Casa Cruz

Restaurant en pleno corazón palermitano, con una excelente ambientación y musicalizacion estilo años 40s con luz baja que invitan a concentrarse en una conversación sin interrupciones como otros lugares bulliciosos.
La atención cálida y sin sentirse que le están encima todo el tiempo.
Carta de entradas platos principales y postres bien pensada pero reducida.
Se destaca la bodega y su carta de vinos ordenada por cepas que arranca en 200pesos y llega a 18mil un carena zapata año 2001. Tan completa que hasta tienen botellas mágnums. Muy bueno el detalle del sommeliere que respeta los protocolos a la hora de recomendar y descorchar y servir.
Lo único a estar atento son los precios elevados y platos no muy generosos.
Conclusión ideal para ir en pareja no da ir con grupo grande de amigos.

CasaCruz es un lugar que nunca defrauda, es verdad es caro, incluso yendo con un descuento del 30% gastamos casi 350 por persona.
Pero el ambiente, el trato, la comida, son excelentes, le pongo 4 estrellas por que soy un inconformista de alma, lugar en el pleno corazón de Palermo Soho, lindante con lugares como Sipan o Isabel, se destaca por sus grandes puertas doradas, Jazz de fondo.
llegamos unos minutos tarde a nuestra reserva, y esperamos en el bar con una copa de cortesía de Champagne.
La mesa bien ubicada, cerca de la cava inmensa que tienen, después de que nos contaran los platos destacados, pedimos de entrada unas empanadas de lomo y una tortilla española con una copa de Cav. Sav. Riccitelli y un Malbec Anko.
La Carta de tragos esta diseñada por Ines de los Santos, y el bar que esta al principio separa los dos mundos, y tambien permite que uno tome algo y espere!
De Principal, Pulpo a la Gallega y Bondiola, muy rico todo, no es abundante pero al menos no quede con hambre.
Toda la experiencia fue muy linda, Cenar, velas, charla, tomar algo… ideal para agasajar a alguna persona especial!
Es Costoso! pero vale la pena, cuando uno quiere confiar y quedar bien.

Me sorprendí con este lugar, al cual ingresé con cero expectativas.
Unos amigos americanos de visita organizaron una cena allí, me pasaron la dirección por teléfono y fui (sin haber visto fotos o reseñas antes).
Cuando entré me quedé con la boca abierta, la arquitectura, la decoración, el tamaño de los ambientes. Era un sueño.
Desde un primer momento la atención fue fabulosa y eficiente (éramos una mesa de 11 personas, todos pidiendo tragos individuales, entradas, platos principales, postes y vinos. Cada uno con sus demandas particulares y en 3 idiomas distintos).
Incluso uno de los meseros, que previamente había estado conversando con nosotros sobre las cavas del norte argentino, nos trajo para degustar de cortesía una variedad de gin nacional de primer nivel (que yo desconocía totalmente).
La comida excelente. Yo me animé al pato, delicioso.
Es caro, si, pero la experiencia lo vale. Y es uno de los lugares que más recomiendo.
Saludos,
I.

Decoracion New Yorkina y con un ambiente relajado e íntimo. Al que sumo atención muy al estilo de 5 estrellas.
Al ingresar tomamos unos tragos en la gran barra de la entrada.
Al pasar a la mesa nos dieron una exquisita Manteca con anchoa con una canasta de panes.
Pedimos Faina dorada con ensalada de rúcula y queso sbrinz, algo diferente la faina estaba frita y quedaba muy bien, nunca la había comido así.
Luego un Solomillo con tomates especiados y ensalada de pepinos y menta, muy buena la calidad de la carne y su sabor con las especias
Creíamos que el postre era algo clásico pero nos sorprendió Duraznos dorados con pistachos y helado de crema (los duraznos estaban cocidos en manteca.
Una experiencia muy recomendable.

I’m from the U.S. And of Indian origin to put my review in perspective. The hostess said we couldn’t come as we didn’t have a reservation. so we set our reservation at 1030 and when we show up she says it was 10 even though I remember telling her 1030… the food in general was subpar… pasta was overcooked and salty… this is more for location than for food, try somewhere else if you want to enjoy your food

Fuí a Casa Cruz, eramos 7, pedimos el menú de tres pasos y habia vino libre (estaba bien). El lugar es muy lindo, estaba la mitad lleno.
pro: El ambiente es muy lindo, El pan, la entrada y el postre estuvieron muy bien (torta balcarce y ganache de chocolate). hay una carta de vinos amplia.
contra: Lo lamentable fue el plato principal que todos dejaron completo, la moza vino a sacar los platos que estaban casi como los había traído, nadie nos vino a preguntar que había pasado, ni se preocuparon.
Las carnes estaban muy secas, las guarniciones sin gusto a nada.
Salió al rededor de 400 por persona y salimos bastante decepcionados.
No lo recomiendo!

Un amigo extranjero quiso ir a cenar, y allí fuimos.
La verdad es que la estética del lugar me pareció lindísima. La barra es lo más lindo de todo, imponente, en la entrada ocupando un gran espacio.
Cuando pasamos a cenar, lo primero que me desilusionó un poco era la simplicidad de los platos. Por las referencias que tenía del lugar y el valor del menú, esperaba algo un poco más «gourmet» o que no pueda encontrar en cualquier restaurant de barrio. Con esto no estoy diciendo que la comida estuviera mal; al contrario. Pero la carta era «común» –es la mejor palabra que se me ocurre para definirla. Los mozos nos explicaron que el concepto del lugar y lo que intentan demostrar a través de los distintos platos es el recuperar la comida casera.
La atención fue muy buena. Los precios, bastante elevados.
Algo que me pareció bueno es que hay un dj pasando música en vivo (música moderna, pero no electrónica, sino ambiental). No sé si esto será siempre, o tuve suerte,

Mi experiencia en Casa Cruz fue un desastre. Cuando entré le dí inmediatamente 5 estrellas, porque me impactó la decoración y arquitectura del lugar, bien logrados el lujo y la suntuocidad. Pero tuvimos problemas en CADA ítem de nuestro paso por dicho restaurant, haciendo decrecer considerablemente las estrellitas. Puede fallar un error, pero un problema en cada paso en un restaurant que apunta al lujo y la cena para dos salga 4 cifras sin redimirse es inadmisible.
Fuímos por una Big box (gracias a Dios) que nos la pidieron al ingresar. Pasaron por nuestra mesa a atendernos en el total de nuestra estadía allí, 6 mozos (2 maitres y 4 mozos). 3 veces nos preguntaron si nuestra big box era la Petit Gourmet y 3 veces les aclaramos que era la «Fusión», para que nos llegara de entrada el tapeo de la big box «Petit gourmet». La mosa nos aseguró que ya que estaba ahí la consumiéramos, pero nos la retiró furiosamente una maitre, teniendo que agaurdar bastante la correspondida. La entraña con guarnición de mi novio llegó sola, sin guarnición alguna. Al saber que la espera a esa altura desespera, la comió solita nomás. Al elegir entre las opciones del postre, al mío le acertaron, el pidió un sambayón y le llegó un ganache de chocolate, el cual ni siquiera estaba en la carta! Pero fue cambiado luego por el sambayón. Y la frutilla del postre fue pedir la cuenta, y que nos llegue la cuenta de otra mesa, con una tarjeta AMERICAN EXPRESS y una propina. Cuando llega la cuenta también nos hicieron firmar la cuenta de lo que incluíà la big box con detalle de precios, lo cual es una falta de ética considerando que la big box se trata de un regalo y no habría que ver el detalle de lo que consumiste.
Mi apreciación personal es que encima el menú de la carta es de platos normales y cualunques, como canelones con salsa rosa, carne, flan… que no ameritan en absoluto un total de 4 cifras para dos personas.
Felicito a la gente de Casa Cruz por su arquitecto y decorador/​a de interiores.

Impecable. Ambiente, musica y comida riquisima, excelente relacion precio calidad, lo recomiendo. No dejen de probar el Cruz 4.0 gran cokteleria!

Voy a Casa Cruz desde hace ya casi 10 años, cuando no tengo ganas de innovar o pensar adonde ir termino yendo a este bar. Nunca fui a cenar, siempre fui mas tarde a tomar algunos tragos que fueron y son excelentes.
Si note un cambio en el ambiente cuando el lugar cambio de dueños, y dejo de ser ese bar cool para gays y trend followers y paso a ser mas un lugar para la clientela fiel como yo, y los curiosos que escucharon sobre el lugar y decidieron ir a probarlo.
El lugar esta muy bueno, la barra es increíble y tiene sillones muy cómodos. Ideal para para pedir una botella de vodka, varios jugos y sentarte a charlar con tu grupo de amigos (este es mi ritual en este lugar). Este fue así siempre, inclusive después del cambio de look, se mantiene la comodidad del espacio y la buena atención.

No sé que experiencia tuvieron otras personas, pero cuando yo fui a Casa Cruz fue espectacular. De hecho, yo esperaba el opuesto. Hace mucho Caza Cruz fue conocido por ser uno de los lugares mas lindos, caros y top de Buenos Aires. Cuando vine yo me dijeron que ya no era bueno y encima muy caro.
Por eso cuando una amiga extranjera quiso ir cuando estaba de visita y sugirió ir no estaba muy convencida. Igual, cuando me puse a investigar encontré que hace poco renovaron tanta la carta de comidas como la de tragos. Ines de los Santos, celebridad de los cocktails, hizo el menu de la barra. Ahora sí me interesaba.
El restaurante en si es lindo, aunque para mi poco moderno. Parece ser un resto caro de otra época aunque lo acaban de renovar. Encima tenia muchas familias con chicos que no esperaba. Todavía falta el toque cool me parece pero hace muy poco que reabrieron.
La barra esta justo en la entrada que me gusta porque se separa los dos mundos. Tomamos unos cocktails mientras esperamos la mesa. Probé uno de lychee que si bien era muy dulce para mis gustos era bien rico. Es muy divertido eso de tomar algo antes de cenar como si pasaras de lounge al resto!
Nos sentamos a comer poco después. La carta es media rara y combina comidas internacionales y elaboradas con platos bien basicos, como milanesa o empanadas. Saltamos esas opciones y pedimos la endalada de pulpo y una matambre para compartir. El pulpo era realmente uno de los mejores que comi en mi vida y yo soy bien critica del pescado/​mariscos de buenos aires. Matambre también rico ricooo.
Yo pedí pasta con mariscos que fue espectacular, todo fresco. Mi amiga pidió pescado con unas papas. Nunca había escuchado de lo rico que son sus mariscos. Vuelvo solo por eso!
Terminamos con un mousse de chocolate. No suelo pedir postres de chocolate pero me robó el corazón! Increíble.
Me quedé con la sensación de que todo lo que hacen es bastante simple. Pero no me importa lo simple de una carta si, como casa cruz, hacen todo bien — y hicieron todo espectacular. Realmente fue uno de las mejores cenas que tuve en Buenos Aires porque nada fue malo. Es caro, pero si no pedís empanadas vale la pena ¹⁰⁰⁄₁₀₀.

Casa Cruz se ha destacado históricamente por su estetica bien cuidada, su ambiente, sus luces bajas. Pero desde el reciente cambio de dueño la propuesta parece ser definitivamente otra.
El lugar es menos oscuro, pero con una decoracion menos cuidada. De todas formas este no es un problema. Lo que sí es una pena es que la calidad de la comida decayó considerablemente, sobre todo en su sofisticación.
De platos de alto vuelo diseñados por el famoso chef German Martitegui pasaron a un menu mucho mas simple, con un perfil más tirando a «bodegón». La calidad de la comida sigue siendo buena, pero ya no tiene ese toque distinto. Ahora el menú tiene cosas como milanesas o alguna carne al horno, cuando antes era impensable.
La propuesta culinaria no pega con el ambiente ni con la estética. Creo que en este sentido el cambio no los favoreció.
Por suerte sí se mantiene la excelente carta de vinos y su ya famosa barra de tragos. La cava es un espectáculo visual imponente, con sus incontables botellas que van del piso al altísimo techo.
En cuanto al precio, sigue siendo un restaurant bastante caro, pero ahora queda la sensación de que no necesariamente vale lo que se está pagando.
En resumen el lugar es lindo pero la relación precio/​calidad de la comida no es de la mejor.
Es quizás una buena opción para ir a tomar algo o para probar un vino distinto, no tanto para cenar.