Wehbe Arabic Fast Food

De entrada le doy 5. De una. Wehbe ofrece otras opciones para comer, pero me pregunto: a que vas a una casa de comidas Arabes si vas a comer pastas? No da.
Así que me tenté con una picada Wehbe recomendada por la hija de la dueña y no me arrepentí en absoluto, y sin temblarme ni el puño ni la pera puedo decir que es la más mejor de todas las picadas árabes que he probado en la ciudad de Córdoba. Ok, me falta ir a un lugar del que me han hablado pero si no lo conozco no cuenta… Así que este pequeño espacio en la Av. Ambrosio Olmos se lleva mis aplausos. De hecho me acuerdo lo que comí y me dan ganas de volver.
Punto seguido la atención: excelente. Súper cordial y rápido el servicio. Todo bien presentado, y servido caliente y con opciones que en otros lugares jamás nos habían ofrecido.
Pueden ver más fotos que subí!! Lo recomiendo para comer comida Arabe, para pizzas y pastas habrá otras opciones, pero para degustar sabores orientales este es el espacio que no se adorna de una atmósfera para sumar sensaciones: todo entra por el gusto, y los ojos que observan los
Platos. Clap, clap, clap.

Cada tanato vuelvo a Wehbe, más por comodidad que por preferencia, y siempre termino pensando lo mismo. No es la gran cosa. Lamentablemente, además, porque es un local atendido por sus propios dueños y se deshacen en atenciones y gestos. Realmente la atención es excelente, pero la comida no tanto.
Pedí un falafel en pan de pita para llevar y me sorprendió el tamaño, es realmente enorme. Sin embargo no estaba para nada deslumbrante: el tomate estaba medio seco y la salsa algo desabrida. Las croquetas de garbanzo (el faláfel propiamente dicho, en realidad) estaban bastante ricas pero el conjunto no cerraba.
Pedí también, como casi siempre en todos los lugares árabes a los que voy, una pequeña porción de laben y para mi sorpresa estaba hecho con yogurt de vainilla. Diluído y en una proporción pequeña, pero de vainilla y cambia radicalmente el sabor.
La carta ofrece opciónes más tradicionales, como pizzas y tartas y además tienen menú del día.

Conocí este lugar el año pasado mientras recorría Nueva Córdoba y me llamó particularmente la atención este local de comida árabe. Pase varias veces por el frente hasta que un día me animé y entré a ver que onda.
Es un restaurante árabe con todas las letras, y eso se nota desde el momento en que ves las caras de quienes trabajan allí: todos de origen árabe, y qué mejor que ellos para cocinar sus comidas.
El local es pequeño, con un par de mesas en el interior y otras sobre la vereda de la calle Ambrosio Olmos donde se ubica, a unas cuadras de la plaza España. La ambientación y decoración del lugar es simple, con algunos detalles interesantes como lo son unos cuantos objetos antiguos de origen árabe que le dan un toque especial al lugar.
El comercio es familiar y eso se nota, es atendido por los dueños, que también se encargan de la cocina.
El menú contiene una gran variedad de platos árabes, que tienen nombres extraños pero que están bien explicados y ante cualquier duda les podes preguntar que ellos te explican bien de que se trata cada plato. Los precios no son muy caros, considerando que es un restaurante específico de la comida árabe y con comida de buena calidad. Todos los platos que he probado han sido muy interesantes y sabrosos.
Se puede comer en el lugar o pasar y pedirlo para llevar. Recordamiendo los niños envueltos en hojas de parra, muy ricos y obviamente muy sabrosos!

Hace 3 decadas una familia numerosa decidio vender sus posesiones en el libano (esto me lo conto Amahed, uno de sus dueños mientras esperaba detras de la barra a que saliera mi pedido) huyendo de la guerra para radicarse en la pequeña localidad de Oncativo en Cordoba. Algunos años mas tarde, la familia en bloque se mudo a la ciudad de Cordoba donde abrieron su restaurante.
La madre de la familia, que no emite una sola palabra, es quien todavia continua al frente de la cocina amasando todos los días el pan árabe riquisimo y caliente que te obsequian con algunos platos, tales como el puré de garbanzos con pimenton y oliva (hummus) y cura ella misma las hojas de parra con las que elabora uno de mis platos preferidos que son los niños envueltos en hojas de parra.
El local es pequeño y simple y tiene auténticos objetos de la familia (vajilla dorada, narghiles.) ubicados en distintos rincones.
La atención es familiar (de hecho atienden los hijos) y muy cordial. Podes comer dentro del restaurante o llevar. No tiene delivery pero podes llamar de todos modos al local y adelantar tu pedido para algún horario, así cuando llegas ya tienen listo y envuelta tu comida.
Si bien todos los platos esta muy bien hechos, recomiendo los gigantes shawarmas que consisten en sandwich envueltos con carne cocida a las llamas, pickles, tomate y salsa especial o la pizza Wehbe, con masa casera a la piedra, que tiene garbanzos, morrones, carne, vino, muzzarella, oliva y 7 especias árabes, una opción distinta por llevar carne y deliciosa.
También hacen menú común del día que me dijeron esta muy bien, pero nunca lo pedi porque resultaria un verdadero crimen pedir un plato de agnolotis cuando existe tanta variedad arabe para disfrutar.
Tanto si te sentas a comer ahi mismo o si te llevas el menu para comerlo en tu casa, los precios son accesibles, no obstante no aceptan ningún tipo de tarjeta de crédito o débito.