El Rincón de Nena

Desde que me mudé me llamaba la atención este lugar. No fue hasta hace poco –llevo casi dos años en este vecindario– que tuve el honor de conocerlo más a fondo. Todas las mañanas cuando iba para la universidad me llegaba ese olor a café de olla buenísimo, proveniente de ‘El Rincón de Nena’. Por las tardes cuando regresaba a mi casa me llegaba el aroma a comida y ¡olía riquísimo! siempre que pasaba leía el menú del día –porque cada día hay un menú diferente– todo se leía y olía muy rico. Por las noches la cosa cambiaba, el ambiente se veía súper agusto y tranquilo además de que tenía un letrero que decía: «Contamos con área privada para una cena más romántica»… ¿neta?.
Tenía muchísimo antojo de camarones y aguachile y un día el menú era completamente dedicado a los mariscos –además de sus excelentes promociones– cuando pasamos por ahí –mi novio y yo– olía taaaaan rico a camarones al mojo de ajo que mi novio, al que no le gustan los mariscos, me invitó :) o igual lo enfadé taaaanto con lo de mi antojo que decidió llevarme aunque da la misma, igual lo hizo jaja. Cuando entré fue raro, ninguna mesa era igual, ni las sillas, los platos y los cubiertos tampoco eran iguales, las tazas y los vasos tampoco, todo era un poco extraño. La temática del lugar es tipo «un poco de todo» por lo que no sabía que esperar de lo demás, aunque juzgando por el número de personas que había tenía una ligera esperanza de que la comida no me defraudara. Y no lo hizo.
¡Estaba buenísimo! La comida es exquisita, los mariscos súper ricos, el sabor era excelente, mi paladar disfrutó cada ingrediente y mi antojo quedó saciado por lo menos durante un mes. Después de la comida puedes quedarte platicando el tiempo que quieras –no son como esos lugares donde apenas terminas de comer y ya quieren que te vayas-​, también tienen menú de postres, cambian con el transcurso de los días sin olvidarnos del más importante de todos: café de olla; a la hora que vayas si tienes antojo te preparan un buen café.
El servicio es muy bueno, son muy amables y serviciales, siempre te explican lo que no entiendas del menú, te recomiendan platillos y hasta te sugieren paquetes. A pesar de que el lugar no tiene un seguimiento en cuestión del inmobiliario comprobé que las apariencias engañan; es un lugar extraño en su decoración pero buenísimo para visitarlo en cualquier hora del día. Por la noche es más bonito aún, la iluminación tenue hace que el lugar se vea romántico y muy agusto. Está situado como en una cochera y en algunas ocasiones llevan grupos musicales para amenizar tu estancia. Los precios son muy accesibles, los paquetes súper convenientes y el lugar en sí 100% recomendable.