La Fuente de Vitacura

Nunca me dejará de parecer atractivo un lugar q trate de romper la tendencia de una zona, contra la corriente.
En un barrio flanqueado por mucho patio de comida y franquicias, este local de sándwiches cumple con todos los estándares del género gastronómico q los chilenos conocemos como Fuente: Sánguches de tamaño generoso, chorrillana, buena cerveza y mucha mesa disponible.
A vuelo raso, la Fuente de Vitacura está Ok: una carta amplia, llena de detalles ricos (sólo por decir, hay 5 o 6 tipos de chorrillana, en lo q bien podría ser un récord de la diversificación de este plato). La carta de bebestibles se entrega aparte y también está bastante diversa.
Éramos una mesa grande, y aunq a juzgar por lo saturado q parecía el estacionamiento (o sea, las calles aledañas) en el exterior al llegar, el interior tenía bastante mesa disponible. Éramos 6 en la mesa, todos pedimos cosas distintas y no hubo complicación ni platos equivocados, pero la demora en tomar el pedido nos desconcertó un poco. Me pedí, como es costumbre, un pisco sour peruano y un jugo de frutillas. El sour estaba exquisito, muy bien hecho, pero tuve q devolver el jugo porq estaba aguadisimo, maniobra q fue acogida con rapidez y buen resultado.
Para comer, pedí el relleno Cuatro Quesos con hamburguesa casera en molde. Yo que soy hambriento no me la pude terminar, lo q está bastante bien para este tipo de local, pero noté q en varios sándwiches se repetía el mismo error: no todo el queso es derretido, porq lo mezclan con cream cheese, lo q baja considerablemente los bonos del resultado final, enfría el gusto y lo hace más pesado de tragar. Sin embargo, es un detalle q para mi fue notorio, pero supongo q no a todo el mundo incomodará.