Burrinero

De pocos lugares me he enamorado, definitivamente este es uno de ellos.
Una combinación exótica: burritos y mariscos, que ha comenzado a replicarse por otros sitios.
Para abrir el apetito te ofrecen al llegar un jarrito de barro relleno de caldito de camarón calientito: delicioso.
De entradas tienen palomitas de camarón, aros de calamar, papas gajo, aguachile y ceviche (por tostada o en orden), entre otros. Los aguachiles y ceviches son preparaciones de la casa, hay diferentrs opciones. Tienen un aguachile negro, otro con manzana verde y el de siempre, ojo: son muy picosos (para mi gusto). De mis predilectos el ceviche tropical, con mango y piña. Recomiendo ordenar una tostada, que bien alcanza para servir 2 o 3, te acercan a la mesa más tostadas y galletitas saladas.
Hay un pequeño apartado del menú para niños que aún no comen mariscos, ofrecen quesadillas con o sin papas gajo, las favoritas de mi crío.
En cuando a los estelares tenemos a los burrineros: burros de tortilla de harina de camarón, pulpo, carne o mezclado. Acompañados, mejor dicho bañdos de salsa de camarón con queso (mi consentida), cilantro o chipotle (lloré de lo picosa). Lo sirven adentro con un guiso de cebolla con cubos de jitomate y lechuga (suelo pedirlo sin jitomate porque lo pican muy grande y no me gusta) con quesito derretido.
Existe una versión alternativa, los llamados Burriquesos (mis favoritos). Son dos tortillas de harina con el relleno de los Burrineros pero sin envolver. La lechuga te la ponen a un costado y la salsa te la dan en un trastecito.
Para cerrar con broche de oro, de postre tienen Burrineritos. Es un burrito dulce de tortilla de harina, relleno de plátano con mermelada de fresa, bañado de cajeta y coco rallado. El café corre por cuenta del lugar. Buenísima combinación.
Totalmente recomendable.

Pésimo servicio. Esperamos media hora para que nos pasarán a mesa. Las bebidas no las trajeron por que no había limones. La comida llegó después de 1 hr de estar sentadas. Las bebidas tuvimos que cambiarlas y llegaron hasta que terminamos nuestra comida.
Nada recomendable.