La Farmacia

Amo los bares notables o todo barcito viejo de Buenos Aires, soy una enamorada de Bar de Cao, del Bar Celta, de Miramar, etc. Amo entrar en ellos y ver ese ambiente que parece que se mantuvo exactamente igual a través de los años y ese olor mezcla de frituras perfectas y todo tipo de comida que me hace inmensamente feliz.
Esta vez fuimos a este bar notable ubicado en el barrio de Flores.
Pedimos tapeo frio y caliente. El frio consistía en una tabla de fiambres que traía jamón cocido, jamón crudo, chorizo colorado, salamín, leberwurst, quesos Mar del Plata, roquefort, tybo y sardo, morrones, tomates secos, palmitos, berenjenas, porotos y aceitunas.
El tapeo caliente consistía en una porción de rabas y distintas cazuelitas que acompañaban; salchichas alemanas, mozzarella en milanesa, carne con una salsita de mostaza, pechuguitas de pollo y champignones salteados.
A mi gusto la tabla de fiambres estaba mejor que el tapeo caliente, incluso la cazuela de pollo no me pareció muy buena y las rabas eran normales.
La ambientación como la de todo Bar Notable es tradicional y cuando uno entra se puede transportar años atrás. Al fondo del local tiene unas mesas con almohadones que hacen la estadía más cómoda.
La relación precio calidad me pareció muy buena y es un lugar al que volvería a probar más platos.

La farmacia es un bar pintoresco de Flores, sin duda es mi preferido del barrio. Se ubica en una esquina de fachada antigua. Está ambientado con todas los objetos del antiguo local, una farmacia, y guarda la historia de Flores. Siempre con buena música, y con un menú clásico pero rico.
Dentro y fuera del bar se pueden encontrar gente de todas las edades, es tan de barrio que te dan ganas de entrar. El ambiente es muy tranquilo y cálido, luces tenues, todo es antiguo y de madera. El piso es de ceramica con diseños viejos! Que belleza!
Sin embargo, la atención no es tan linda como el lugar. Los meseros se toman su tiempo para atender jajaja. En general son dos chicos los que atienden y, obvio, no dan a basto.
Tardan en atenderte, entraerte la comida, en traerte el ticket. Tardan. Y no se los ve preocupados, sino más bien, relajados.
Siempre hay cola para entrar los fines de semana, este es uno de los motivos que me llevó a elegir otros bares. Por último, los precios… creo que no vale lo que salen los productos.
Aún así, el bar más lindo de flores. No tenémos muchas más opciones igual, jajaj.

Fui muchasv eces a comer picada con amigos y mi familia y la verdad es riquisimoo y la ambientacion tambien

Fui invitada por una pareja amiga que vive en la zona desde hace años.
Obviamente antes fue una farmacía.
Lo primero que llamó mi atención fue la decoración. Mantiene algunos bellos objetos de la antigua botica, que a la vez conviven con detalles modernos y artísticos. La música que acompañaba era Pink Floyd, Led Zeppelin, así como había muchas fotos relacionada con el rock y el cine.
Muy rica la picada, enorme, para compartir por varios. Maní con cáscara, papas fritas y luego fondeau de queso. La fondeau estaba bastante espesa y aunque pedimos la aligeraran, no lo hicieron bien. De todas formas estaba rica.
La atención bastante deficiente, los pibes están como en otra, no prestan demasiada atención al cliente. Onda, dale, pero nada.
Mas allá de estos detalles, un lindo descubrimiento en esta bella ciudad, aún lejos de Palermo y los lugares de moda.

La Farmacia es un restaurante que refleja una parte importante de la historia de Flores, uno de los barrios más antiguos de la Ciudad de Buenos Aires. Ubicado en una esquina emblemática, donde décadas atrás funcionaba una gran farmacia de barrio, se destaca por su ambiente relajado, su buena selección musical, y sobre todo por sus picadas y fondue.
Respetando la fachada y arquitectura interna del negocio original, reposan sobre sus paredes sin revocar gran cantidad de estanterías de madera antigua, que alojan todo tipo de frascos, envases y latas de lo que antes fue una autentica farmacia. Las mesas son amplias y de madera de verdad, al igual que las sillas. Como debe ser en un lugar con tanta historia.
El ambiente es súper relajado. La musica siempre es buena y a un volumen adecuado, que permite disfrutar de ella, y a la vez poder conversar sin problemas.
El servicio es bueno, aunque no se destaca. Es casi de entre casa, con un trato amable y por lo general de rápida respuesta. La panera es quizás lo mas flojo, tiene mucho por mejorar, aunque hay que festejar que sirven siempre un gran tarro de mani, como en las viejas cantinas.
La carta es excelente. La especialidad son las picadas y fondue, aunque hay otras opciones como Milanesas, Panqueques y algunos platos mas elaborados. Hay una buena selección de vinos, tragos y cervezas. Hay jarras de 1,5lt de Campari con jugo de Maracuya por $ 75!!!
Es un lugar pensado para gente de 25 a 99 años, y todos conviven en armonía, aunque he ido varias veces con mi hija pequeña y lo pasamos genial.
Sin dudas, una de las mejores (si no la mejor) opciones para cenar en Flores. Súper recomendado para ir con amigos y también en pareja.

La Farmacia es un gran bar que, además, cuenta con muy poca competencia por la zona, por lo que es uno de los mejores, sino el mejor lugar para ir a tomarse una cerveza a la tarde por Directorio a la altura de Flores. El ambiente está bueno, con la opción de acomodarse adentro (como su nombre lo indica, el lugar es una antigua farmacia reacondicionada para su uso actual, conservando el encanto original de un lugar bien porteño) o de sentarse sobre la vereda y disfrutar de ver pasar a los vecinos de Flores. El clásico del lugar son sin duda las picadas para acompañar, como mínimo, un par de cervezas. Es recomendable ir con algo de tiempo ya que es muy común que se llene, especialmente los fines de semana. Mi recomendación personal es la fondue de chocolate y queso, muy rica y no demasiado cara, ideal para una cita romántica o para compartir con amigos. Para el desayuno, el café con leche es especialmente bueno, acompañado por tostadas y dulces caseros. La atención no es lo mejor del lugar pero igual vale la pena.

¿Un lugar donde comer una buena picada?
¿Un lugar donde rememorar, con aires aporteñizados, esas tapas que alguna vez probaron en nuestra madre patria?
La Farmacia es el lugar indicado. Como su nombre lo indica, La Farmacia era una antigua botica y gran parte de la gracia del lugar es que el dueño conservó los muebles y recipientes de boticario de principio de siglo, cuando los medicamentos eran recetas magistrales que el químico/​farmacéutico preparaba en el fondo [¡hola Walter White! ¿qué tal todo en Albuquerque?]. Además de los muebles, el otro fuerte del lugar son las picadas: piensen en embutidos, quesos y aceitunas, pero también en rabas y milanesas ya cortadas. La atención no es de las mejores y suele haber lista los fines de semana, así que vayan sin apuros. Por último: cierran temprano para ser un restaurante [alrededor de las 12], lo que hace que quizá sea una buena propuesta para cuando terminan un largo día de trabajo y, antes de llegar a casa, quieren cambiar un poco de aire, tomar una cerveza y acompañar con algo para picar.

La Farmacia es el bar más lindo de Flores. Antes de ser un bar era una Farmacia antigua, llena de frascos y las cosas características de las farmacias de antes y todo eso quedo como parte de la decoración del lugar, lo que lo hace más lindo todavía.
Además de ser estéticamente muy lindo, tiene unas picadas que son espectaculares. Siempre me encantó para ir a comer una picada con mi vieja después de trabajar.
No es un bar típico, es más para ir a la tarde/​noche.
Mi recomendación es ir temprano, tomar unas birras, comer una picada y disfrutar de la decoración del bar.