El Ateneo

Me encanta ésta librería. .siempre que puedo paso a tomar un café o almorzar. Infaltable no mirar algún libro… y después tentarse y comprarlo. Muy buena atención. Ubicación estratégica. Aceptan tarjetas de todo tipo y además suman puntos los consumos para llevarte regalos. Tiene mucho espacio. Me recuerda a las librerías de otros lugares fuera del país. Tiene un sector donde los niños se entretienen mirando juegos y libros. Y también podes tomar algo en la vereda cuando el tiempo esta lindo. Encontrás todo!

Creo que un libro o cd son regalos más originales que una prenda o perfume. Por eso para navidad elegí el Ateneo para hacerle un regalo a mi papá.
Mala idea ir el 22 a las 7 de la tarde. Atestado de gente!
La verdad es que hay de todo y para todos los gustos tanto literario como musical.
El café y los libros siempre se llevaron muy bien, sumale ese olorcito a panadería que te tienta fuerte.
Ahora de «grande» lo disfruto de esta manera y de chica me entretenía en el espacio para niños.
Es una opción ideal si estás por el centro y tenés que pasar el rato.

El Ateneo es una cadena de librerías instalada a nivel nacional. En Rosario hay un local en la peatonal Córdoba y otro en el shopping Alto Rosario, si mal no recuerdo.
El local de calle Peatonal es grande y a parte de vender libros, discos y películas tiene un bar que ofrece cafés y sandwichería. Mientras tomamos un café podemos tomar prestado un libro, fui varias veces y nunca me animé a tomar un libro, el lugar es muy ruidos y no se presta para la lectura tranquila, la comida es rica pero nada de otro mundo. Es muy caro, tiene aire acondicionado y mesas sobre la Peatonal. Vale destacar que la atención es muy buena, todos los chicos son muy amables. No me siento muy cómoda cuando voy y habiendo tantas librería en Rosario prefiero siempre ir alguna donde la atención es más personalizada pero eso va en gusto de cada lector.
Lo que si me gustaría destacar es la venta de películas, tiene algunos títulos que suelen ser difíciles de conseguir.

Librería, disquería, restaurant y bar café, todo eso sobre peatonal Córdoba y en el centro de Rosario es El Ateneo. ¿Mucha mezcla? Para mi gusto sí, pero es cierto que es una tendencia que se impuso con la llegada de los shopping y los multi negocios dejó a muy pocas empresas afuera y Ateneo no fue la excepción.
Hay un enorme salón donde se puede tomar café o almorzar rodeado de libros de todos los estilos y editoriales, clásicos y recién salidos de imprenta, por lo que es el lugar para ir a comprar ese libro que estabas esperando, o esa novela que siempre te recomiendan, también está muy bien organizada la parte de psicología, antropología y ciencias sociales. El sector de libros ilustrados, comics e historietas tiene mucha variedad y hay buenos autores, tanto reconocidos como emergentes.
Si estás buscando regalar algo también podes acercarte a la mesa de agendas Monoblock, mini libros, postales y tarjetas.
Muy recomendado el espacio infantil, tiene muchísimos libros para leer, tocar, aprender, con sonidos, con volumen y podés pedir asesoramiento a Valeria, que atiende excelentemente.
Si querés comprar música o que te sugieran un muy buen libro, consultá a Lisandro que es músico, pianista y gran lector, siempre me recomendó libros espectaculares.

Me siento más cómoda comprando en las librerías más bien pequeñas, locales, atendidas por libreros apasionados que pueden hablar de cada libro como si fueran sus hijos. Cuando voy al Ateneo voy con un plan. Paso directamente a la parte de atrás y elijo un libro que sé que no voy a comprar, para hojearlo mientras me tomo un café y me como el amaretti de regalo.
Lo que hay en toda la parte delantera y gigante del local no me interesa. Hay demasiados libros para mi gusto. Por eso voy atrás. Y demasiada gente. Porque adelante también hay mesas, y una barra donde se exhiben tortas riquísimas.
Como el negocio está sobre la peatonal Córdoba, también hay mesas afuera. Muchas mesas. La gente va a sentarse ahí aunque los libros no le interesen en lo más mínimo. Y en ese sentido, el baño de la librería es una buena opción cuando se anda apurada por la peatonal y no hay más opciones.
Volviendo a los libros. La última vez que fui a la parte de atrás –vidriada y con vistas al estacionamiento– elegí cuatro o cinco libros y me pedí un cortado. Sé de gente que ha leído libros enteros sentada en las mesitas internas del Ateneo. Un buen rincón.

Comienzo declarando que esta reseña tiene un poquito de historia y un alto grado de subjetividad.
Yo acababa de quedar desempleada (trabajaba para una editorial especializada en libros de abogacía), cuando arribó a Rosario la gente de RRHH de Yenny (la cadena de Buenos Aires), buscando personal con unos sofisticados tests de ingreso.
Por esas cosas raras de la vida logré pasarlos, y quedé seleccionada dentro de la primera camada de vendedores. Y así, semanas después abrió El Ateneo su primer local en la ciudad, en un espacio enorme y privilegiado, en pleno corazón céntrico: Córdoba y Paraguay.
El lugar era realmente inmenso en comparación con las librerías que había en ese momento, y fue la primera que habilitó la modalidad de livings con la propuesta de ir a sentarte a leer, durante horas, sin que nadie te dijera nada. Música clásica a un volumen acorde, sillones de lujo y una oferta enorme y muy diversa. Con respecto a la atención pedían excelencia: nos habían capacitado para «encontrar una aguja en un pajar» en medio de infinitas secciones. Hay que decir que la clientela también era bastante acomodada.
Casi se me pianta un lagrimón al decir que, hoy por hoy, nada quedó de esa maravilla inicial. Un tiempo antes de que yo renuncie le robaron espacio a la lectura instalando un bar que invadía todo con aroma a medialunas rellenas, y cambiaron la música clásica por hits de cantantes centroamericanos. También agregaron CD´s y DVD´s, y tal como pasa actualmente, escasean los vendedores, (y también la amabilidad).
Un lugar que podría haber aportado a los espacios culturales de la ciudad se terminó convirtiendo en un menjunje ruidoso de productos comerciales. Está ok si estás de paso y entrás directo a buscar algo puntual, (trabajan con todos los medios de pago y tienen una tarjeta de beneficios), pero olvidate de pedir algo sofisticado o elegir en un ambiente tranquilo.

Me encanta la combinación de bar/​confitería con librería, todo en uno, super práctico pero… realmente no se puede estar en paz para leer si eso es lo que buscas.
La parte de confitería está ubicada en los 2 extremos del lugar, apenas entrás y al fondo.
En cuanto a lo que es la librería, particularmente, no me gusta la atención…es casi imposible encontrar un libro por tu cuenta y he llegado a esperar 30min (si 30) para conseguir que alguien pudiera guiarme un poco sobre donde estaba lo que buscaba.
Acá también se venden entradas a recitales, ese es otro motivo por el cual esta siempre lleno.
Ahora, si tenés tiempo, te gusta recorrer, chusmear, colgarte leyendo contratapas o viendo discos… JOYA…el lugar da para hacerlo… pero si estás apurado y ya sabés que querés comprar te recomiendo ir a otro lado.

Un lugar único ubicado en la peatonal Córdoba. Para los amantes de la lectura, una enorme librería que además cuenta con bar-​café. Mientras disfrutas de un buen refrigerio, puedes leer un libro que escoges de las bibliotecas. Todos los géneros narrativos, librería para chicos. Asímismo cuenta con una CD shop (tienda de música). Posee mesas en el exterior, en la misma peatonal y en su interior. En éste último hay varios espacios con mesas para todos los gustos y necesidades: de cara a la calle, mesas ratonas, y mesas cercanas al bar. Los menúes son variados, simples y exquicitos, buen café y diferentes bebidas. Si pasas por Rosario no te puedes perder de disfrutar de este hermoso lugar.

La librería El Ateneo está ubicada en pleno centro rosarino, sobre Av. Córdoba 1479, y está abierto de lunes a sábados en el horario de 8 a 22.
Es el lugar a donde siempre voy a comprar un buen libro o disco. La atención y asesoramiento que brinda el personal es excelente, y además cuenta con servicio de bar/​cafetería, lo cual lo convierte en el espacio ideal para tomar un descanso luego de una tarde agitada de compras por el centro.
Lo recomiendo, ya que para mi no hay mejor combinación en el mundo que libros y café.