Havanna

Atención de p#*a madre!!! Tenía que hacer tiempo para ir al Colón, por lo cual, estaba algo apurada. Ya tenía decidido que comer y tomar y el mozo se portó de 10! percibió mi apuro y me atendió agilmente y con varios chistes de por medio.
Pocas mesas, atención un 10!!! Al menos en el horario de tarde-​noche. La calidad es la de siempre, havanna pocas veces defrauda.

Si querés que te traten bien porque tenés un día horrible, vení a este Havanna. Los chicos super atentos, tardan un poco pero después se esmeran en traer lo que pedís, si no hay te dan opciones, intentan que realmente disfrutes del ratito que pases ahí.
Mucha gente que se reúné con compañeros de trabajo, parejas y transeúntes que aprovechan cosas como 3 cuotas sin interés con tarjetas de crédito.
Merendé con mi mamá, compartimos un paninni y tomamos unos frappés que son tremendos (si van a comer algo NO pidan el de tramontana porque es un crimen contra la integridad física, yo superé la prueba pero con secuelas: P). Precio de cadena, con la posibilidad de comprar alfajores y galletitas, que siempre tientan. Detalle: uno de los frappés que pedimos venía con un alfajor en promo, no lo pedimos así e igualmente nos dieron el alfajor para llevar. Con ese detalle lograron que comprara un alfajor más e hiciera muy feliz a mi hija.
Así que si querés darte un gustito pero no tenés mucho tiempo, en el medio de la City hay un lugar donde encontrar el respiro necesario.

Quiero que sepan que hago esta reseña solamente por la atención por que ¡CARAJO, VALE!
Les tiro el contexto: yo estaba llegando tarde a encontrarme con mi novio para ir al Colón. El mozo (el que es medio peladito, no me acuerdo su nombre, PERDÓN CHABÓN TE MERECÉS QUE ME SEPA TU NOMBRE) vino a preguntarme si queria tomar. Mi novio me dijo si quería tomar algo además del tostado que ya habíamos pedido. Yo contesté que no teníamos tiempo. El mozo nos pregunta si queremos el tostado para llevar, a lo que contestamos que no sabíamos si llegábamos a comerlo acá o a comerlo directo, pero bueno. No solo nos trajo el tostado al toque, también la bolsa para llevar y NOS TRAJO AGUA PORQUE ME VIO BAJANDOME EL VASO DE SODA QUE YA TENÍAMOS. No le pedimos el agua y nos la trajo DE ONDA IGUAL TIPO, LO AMO.
No suelo dejar propina a menos que la atención haya sido wow, y menos cuando ya pagamos con débito, pero ese hombre, su atención, su calidez y atención al detalle hizo que fuera en contra de mi religión y que escarbara en el fondo de mi billetera y sacara todo el cambio disponible para dárselo a ese ser de luz PORQUE SE LO GANÓ, CARAJO.
Y si sos ese mozo y estas leyendo esto: Loco, sos un groso. La próxima me aprendo tu nombre y te dejo más propina. Besos todos para vos

La galletita bañada en chocolate con un poco de salsa de chocolate (para ser redundante) con crema es una delicia casi orgásmica que me grita «comeme flaco por favor!» todo sobre un frappé increíblemente homogéneo traído en una bandejita perfecta para su tamaño con un vasito de agua fria, dos servilletas chicas y otra galletita (que hace pensar que quien lo ideó dijera «dale goloso que se que te gusta»)… placer de cualquier tipo con manias de prolijidad.
Música de Aspen Classic para luego poner un cd de Soda estéreo a un volumen perfecto que te permite charlar con cualquiera a cualquier volumen o estudiar sin interrumpirte o distraerte pero permite escucharla perfectamente.
Lo único malo es el baño ubicado escaleras abajo siendo un problema para la gente con movilidad reducida (de cualquier forma no se puede hacer nada si el espacio físico está dispuesto así) y el ruido que muy eventualmente hace la máquina de café.
Cerrando con la EXCELENTE atención de los mozos que atienden en cuanto llegaste a sentarte y para cada pedido tardan nada. Aplausos para el que me atendió porque al estar apurados por llegar a la función por la que habíamos estado haciendo tiempo nos trajo, junto a los tostados, una bolsita de papel para llevarlos.
No me cuesta nada decir que Havanna da cátedra de esto y Starbucks tiene mucho que aprender.

Más allá de los riquísimos alfajores y havannetes, que ya todos conocemos, sirven sándwiches, tostados, y otras opciones de pastelería a un precio muy económico. Se puede acompañar de un rico café clásico, o café especial, similares a los que sirven en Starbucks para los amantes de la cadena americana.
Es una buena opción para una merienda sencilla pero abundante, rica, y económica.