Aquí llegué una noche que el gato gordo que estaba cuidando temporalmente mi vecina le ganó la panza y cayó del 4to piso y por poco me cae en la cabeza. Me asusté mucho y grité como vieja pero de inmediato mi susto cedió a genuina preocupación porque el costalazo que dio sonó muy feo, además que aunque corrió…