Soy catador de Parolaccias, y por mas raro que suene, he concurrido a todas. Justifica visitarlo de noche, solo por el marco que da Puerto Madero, durante el día y si te sentas afuera hay que tener cuidado con las Palomas que son como uno, fanáticas de la Panera que el lugar ofrece. Como dije en otras reseñas, no probé mas que los ñoquis o los revioles, quiero pero no salgo de mi zona de confort, por lo que para mi son EXCELENTES. Lo que no me gusta, y una vez se lo comente a uno de los Gerentes es el tema de la «quesera comunitaria» que van pasando de mesa en mesa. Prefiero que si la sacan de una mesa hagan la pantomima de irse a la cocina y volver, aunque sea con la misma. A favor: copa de bienvenida y despedida, panera generosa, canticos para los cumpleaños, y buena atención. El personal es atento como en la mayoría de las Parolaccias y los Gerentes son destacables.
Baldemar G.
Tu valoración: 2 IAH Airport Area, Houston, TX
Food was good, service was terrible. When we arrived last night for our dinner, there was only one table taken. The waiter assigned to our service spend his time distracted with other waiters instead of making sure to take our order and then follow through. By the time the night was over, the place was busier and it was a pain to get dessert served or the check. If you are expecting international standards of service, do not go to this place.
Flabio C.
Tu valoración: 4 Buenos Aires, Argentina
Me gusta mucho este lugar, es ideal para ir a almorzar en familia. La carta es muy variada y hay para todos los gustos: Arroz, carnes, pescados, aves… pastas, siendo estas ultimas la especialidad de la casa(como toda casa de estilo italiano). Los platos son abundantes y sabrosos. Realmente tienen muy buena cocina.
Lara P.
Tu valoración: 5 Buenos Aires, Argentina
Este restaurant es la opción que más me gusta para almuerzos de trabajo especiales, ya sea para festejos de cumpleaños, como para agasajos o reuniones importantes. Lo que más de destaca es la atención, los empleados son súper amables, desde la recepción hasta que te retirás, los mozos tienen toda la paciencia del mundo y como la carta está en italiano, no se cansan de repetir una y mil veces que es cada cosa(sugerencia para los dueños: simplifiquenle la vida a esa gente y ponganla también en español!). Si cumplís años y son seis personas en la mesa te regalan un lemoncelo, la torta y un plato de pastas para el cumpleañero, además de cantarte entre todos los mozos el «tanti auguri». Si tenés que esperar a que te acomoden en tu mesa te sirven una copa de campari con naranja(también te dan una apenas te sentás como aperitivo). Otro punto súper destacado es la rapidez con la que te sirven. En mi última visita éramos 15 personas en la mesa y no esperamos más de 15 minutos por cada plato(entrada, principal y postre). IMPORTANTE: al mediodía se llena a tope, así que hay que reservar. El menú no es nada caro para la calidad y el servicio que ofrecen y es de lo más conveniente de la zona.
Adriana Z.
Tu valoración: 5 Buenos Aires, Argentina
La comida es deliciosa, abundante y esmerada en preparación, pero lo realmente agradable es la atención de los mozos. De entrada, te reciben con una trago(no tan rico pero se agradece el detalle), la panera es deliciosa y abundante, pedimos de entradas bruschetas para compartir(el jamón crudo una delicia), de platos principales ordenamos una lasagna de espinaca y jamón y spaguetis con frutos de mar, ambos deliciosos y abundantes. Cuando pagamos nos ofrecieron una copa de champagne. Reitero; la atención es como la de muy pocos lugares en la ciudad, todo un encanto.
Alejandra A.
Tu valoración: 4 Buenos Aires, Argentina
Tuve una reminiscencia a la década menemista cenando en este restaurante, época en la que era estudiante secundaria y soñaba con conocer Puerto Madero de noche. El lugar es impecable, con atención esmerada de principio a fin. Te reciben con una copa de Campari y te despiden con una de champagne. Buen punto. Hay mesas adentro del salón y en una especie de balcón terraza que mira al río. No me pasaron desapercibidos los espejos esmerilados y un cuarto abierto color rojo; se nota la presencia de un decorador. La comida es exquisita, comenzando por la panera que ofrece variedad de panes y grisines. Si sos fan de las pastas como yo estás en la gloria. Probé unos ravioles de espinaca«alla Parolaccia» y quedé 100% satisfecha. De postre, una tulipa con helado y frutos del bosque ¿Qué más se le puede pedir a la vida? Había un vino en promoción que incluía una segunda botella para llevarse al hogar, un golazo. Todo lindo, elegante, moderno pero clásico a la vez. No podría decir nada negativo sino existiera Palermo donde los sub 40 nos sentimos más a gusto con espacios tan cumplidores como relajados. Pienso que en este local de la Parolaccia mi señor padre se sentiría en sus anchas. Vayan si cobraron aguinaldo o si quieren generar una muy buena impresión, no defrauda pero tanto glamour tiene su precio. No es como para ir a ratonear.
Dalmiro C.
Tu valoración: 4 Buenos Aires, Argentina
Un muy buen restaurante de la zona para almorzar en la semana, con socios y/o clientes. Cuenta con un menú ejecutivo que incluye shot de Campari con naranja, bebida no alcohólica, entrada, plato principal, postre o café. La panera es variada, destacándose el pan de pizza con parmesano y acompañada de queso cottage. Fuimos en grupo y pedimos pastas, las cuales estaban excelentes, el relleno bien caliente y la pasta a punto. Se destaca el menú de pastas completamente en Italiano, donde más de uno le pidió traducción al mozo. En fin, un lugar recomendado para ir en pareja o almuerzo de negocios y quedar bien.
Clara C.
Tu valoración: 4 Buenos Aires, Argentina
Nada se me hace más difícil que elegir un lugar para comer afuera con mi padre. El problema es sencillo: tenemos gustos muy distintos. A él le gustan los lugares más… paquetes, y yo soy más de los lugares chicos y sencillos con buena comida. Yo no desespero si la bodega no es impresionante, él sí. Y todo eso se potencia si la comida planeada es un domingo al mediodía: no me visto para ir a comer a un lugar lujoso ni loca. Por suerte existe este lugar. La propuesta es sencilla(o, justamente, no tanto): comida italiana como la de la trattoria, pero un poco más «gourmet». El ambiente es familiar, pero en Puerto Madero. La comida es realmente muy buena y la carta de vinos muy amplia(tomamos un Escorihuela Gascón Pequeñas Producciones, que realmente vale la pena probar). Nosotros llegamos tarde, después de la una y media, siendo tres y sin reserva. Esperamos alrededor de veinte minutos y nos sentamos. La panera es realmente muy buena, sobre todo el pan de pizza con queso. Yo pedí un ravioles de calabaza con salsa de gorgonzola, de postre un panqueque de manzana con sambayón tibio y frutillas y por último un café. Sin entrada. Todo estuvo muy bueno, pero lo que se destacó fue el postre. Los precios están muy bien para la calidad de comida. La atención es buena, aunque por momentos los mozos parecen estar un poco sobrepasados de mesas. El lugar es agradable aunque es una pena que de pocas mesas se vea el río(por suerte nos toco una de esas pocas).