Bueno, el local no es ninguna maravilla, por fuera lo cierto es que no te invita a entrar. Pero es el típico bar de barrio con tapitas decentes y menú económico que no está mal, todo muy casero. La atención de los camareros fenomenal. El peor«pero» es el local en si, nada acogedor, y no hablar de los baños, son tan diminutos que apenas puedes abrocharte los pantalones dentro XD Los bocadillos muy decentes! para un almuerzo rápido está muy bien. De precio tb ok.