Sirloin Stockade

La verdad yo no suelo comer mucho, a menos de que sea una de mis comidas favoritas.
En varias ocasiones después de mucho tiempo de no ver a mis amigas, por lo regular nos ponemos de acuerdo para salir a comer y ponernos al día unas a otras sobre nuestras vidas, casi siempre elegimos el Sirloin porque es un lugar en el que podemos pasar horas platicando sin que nadie nos moleste, además de que la mayoría de mis amigas son de buen comer, de verdad a veces me parece increíble que una mujer sea capaz de comerse hasta 3 o 4 plato de comida, el caso es que aquí es el lugar perfecto para las que comen mucho como para las que comemos poco. Lo malo de aquí es que la verdad la comida no es los mas rico que haya probado, pero esta comestible, además no es por nada pero el precio de la comida en general aquí me parece en extremo elevado.

Cuando escuché la historia de la abuela de la gorda robándose dulces y la gorda metiéndose pizzas a la boca a la fuerza, me morí de la risa y le dije a Mony que por favor me llevara al bufete de Sirloin Stockade. Si tanto se atascaron, es porque seguro valió la pena.
Si valia lsa pena, qué bruto, todo estaba buenísimo, sobretodo la carne. Lo que si está caro es la cerveza, ahí se desquitan con el precio, pero como somos bien listos, las chelas nos las tomamos después en el depa. La pizza que bueno que la gorda se la atascó porque si estaba re buena. Recomendado

Pensar en este restaurante me da mucha alegría. Fue el mismo viaje con Andrea, teníamos como 15 años y nos impresionaba comer en restaurantes. Era nuestra época hippie y no salíamos de las flautas de barbacoa de coyoacán, Nos trajeron los abuelos al Sirloin Stokade y el bufete tenía de todo. Primero le entramos durísimo a la carne y al espagueti. Cuando creímos que ya habíamos desquitado todo, salió la pizza. ¡No es justo! «Gorda vamos», «pero ya no me cabe nada», «no importa, no podemos desperdiciar» fuimos pues por rebanadas de pizza, regresamos a la mesa y nada más vi a la abuela guardando dulces de la barra en una servilleta que después pasó a su bolsa, y a la gorda meterse a la fuerza un pedazo de rebanada de pizza a la boca.

La comida del Sirloin no es la mejor que pasará por tus intestinos, pero por el precio, el sabor y calidad son bastante aceptables. No voy muy seguido, pero definitivamente mi sucursal favorita es ésta, sobre todo por la ubicación (queda cerca de mi casa). Cuando he ido con mis amigos, siempre nos ponemos de acuerdo un par de días antes para ayunar un poco y aprovechar en buffet. Podrá parecer exagerado, pero siempre nos ha resultado provechoso sobre todo a la hora del postre. Creo que los postres son lo mejor del Sirloin. Siempre me sirvo brownies con nieve y panditas o cereal. Una combinación ganadora para completar la gula.
El acceso es mucho más tranquilo por avenida Conchitas, sin tanto tráfico como en las demás sucursales y por ahí hay entrada al estacionamiento, que es muy amplio. Yo nunca he batallado para hallar lugar. El único inconveniente es que los fines de semana puede haber una larga fila en la entrada.

Aquí no vengas si no tienes hambre, no te conviene, su buffet es para que sacies tu hambre y antojos, hay para todos los gustos. Inicia en la barra de ensalada, ponle el aderezo de tu agrado, y luego puedes pasar por la barra de sushis, o quizá por una pasta, albóndigas, alguno de los platillos del día, o lo que se te antoje más o te llene la vista.
Por lo general cuando vengo no pido buffet, ah porque también puedes pedir cortes o hamburguesas, estas últimas solían ser de mis favoritas por que tenían buena carne, la última vez que vine ya no me supieron igual, pero de todas formas están decentes y te da derecho a la barra de postres y a una papa al horno.
De la barra de postres me encanta el budín de pan y los panecillos dulces, pero la verdad es que pruebo muchos en pequeños pedazos para no abusar del azúcar.