Casa Jaime

Lo tenemos cerca de casa, por lo que hemos ido ya unas cuantas veces y nunca nos ha defraudado.
La cocina, el personal, el local… todo es perfecto. Sus platos son de tamaño reducido, por lo que son ideales para compartir. Es el típico restaurante para ir con amigos, así todos picáis de todos, sin pelearse, y probáis los deliciosos platos que hay en la extensa carta. Yo soy muy fan del tataki de atún, el hummus, las deliciosas croquetas, el bacalao con alioli o sus tartas caseras.
Casa Jaime era un bar normal y corriente. Tirando a bareto-​cutre. Cerró a causa de la jubilación del dueño y ha reabierto por todo lo alto. La decoración es preciosa, muy bien cuidada, acogedora.
Tienen una pequeña sala al final donde, hace un tiempo, celebramos el cumpleaños de mi hermana. El dueño nos ideó un menú maravilloso a muy buen precio.
¡Repetiremos una y otra vez!

At first we thought we thought we’d found a nice quaint place to have quality food whilst near the bars, however… not the case, home made croquettes looked bought in, calamari average. my partner’s sirloin steak main was TINY — could have been a starter, certainly not worth paying nearly 20 euros for. My main course catalan SAUSAGES were pinkish at first, my 3^rd one was pretty raw so left half and my last one was RAW. Not only did this place think 4 mini sausages were a MAIN course (and WE’RE NOT TALKING TAPAS HERE) it was RAW. Complained to the waiter who first made the excuse it’s hard to cook sausages (LOL) and then said he DIDN’T CARE & we had to pay anyway for it. Finally my partner got him to compromise at me paying for half my main. Paid, GOT UP AND WALKED OUT. If I could leave NO STARS I WOULD.

El lugar es muy bonito y cuidado con terraza incluida. La carta se compone de platos principales entre 7 – 12 euros y tapas entre 3y 6. Todos los platos son bien presentados pero ninguno es excelente, todos buenos. ¹⁵⁄₂₀ euros por cabeza.

I love this place! its a nice space, and has a really great history. The previous owners and founders ran the business for a long time and they sold it to a young entrepreneur. He has done a lot of improvements, but kept some things the same. You can see some old photos of the family who owned it and the waiter tickets that they found in the old files. They have a nice wine list, excellent food and really great service. The team working there is multicultural, so they can support a variety of clientele and their language needs. The restaurant is a U shaped place, so you can be in the front/​bar area or around the back on the other side which is more dining and private. We actually rented out the space for a big party with 20 people for the TEDxBarcelona team. We were really pleased with the service and food.
They also have a spacious terrazza with really great heat lamps, cozy environment with plants and nice chairs.
Service — 5 stars
Food — 5 stars
Location — 5 stars
Dining — 5 Stars
Tapas/​drinks — 5 stars
Terrace — 5 stars

Pues, como decía el poeta: todo pasa y todo queda. Casa Jaime, el Casa Jaime del primer comentario, ya no existe. Estuvo cerrado durante bastante tiempo, pero para alegría de sus vecinos, vuelve a estar abierto! Con una carta diferente (y más moderna), decoración actualizada (me encantan las cajas de frutas reconvertidas en estanterías) y camareros jóvenes y atentos.
En honor a la verdad he de decir que el ambiente que se respira ahora es más relajado y juvenil. Lo que no quita que personas de una cierta edad (como la mía) nos sintamos cómodos y a gusto. Confieso que cuando volví y vi tanto jovenzuelo en las mesas y atendiendo, me quedé un poco cortada y pensando que aquello… ya no era lo mismo.
Efectivamente no lo es. Pero no está nada mal! Nada mal! Me gustó la cocina. Me gustó la profesionalidad de los camareros y, sobre todo me gustó saber que era la apuesta de unos jóvenes por sacar adelante un restaurante de los de toda la vida.
Me seguirán viendo por allá. Todo pasa, decía al principio. Casa Jaime pasó. Y todo queda, seguía diciendo. Casa Jaime sigue estando donde estaba. Rejuvenecido y estupendo como siempre!

De Casa Jaime conozco el bar, que solo por el nombre, ya infunde respeto. Pasa como con muchas personas, que si no las conoces, es mejor ser prudente y estudiar los comportamientos antes de precipitarnos con algún comentario fuera de lugar, y caer en desgracia. Es un lugar en el que uno aprecia, con solo entrar, que allí rigen unas normas particulares, bastante ancestrales, y que mejor será si esperamos antes de hacer bromas y sentir que formamos parte de la comunidad. Ocurre algo similar con todos los lugares históricos de la ciudad. El peso de la costumbre nos cohíbe la expresión libre y el espíritu de trasgresión. La feliz impertinencia propia de la juventud queda frenada, en muchas ocasiones, por la solemnidad de los más mayores, y el respeto que se le debe a la tradición. Es un local pequeño, con pocas mesas, muy auténtico, muy agradable, y bastante generoso con los precios. Yo echo en falta que estimule, si no una revolución, por lo menos una reforma, porque no hay nada peor en esta vida que quedarse estancado, y como decía el genio inglés, el cisne de Avon, al referirse al mundo de la posibilidad: «sabemos lo que somos, pero aún no sabemos lo que podemos llegar a ser».