Es un lujazo tener un restaurante así al ladito de casa. Mi chica lo descubrió hace poco y me llevó hace un par de noches para que lo probara. Ella eligió una hamburguesa de pollo y yo unas albondigas con relleno de rulo de cabra. Ambos platos estaban deliciosos, ambos acompañados de unas patatas fritas hechas a mano, cosa que a veces se hecha un poco de menos. Los cafés trajeron como acompañamiento una crema de plátano con frambuesa que era la releche, en la cremosidad se snotaba la textura del plátano y el sabor era espectacular. Atención muy buena, un ambiente casi familiar(estuvimos charlando un poco con el dueño y cocinero) y precios bien asequibles. Ojalá hubiera más sitios así y menos pijadas de moda Hacen menús para grupos(lo cual es muy conveniente en estas fechas) y, aparte del teléfono fijo para reservas, se puede contactar directamente con el chef en el 654506574. Sospecho que vais a ver muchos chekins míos en la cabaña. Pero muuuuuuuuuuchos