Me ha llegado el momento, «los 40 y más», como me dijo la oculista.Fue una sensación extraña, porque claro, como me dijo entre risas, hasta que «el brazo te alcance», y es verdad, cada vez más lejos para enfocar algo y la longitud de mi extremidad tiene un tope.Salí pensando en cómo me vería con lentes, de…