Cuando estás en DF y llega un amigo que se mudo a Quintana Roo y te cuenta que por doquier hay pirámides y cenotes le dices sí ajá, y luego te comenta que esa cualidad es muy normal, que casi no causa revuelo en los lugareños, tú no haces más que imaginarlo como algo improbable y poco posible, pero saben qué…