Florida Garden

Delicious double espresso with crema on the side. Very nice barista. All in all a wonderful coffee stop!

debo confesar que siempre le había tenido idea. por señorial pero demodé. por cheto pero en florida y paraguay. como que quedó en un no lugar.
pero el cortado con eclaire de chocolate era casi un poema.
la decoración parece salida de una película de mirtha legrand o susana giménez. y podría jurar que los señores acodados a la barra deben haber hecho de extra alguna vez en una producción del gordo porcel.
está bien ir. es casi un museo de la historia cultural argentina.

Horrible lugar. Fui con cierta expectativa, me habían dicho que servían buen café y el lugar es bastante lindo. Pero mi experiencia fue PÉSIMA. Primero perdí un cortado y un macaron. El café estaba quemado, intomable. El maracron debe estar en mi top 3 de las cosas dulces más horribles que probé en mi vida, era como comer pasta de dientes para chicos, y eso que tenían una pinta bárbara. Que se yo, quizás esperaba demasiado, pero no volvería jamás en mi vida. Ah, y no es para nada barato.

Pasar por ahí mil veces y que nunca te percates de que existe hasta que una compañera trae a la oficina un cheesecake de Florida Garden. Imposible describirlo con palabras de lo rico que es. Super liviano, queso crema entre dos esponjosísimas capas de pionono. Tan rico y tan freco que se te deshace en la boca. Unos toque de sabor a limón al final. La verdad es que es perfecto y mientras escribo esto se me hace agua la boca. El que no lo ha probado no pierda la oportunidad, para mi el mejor cheesecake, que no necesita de frutos rojos, ni de maracuyá ni de nada más. Probaré nuevas cosas y luego les cuento…

Hace mucho que paso por adelante de este lugar y siempre lo ví lleno. Un día pude entrar y la verdad que me decepcionó.
Lo que probé, el desayuno del café con leche más tostadas, no fue lo que esperaba de un lugar tan conocido. El café no era muy rico, la mermelada era poca y lo que más me decepcionó fue la cantidad de tostadas. Fueron solo 2. Si bien eran grandes, eran muy aireadas, por lo que no llenaban nada. La verdad es que me quedé con hambre. Lo que rescato es el gran vaso de jugo de naranja recien exprimido.
La atención es cordial y el lugar está bien cuidado.

En downtown, este lugar se hizo famoso ya en los viejos tiempos porque el nombre es debido a un líder de una literatura y avante garde movida artística en los 60s y desde ahí muchos artistas se reúnen un sábado a la mañana.
Ahora es un poco diferente la onda. Es mas para hombres en trajes que quieren comer en su almuerzo en el centro. El lugar es muy lindo y tienen unos de los mas ricos tortas y facturas en la zona. Si pueden pedir uno y hay unos buenos tragos como el martini.
Cada trago viene con algo rico para picar. Si trabajas o andas por la zona este lugar es muy recomendable.

21 años pasando por la puerta y sólo hoy se me ocurrió entrar. Fui a tomar el desayuno con mi hermana, ya que se suele decir que es el fuerte del lugar.
Como experiencia me encantó. Es un lugar que está atrapado en su tiempo y su lógica, y espero que nunca salga de eso. Los clientes del lugar se dividen entre gente de negocios, hombres de traje que se sientan a leer el diario en una mesa o eligen tomar su desayuno en la barra de parados nomás; y, por otro lado, los turistas que llegan al Florida Garden alentados por los altos puntajes en sus guías de viaje o los cuentos de que Borges solía frecuentar este lugar.
Nos pedimos un par de cafés con medialunas y una porción de la torta de ricota. Todo excelente y, aclaro, las medialunas hasta tienen sabor a otra época (sé que suena a bolazo, pero juro que es así). La torta de ricota es de las mejores que he probado.
La atención es buena, los mozos parecen venir de otra vida en la cual el saco y la corbata tipo moño eran el uniforme adecuado para proveer este tipo de servicio.
Me impresionó el movimiento que hay acá adentro. Toda la vida pensé que el local se veía medio muerto desde afuera, pero una vez que entrás te ves rodeado de sonidos y personas.
Ahora que sé lo que esperar, me dan ganas de volver.

Florida Garden es uno de los cafés mas emblemáticos de la Ciudad.
Pasé mil veces por la puerta, nunca había entrado y hoy saldé esta cuenta pendiente.
Es único pero a la vez clásico. Es decir, cumple con todos los parámetros de típicos de un Bar Notable pero de una manera irrepetible.
Una menú sin sorpresas, con cafetería tradicional, medialunas riquísimas y Strudel pero también con Nespresso y cheescake. Para almorzar es mas predecible, ofrece minutas, sánguches y ensaladas. Y para la tarde aperitivos, tragos clásicos y cerveza tirada. La carta de vinos está auspiciada por Bodega de Fin del Mundo.
Mozos con moño negro y bigote que saludan a los clientes habituales, principalmente oficinistas y vecinos de la zona, aunque los turistas también están presentes. La atención es buena en general pero estimo que los frecuentes deben tener privilegios.
Todo esto junto al ruido constante conforma una escenografía y mística única en la Ciudad.