He ido a este cantabar varias veces, siempre ha sido en cumpleaños de amigos. Me gusta que en este cantabar tienen mucha selección de pistas del karaōke y si bien es un lugar que se llena bastante de gente y se pone bien el relajo, esta padre que si puedes cantar porque me había tocado ir a cantabares donde nunca podiamos cantar porque hay tanta gente que no alcanzan los espacios para cada mesa.
Alberto R.
Tu valoración: 4 Zapopan, México
Visité este lugar por el cumpleaños de un amigo y decidí ir a pesar de que canto horrible, soy de esos que cuando canta en la regadera se va el agua. A pesar de mi voz poco angelical, no sentí mucha pena pues la mayoría padeciamos de ese problema. Al final todos nos la pasamos muy bien aquel día. El lugar es pequeño, pero le dan más peso a su escenario para echar el canto. Los asientos son cómodos y el servicio es bueno, los precios no muy accesibles pero nada fuera de lo común. Tienen una gran variedad de canciones y, como el lugar no suele llenarse, puedes disfrutar más al momento de cantar y echar bailongo en los lapsos en que el DJ pone sus mezclas. Este lugar es para acudir en bola, entre mas personas mejor, por que si llegas nomas con uno o 2 amigos no creo que lo disfruten tanto.
Juan Alberto S.
Tu valoración: 4 México, D.F., México
Gracias a que iban todos los mediquitos en ciernes, pudimos colonizar el karaōke e imponer que durante toda la noche Vicente Fernández y el Potrillo se echaran una y una, con pequeños intermedios para el Juanga y una que otra más fresona del resto de las mesas. Como que le empezamos a caer mal a los comensales, pero que a final de cuentas nomás como que no se animaban a quitrnos el micrófono. Afortunadamente, llegó un dj que sí nos interrumpió y bailamos un rato para relajar la raja de todo el lugar. Después de eso ya más gente se animó a cantar y nosotros le variamos al estilo rancherón, porque ya hasta nosotros mismos nos habíamos cansado. Nos la pasamos muy bien, pero ojalá no te toque gente como nosotros estábamos siendo al principio.
Alfredo Rafael C.
Tu valoración: 5 Guadalajara, México
Sólo tuvo que darse la primer salida a este lugar para ya no dejar de ir, iba con algunas reservas porque no es lo que acostumbro visitar, tomando en cuenta que era miércoles y los ánimos no estaban del todo al tope. Precisamente como era entre semana no había mucha gente y nos sentimos con toda la confianza de tomar el micrófono y comenzar con nuestra faena artística, el lugar sin duda nos atrapó, son muy cuidadosos con mantener al cliente contento, siempre a la espera del siguiente turno para cantar. Se maneja una especie de intermedio donde el karaōke se detiene un momento e inicia aproximadamente una hora de música consecutiva dirigida por un dj que siempre es una elección por supuesto para relajar la garganta y poner en movimiento los pies. Tengo ya algunos años asistiendo a sus diferentes sucursales, incluso algunas semanas repito la visita más de una vez. El canto es el atractivo principal de este lugar que es garantía de diversión.
Beatriz Haydeé O.
Tu valoración: 5 Zapopan, México
El día que conocí este lugar fue en compañía de unas amigas de la escuela, que tenían ganas de divertirse porque estábamos muy cansadas por las conferencias durante todo el día en la Feria Internacional del Libro(FIL) por lo que nos animamos a ir a este lugar con todo y maletas. Cuando llegamos un grupo de animadores nos convenció de contratar un paquete que incluía botella y show. Total que como teníamos ganas de divertirnos no lo pensamos mucho y accedimos. La verdad es que yo casi no tomo(se los juro de verdad) pero mis amigos si. jaja entonces pues me dejé influenciar y le entré con ánimo. Fue una noche en la que no paré de reír, y más porque una amiga le dijo al mesero(no sé en qué momento) que era mi cumpleaños y ellos muy crédulos, detuvieron la música para ponerme Las Mañanitas y regalarme un shot, junto con el abrazo del mesero, dicho sea de paso… se los juro que si pudiera subir un video de mi cara cuando me felicitaron todos mis amigos siguiendo el plan, se mueren junto conmigo de la risa. Recuerdo que salimos casi a las 4 de la mañana rumbo a mi casa en taxi, yo venía tan pero tan cansada que me quedé dormida y como mis amigas no eran de aquí ni siquiera sabían en dónde vivía, por lo que el chofer tuvo que despertarme para preguntar la dirección a lo que yo medio despierta le dije hacia dónde. Así de grave… por el cansancio ehhh? Cada vez que veo los sombreros y micrófonos con lucecitas que nos dieron para ambientarnos sigo recordando lo bien que la pase esa noche en el Canta y no llores