El chico es requetemajo y eso hace que el sitio tenga un plus porque la verdad es que la estética y los menús que ofrecen son poco apetecibles a primera vista. El lugar es muy sencillo, pero tiene dos ventajas: la sombra de un parque de eucaliptos que permite que allí se esté bien en agosto en la terraza y que está al lado de un parque infantil lleno de columpios y toboganes, una delicia para los que tenemos hijos pequeños. En cuanto al café es muy normalito, las tostadas de desayuno grandes y bueno, los menús muy, muy básicos: paella(la hacen por encargo para llevar también), merluza con pimientos y patatas, lomo con patatas, gazpacho andaluz, ensalada… No son platos que me seduzcan demasiado aunque para una comida rápida, por la ventaja del parque infantil, puede servir. Si vengo a probar os lo cuento, de momento me quedo con los desayunos fresquitos a la sombra de los árboles.