Hospital Español

Siempre que algo importante a nivel médico pasó en mi familia, pasó en el Hospital Español, o casi siempre. Nacieron todos mis sobrinos, me operaron y a mi hermano también, así que le tengo mucho aprecio, cariño y hasta amor también. Muchos recuerdos lindos ahí.
Queda en zona sur, en una zona no muy linda, barrio hospitales. Se llama así porque hay otros hospitales cerca, como el Italiano por ejemplo.
A penas entrás, por Sarmiento, hay una fuente hermosísima, siempre hay chicos dando vueltas al rededor y gente hablando por teléfono, porque en ese sector hay señal y en el resto casi no. Es un hospital muy completo, con de todo digamos.
Neonatología muy completo y nuevo, constantemente pasan enfermeras para chequear que todo ande bien y médicos cada un par de horas. Además de la chica de lactancia que se preocupa que las madres les den a los bebesitos correctamente.
La parte de quirófanos es también impecable, todo limpio y ordenado, pero un poco colapsado como todo el sistema de salud. La parte administrativa esta desorganizada y te cobran y devuelven depósitos todo el tiempo.
Conclusión: si los mandan a tratarse en el español, estén muy seguros, porque es muy bueno.
El dato: el cable se habilita en la entrada de las ambulancias, por calle Gaboto.

El Hospital Español, a pesar de ser hospital, pasó a ser una institución médica privada desde el año 1998. Situado en el viejo edificio que lo vio nacer hace más de 100 años, mas precisamente en el año 1912, sigue funcionando.
Voy a destacar el servicio de este hospital en el sector de coronarias, ya que mi viejo estuvo internado 10 días aquí, luego de ser trasladado desde la ciudad de Firmat por sufrir un pre infarto cardiaco. En momentos delicados es difícil evaluar este tipo de instituciones, pero hemos tenido muy buena suerte. La atención que recibió fue muy buena y pudo tener una buena recuperación. Además el hospital respeta todos los protocolos en este sector para reducir al mínimo el riesgo de los pacientes y ayudar a una mejor recuperación. En la parte de estudios y laboratorio, cuenta con toda la última tecnología, fundamental para evitar el traslado del paciente a otra institución.
No tengo criticas para con el hospital. Tuve que pasar un mal momento pero gracias a los buenos servicios y cuidados que brinda, todo salió bien.

Uno de los hospitales a los que voy, es el Español (no con demasiada frecuencia por suerte). No sólo porque me atienden por mi obra social, sino también por la calidad de sus profesionales. Algunos de ellos me atienden a mí y a mi familia desde hace años.
Una construcción antigua que en el centro tiene un patio interno que nuclea cuatro galerías que conducen, por pasillos, a los consultorios de las distintas especialidades. En ese patio, se ubica una particular fuente. Bella, decorada con cerámicos azules y amarillos. En algún momento supo tener peces naranja nadando allí dentro. También algunas monedas de los buenos deseos o las esperanzas.
Aunque llamar para pedir un turno implica, muchas veces, la tortura china de tener que soportar la musiquita en el oído durante varios minutos, vale la pena atenderse ahí. Hay médicos de todas las especialidades y cuentan con laboratorio, aparatos buenos para realizar estudios médicos y muchas salas de internación, compartidas o privadas. Además, tiene un bar que vende unos bizcochos riquísimos.
Hace poco el edificio estuvo en etapa de ampliación e inauguraron una construcción moderna que convive a la perfección con la más antigua. Más espacio para consultorios y también para que los pacientes esperemos cómodos.
El dato: en el Español están los mejores deportólogos, algunos atienden a los jugadores de futbol de los clubes clásicos de Rosairo.

Bueno, la verdad es que desde mi experiencia, tuve a mi mamá en varias ocasiones internada allí y actualmente se atiende con los médicos que trabajan en el lugar. Son excelentes profesionales, desde las empleadas administrativas, hasta los doctores y la gente de mantenimiento, hasta los del bar-​comedor, que no dependen del hospital, te atienden muy bien. Son realmente muy trabajadores.
Las habitaciones compartidas no son muy lindas pero las privadas si lo son, con muchas comodidades, desde televisión LCD hasta una heladera y mini-​bar. Además de disponer de infusiones para tomar y un sillon-​cama para que el acompañante del enfermo pueda descansar mientras cuida al paciente en la noche.
La atención en los consultorios también es buena, si no podes conseguir turno rápidamente te ofrecen un sobreturno, que debes pagarlo aparte, no entra por obra social. El laboratorio lo hicieron todo nuevo y cuenta con muy buen equipamiento, desde la aparatología hasta los asientos de la sala de espera.

Es este uno de los tradicionales hospitales centenarios de la ciudad, aunque no es público, sino privado. Es muy grande, ocupa sus buenos cien metros cuadrados más dos pisos para arriba. Está ubicado a una cuadra de la Av. San Martín, entrada la zona sur, en un barrio de lindas casas y gente amable.
La calidad médica es confiable; la mayoría de los profesionales es reconocida dentro del ambiente médico por una trayectoria respetable. Algunos sectores tienen más prestigio que otros, por ser más completos que en otros hospitales o sanatorios. Tal es el caso de la maternidad y la pediatría del Español.
Por suerte mi bebé, que nació acá, no necesitó ir a la Neo, pero me han dicho que es muy buena, que tiene todos los aparatos tecnológicos al día y demás. También mi sobrinita nació acá. Ella sigue yendo al pediatra ahí mismo. Yo he ido buscando al pediatra de mis sueños por otros rumbos, hasta que encontré a alguien en el Instituto del Niño.
Sí he vuelto a la guardia pediátrica, porque están las 24 hs. He llevado a mi gurisito un sábado a las 7 am por una tos horrible, que por suerte no era nada; y también lo llevé un sábado tipo 21 hs., porque tenía un ojito colorado, que por suerte tampoco era nada. En suma, es muy recomendable este hospital dentro del circuito de medicina tradicional rosarino.