La educación debe ser compartida entre la familia y la escuela. Ambar es mi sobrina de 5 añitos y es una niña muy linda que a su corta edad ya empieza a leer y escribir, incluso a imaginar qué quiere ser en la vida. Y con eso de que sus dos padres trabajan, desde el año de nacida la traen a esta guardería que también es preescolar, en donde el trato ha sido extraordinaria por parte de maestros y directores. Tienen el personal adecuado a la edad de los pequeños, tanto para su desarrollo como para la seguridad de los niños durante su estancia. Me he dado cuenta que la atención a lo largo del tiempo que tengo viniendo por Ambar es muy personalizada, tienen una comunicación constante sobre las actividades de los pequeños, así como de los avances de acuerdo al plan educativo que se basa, según tengo entendido, en inteligencias múltiples, es decir, que todos los seres humanos tienen la capacidad de conocer el mundo de diversas maneras y por medio de actividades para desarrollar esa inteligencia, es por eso que les digo que Ambar ya sabe qué quiere ser en la vida, aunque por el momento es un juego para ella. Además del alimento emocional y cognitivo, Ozzmy Estancia también tienen el servicio de menú, avalado por un nutriólogo, con la finalidad de enseñar a los pequeños el llamado«platillo del buen comer». Ofrecen también club de tareas, asesoría psicopedagógica, clases sabatinas y vespertinas. Cuando me toca ir por Ambarsita, de regreso a casa de sus papás, es muy gratificante que me va cantando las canciones en inglés que ha aprendido en clase.