo, de segundo, costillas de cerdo a la brasa(sé que me repito, pero… ¡¡deliciosas!!) y de postre, natillas caseras.